Como si se preparara para dirigir una orquesta o pensara en un público que nunca lo fue a ver y hoy ni siquiera se lo imagina luchando contra un càncer terminal, cuya virulencia desconoce, Joe Frazer, la locomotora de los pesos pesados que derrotò a Cassius Clay, vuelve a ser noticia màs allà del cuadrilàtero. Ahí está en ese viejo, oxidado y olvidado gimnasio de Filadelfia, donde el tiempo traspasó sus propias legendarias fuerzas de un bien compactado panzer, que en el 71 entró en gloria y majestad a la historia de los màs grandes campeones de todos los tiempos. Recuerdo la pelea, la vi en un viejo televisor en blanco y negro, Frasier no se despegaba del cuerpo de Muhammad Alì, como una locomotora bufaba y lanzaba un gancho izquierdo que le salía como un fogonero que no dejaba de alimentar la màquina. Fue en el Madison Square Garden de Nueva York, que logrò esa hazaña en la llamada Pelea del siglo.
De pie aún, poco antes de ser internado, Joe Frazer, quien escribiò con su demoledor gancho de izquierda una de las páginas màs brillantes del boxeo en el siglo XX, puede que no se levante esta vez de este último round que le ofrece la vida. No sabemos. Las noticias también son demoledoras.
De pie aún, poco antes de ser internado, Joe Frazer, quien escribiò con su demoledor gancho de izquierda una de las páginas màs brillantes del boxeo en el siglo XX, puede que no se levante esta vez de este último round que le ofrece la vida. No sabemos. Las noticias también son demoledoras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario