sábado, julio 12, 2008

Tiempo de Poeta, para que navegues por mi poesía






























Las amó a todas,
qué quieren que les diga,
estoy aquí para interpretar
su voz,
confesar sus días de gloria,
llevar su canto
a la tierra que amó sin espanto,
con sus olas el mar.
Del Sur vienen las lluvias,
el tren con sus Musas de boinas rojas,
Estación Central.
El Poeta está en casa
con sus campanas alegres,
vuelve a nacer
en Parral, Temuco, Maruri,
Santiago, México, Buenos Aires,
Isla Negra, donde el tiempo
fija alas al viento.
104 años es el tiempo
de la primavera,
botón por botón,
renace la poesía,
brota el sueño,
la rosa, la Utopía.
R.G©2008



Aquí está el árbol del olvido
de él saqué un trozo de madera
para grabar tu nombre...
Aquí en Isla Negra
está la ola estrellada
que trae tu recuerdo
compañera del cielo
Neruda versos inéditos a Alicia......esta Historia continúa...
Amé otra vez y levantó el amor/ una ola en mi vida y fui llenado/ por el amor, sólo por el amor, / sin destinar a nadie la desdicha. Memorial de Isla Negra, Pablo Neruda

Pablo Neruda, la poesía están de plàcemes: 104 años cumple hoy el poeta, y lo están celebrando en La Sebastiana, Valparaíso y la Chascona, Santiago, y mañana en Isla Negra, su último puerto frente al mar de Chile. No es Isla, ni es negra, pero sí lo es su roca en el mar y Neruda así la bautizò. Se transformaría en su principal refugio y si no andaba de viaje, estaba en Isla Negra. Los principales objetos que coleccionaba por el mundo y dentro de Chile, viajaban hacia Isla Negra, "un puerto" de reencuentro del mundo material nerudiano, que en su poesía nunca tuvo límites.
La historia de Neruda, como su poesía es tan conocida, como sus amores, vida, porque fue un hombre público y en su palabra más íntima, estan sus aciertos y errores, convicciones, pasión, su manera de ver y sentir la vida, el hombre y las cosas. Isla Negra está a cien kilómetros de Santiago, en las proximidades del puerto de San Antonio. Yodo y sal es lo que se respira del mar de Isla Negra, que truena y cuyas olas inmensas revientan en las rocas. Así describe el paisaje del mar Neruda, en estos versos inéditos que conforman un poemario de 14 páginas, de acuerdo con el coleccionista, Nurieldin Hermosilla, quien los dio a conocer hace unos días. Forman parte y dan vida al Àlbum de Isla Negra. La dedicatoria revelada recientemente es esta: “Isla Negra. Pablo Neruda. Para que navegues por mi poesía. Para mi querida Alicia”. El libro, subraya Hermosilla, descansa en estos poemillas que son típicas cosas de Neruda y de sus álbumes. Yo tengo cuatro de los cinco que al parecer hizo: Java, Nyon, Terusa e Isla Negra. Sólo me falta el de Capri, que, me parece, está en la Fundación. El Álbum de Capri corresponde a Versos del Capitán, donde Neruda le escribió a Matilde en Pequeña América:
Cuando miro la forma/ de América en el mapa/, amor, a ti te veo:/ las alturas del cobre en tu cabeza,/ tus pechos, trigo y nieve,/ tu cintura delgada,/veloces ríos que palpitan, dulces colinas y praderas/y en el frío del sur tus pies terminan/ su geografía de oro duplicado./ Amor, cuando te toco/ no sólo han recorrido/mis manos tu delicia, sino ramas y tierra, ¡rutas y agua,/ la primavera que amo,/ la luna del desierto, el pecho/ de la paloma salvaje,/ la suavidad de las piedras gastadas/ por las aguas del mar o de los ríos/ y la espesura roja/ del matorral en donde la sed y el hambre acechan./ Y así mi patria extensa me recibe,/ pequeña América, en tu cuerpo./ Aún más, cuando te veo recostada/ veo en tu piel, en tu color de avena,/ la nacionalidad de mi cariño.
En 5 mil metros cuadrados de terreno, Neruda logró construir 500 metros cuadrados de su propiedad, inventada por su imaginación y deseos, y así fue creando espacios, que cualquier arquitecto, quizás habría volado por alguna ventana por ese mar de algas y cochayuyos, sin comprender los caprichos de su dueño, el Vate de Isla Negra. La casa se llenó de rincones, objetos, recuerdos, vida, pasillos, puertas, recámaras, sitios más privados y de todo lo que Neruda consideró que le pertenecía.
Yo recuerdo en el 2000, cuando hablábamos de Neruda que había dejado 7 libros inéditos y me preguntabas con asombro: ¿es verdad? y la conversación brotó como en cascada. Neruda nunca pensó ni remotamente que iba a morir en circunstancias tan difíciles y dolorosas, porque se preparaba para su cumpleaños número 70, que celebraría con la tradicional edición de sus libros. Uno por cada década. Hablábamos en la noche como iluminados, separados por el mar, unidos a las estrellas y la luz de la luna tenue, a uno y otro lado...¿Recuerdas? Y Neruda diciéndonos en su libro El Corazón Amarillo.
Yo volví del fondo del mar odiando las cosas mojadas:me sacudí como los perros de las olas que me querían y de repente me sentí contento de mí desembarco y únicamente terrestre.
El Mar y las campanas, ¿recuerdas?
Y solo
su campana
allí está entre las otras
guardando en su vacío
un silencio implacable
que se repartirá cuando levante
su lengua de metal ola tras ola.

De tantas cosas que tuve,
andando de rodillas por el mundo,

aquí, desnudo,
no tengo más que el duro mediodía

del mar, y una campana.

Me dan ellos su voz para sufrir
y su advertencia para detenerme
La noche nerudiana atravesaba el frío norte sobre el cálido buzón tropical. Las palabras pesadas, livianas, estallando como el cristal de la noche, reflejo del reflejo. Un gran poeta, me decías, uno de mis favoritos. Yo había dado la conferencia: Neruda, todos los nerudas, título cortaziano, él argentino un admirador del chileno y reconocía influencias en su novelística. Sí, te decía, son muchos poetas en Neruda, sus libros como Residencia en la Tierra, Canto General, Odas elementales, 20 Poemas de Amor y una canción desesperada,Tentativa del Hombre infinito, en fin. La poesía seguía viajando en la palabra de dos. Detrás del sol, el sol, sin fronteras, la palabra, la palabra, me repetía. Tú eres mi poeta, mi Neruda, me dijiste, estás vivo. Estallé en una carcacajada de Sur a Norte y debe estar escuchándola ahora Pablo Neruda que conmemora (hoy 13 de julio) sus 104 en Isla Negra, un día después de su fecha real, el 12 de julio. Mis amigos, los poetas, José Ángel Cuevas y Manuel Silva Acevedo, y David Bustos, a quien no conozco, festejan la fecha en Isla Negra con recitales.
¿Como serán tus ojos, me preguntaba? ¿Tus manos, tu risa, tus pies, tus piernas, tu mirada, tus sueños, tus días, tus albas? Esa noche Sur y Norte, como los copihues.
Y ahí está Neruda en Isla Negra, en la cordillera de la Costa, entre Vicente Huidobro, sobre la cima de un cerro en Cartagena, respirando el mismo mar, y Nicanor Parra, vivo aún, en Las Cruces, quien con sus binoculares observa Isla Negra y Cartagena. El peso de la Cordillera de la Costa en materia de poesía sobre el resto de la geografía nacional es indudable, aunque existen poetas que respiran por todo el territorio patrio.
Huidobro y Neruda polemizaron en su tiempo con De Rokha como telón de fondo bramando por los cuatro vientos y costados. Fueron tiempos memorables para la poesía en un país del tercer para cuarto mundo, una pobre capitanía general abandonada a su desierto, mar y nieve, a los ventisqueros de Chile y su Patagonia encantada. La sal y la pimienta, la trajo después Nicanor Parra, antipoeta de Chillán, a poco más de 200 kilómetros de Temuco. Parra se subió al tren de la poesía cuando nadie lo esperaba y se puso a pedalear a su manera contra todo, primero contra sí mismo y luego se transformó en gas en su carrucel multicolor. Dijo Parra con respeto, humor, resignación y mucho realismo: "Hay dos maneras de refutar a Neruda: una es no leyéndolo, la otra es leyéndolo de mala fe. Yo he practicado ambas, pero ninguna me dio resultado"
Hablamos de la Hormiguita esa noche: ¿recuerdas? Sí, la aristocrática, culta, rica, espléndida Delia del Carril, argentina, y tal vez la mujer más importante de Neruda, con quien vivió casado 18 años. Delia cambió la historia de Neruda y con ella escogió la casa de Isla Negra, el terreno, cuando regresaron de España al departamento de Silvia Thayer en Santiago. Volodia Teitelboim, su mejor biógrafo, nos habla de esta mujer de una sensibilidad extraordinaria, artista, pintora, comunista y quien fuera la "maestra y orientadora de Neruda". Fue Delia quien le presentó a Picasso, Juan Gris, los surrealistas, empezando por Aragón, informa Teitelboim. En España era amiga de García Lorca, Alberti, Hernández, quienes serían amigos posteriormente de Neruda y parte importante de su destino poético y político."Ella percibió en él al poeta al cual ella podría empujar a vuelos más altos, afirma Volodia. El poeta mexicano José Emilio Pacheco, afirmó que Residencia en la Tierra es el mejor libro surrealista escrito en cualquier idioma. Se casaron en México en 1943. Delia había estudiado arte en París y cantaba.
Delia fue una mujer secreta, nunca se refería a ella, amiga de Jorge Luis Borges hasta el fin de los días del ficcionador universal argentino, porque ella, físicamente, viviría casi al fin de los tiempos: 104 años. Participó activamente en la edición del Canto General, una de las cumbres nerudianas. Promovió la obra del poeta hasta el año 1955, cuando se separaron. Delia nunca dejó de ser argentina y siento que fue una mujer sin fronteras, una adelantada de su tiempo, una mujer briosa como sus magníficos caballos que pintó hasta el final de sus días. Expuso su arte casi por 30 años, entre París, Buenos Aires y Santiago de Chile. Es difícil que Neruda haya olvidado a semejante bello animal bohemio, Musa generosa..., nacida sin límites, ni vencida por los vientos de la historia...Tú, la del país extenso/a mí llegabas... le dice en memorial de Isla Negra. Delia, entre tantas hojas/del árbol de la vida/tu presencia/en el fuego/tu virtud/de rocío:/en el viento iracundo/una paloma....que el amor extinguido noe s la muerte/sino una forma amarga de nacer...Por eso, pasajera/suavísima,/hilo de acero y miel que ató mis manos/en los años sonoros/existes tú no como enredadera/en el árbol sino con tu verdad.
¿Al poeta le sobraba amor en su poesía y vida real? Difícil indagación en el corazón humano. Las bestias suelen ser fieles al agua que beben y al aire que respiran. En Memorial de Isla Negra, si usted lee e indaga en sus páginas, mi querido lector, encontrará versos a una de sus Musas de 20 Poemas de Amor y una canción desesperada: Terusa. ¿un recuento de su autor de algunos amores que consideró importantes? El corazón es un músculo, toc, toc, toc, tiene una puerta que a veces es muy grande y se abre como el sol de las mañanas y oscurece como en las noches sin estrellas. Terusa/ abierta entre las amapolas/ centella negra/ de primer dolor/ estrella entre los peces/ a la luz/ de la pura corriente genital,/ave morada del primer abismo... Terusa de ojos anchos...
Neruda no se detuvo en Veinte Poemas de Amor, ni en los Versos del capitán, ni en toda su poesía amorosa, todo fue inútil para detener su último y torrencial amor con Alicia. Avezados sabuesos y sabuesas intrigadas, hurgaron en los confines de la geografía para encontrar a la Musa
que volvió a reencantar el corazón del Mago Merlín, al Buda de Isla Negra. Alguien llegó a Arica, la última ciudad de Chile en el Norte, o el principio de Chile como país hacia el Sur, a tocar la puerta de Alicia, cuya modestia y olvido supera los sueños de su gran amor. Alicia se esfumaba cuantas veces fuera necesario y no dejaba más huella que su silencioso misterio de no estar para entrevistas ni respuestas a su vida amorosa con Pablo Neruda. El pasado es más poderoso a veces que el futuro. Cuenta una de las rastreadoras más audaz, la periodista Inés María Cardone.
"Pero ni los treinta años que lleva muerto ni los cien desde su nacimiento ni cualquier excusa es suficiente para convencer a Alicia o a Rosario. Mi insistencia, que no fue leve, alcanzó para convencer a la hija y con ella mantuve una breve entrevista. En la puerta de su casa en Arica, conversé con esta pelirroja que tuvo en Neruda a un padre amoroso y complaciente, que le permitía entrar a su escritorio, que le celebraba sus dibujos y que la quería como a la hija que siempre quiso tener. No tiene más que buenos recuerdos y la estricta convicción de que su madre, la última mujer que Neruda amó, ejerce un silencio respetable y que ella no hará nada por hacerla cambiar de opinión. Lo que ellos vivieron es un secreto que algún día Alicia se llevará a la tumba." Estas expresiones son de hace cuatro años hasta que Nurieldín Hermosilla, el coleccionista, se encontró con los versos escritos a mano: la revelación de las revelaciones que todos buscaban. Jamás sabremos por qué Neruda es Neruda, advierte José Emilio Pacheco.
PD
Las últimas dos Musas de Neruda, Matilde y Alcia Urrutia, su sobrina, son de pelo rojo, colorín decimos en Chile. Colorín colorado este cuento se ha acabado. Rolando Gabrielli@2008

viernes, julio 11, 2008

¿Sabes, sabes?


¿Sabes, estrella remota,
lejana, distante,
sabes, luz irrepetible
mar de mi otro mar,
sabes, que en la noche galáctica
te devoras en el sueño y la aurora,
sabes que la luz
es de tu propia luz
el polvo que recojo
cuando la noche
respira con tus grandes ojos?
Rolando Gabrielli©2008

El Dedo del LLAIMA,Che




a




El majestuoso, imponente, deslumbrante volcán Llaima, ubicado a 72 kilómetros de Temuco, Chile, está en erupción y siempre inquietó a los mapuches, hijos de esa tierra, bautizados por los españoles como araucanos. En lengua mapuche, Llaima significa dedo, tal vez un gran dedo acusador de como nos comportamos con la naturaleza, aunque el poderoso volcán de 3.210 metros de altura, cuenta con más de 50 erupciones desde 1640. Es, por ello, un volcán de malos augurios para los mapuches. La lava que corre por su monte nevado se ve a kilómetros y ya han comenzado hace algunos días la evacuación de alrededor de un centenar de personas de la zona. Ngen Winkul es el espíritu que manda en el volcán, según la tradición mapuche. En esencia gobierna esa fuerza de la naturaleza. Los pillanes están más abajo, y son divinidades poderosas también, pero positivas.
Esperemos que triunfen los pillanes.
Che significa en mapuche gente, persona...
rolando gabrielli©2008

jueves, julio 10, 2008

ENRIQUE LIHN


Hace 20 años hoy que murió Enrique Lihn, como si no supiéramos que el tiempo devora el tiempo, nos lo recuerda la fecha. Uno de los poetas, escritores, más complejos, crítico, versátil, "marginal" en el sentido más chileno de la palabra, ese del ninguneo oficial y de sus alrededores. Le tocó una mala época, difícil después del 11 de septiembre del 73, y la sobrevivió en el "horroroso Chile", con algunos viajes a España y Estados Unidos. Él, un crítico de su propia sombra, antiretórico el más retòrico, anunció en un verso premonitorio: me muero por mi cuenta. De alguna manera todos lo hacemos, pero hay maneras y maneras, unas más a la deriva de otras. El secreto está en abordar el precipicio de una manera elegante, hasta cierto punto equilibrada.
Lo conocí, creo, que en casa de Waldo Rojas, donde acudía a las reuniones que el anfritión brindaba a sus invitados, que incluía Germán Marín, Manuel Silva Acevedo, Jorge Teillier, Enrique Bello, Martín Cerda, Iñigo Madrigal, Federico Schopf, Grinor Rojo, y en fiestas más grandes otros personajes de la literatura y el arte, la plástica. En su momento Marechal, Jorge Edwards, Marta Traba, Juan Rulfo etc. etc.
Lihn era un polemista por excelencia, lo recuerdo gesticulando con las manos y empinándose por su ensortijado cabello con sus ojos saltones, como queriendo expresar todo lo que pensaba, porque algo se le escapaba entre los dedos y el pensamiento. Una de esas noche me autobiografió Poesía de Paso, uno de sus libros emblemáticos. Estuvo en el centro por esos años setenta, en el documento sobre una Política Cultural, cuya filosofía y principios, careció de fuerza mayor ante la vorágine de los problemas sociales y compromisos. Lihn era un activo participante, gestor y seguía escribiendo. Dibujante, narrador, perfomance, actor, profesor universitario, crítico, amante siempre mutante, Lihn vivía y habitaba en Santiago de Chile. Lo hizo con Allende y con Pinochet. Su sola presencia era un pronunciamiento.
Lihn vivió y trabajó y se casó en La Habana... este es un poema (Estación terminal) de su despedida de la Isla, de su amor que dejaba atrás como tantos otros. Lo curioso es el verso nerudiano, él, que primero recitaba poemas de memoria de Residencia en la Tierra y nunca pudo después, reconciliarse con Neruda.
Lihn y Teillier se quedaron en Chile. Teillier se acodó en el Bar Unión Chica, ubicado en Nueva York 11, con un grupo de amigos y el poeta Rolando Cárdenas. Sobrevivían a su propia existencia y al remolino de Pinochet. Lihn daba clases, viajaba donde sus amigos, Germán Marín, Barcelona, Pedro Lastra, Estados Unidos y compartía la literatura con Nicanor Parra, que también permaneció en Chile. Siempre fueron amigos. Se oxigenaban en la caverna de Pinochet. No fueron disidentes confrontacionales, porque era suicida arremeteraunque fuera verbalmente con el loco vendaval pinochetista, pero aún así recibieron apremios: detención, Lihn, y a Parra, le quemaron una carpa. Parra y Lihn venían con heridas personales en su relación con el gobierno de la Unidad Popular. Al régimen militar le vino bien, fue oportuna, la muerte de Pablo Neruda. Se silenciaba la Catedral mayor de la poesía chilena. Gonzalo Rojas estaba exiliado en Venezuela y después alrededor del mundo. Skármeta rumbo a Argentina y posteriormente Alemania. Dorfman, Argentina y Estados Unidos. Sepúlveda viajaría a España. Oscar Hahn estuvo preso y cuando salió de la cárcel escribió el verso que la muerte tiene un diente de oro. Después viajó a Iowa, Estados Unidos, donde vivió 30 años. Poli Délano a México. Bolaño, que no era nadie, salió rumbo a México, volvió (¿encontró la puerta cerrada?), se quedó en México con los infrarrealistas del realismo visceral y después, España. El patio se fue quedando solo. Barquero en Francia. Millán, Panamá vía Costa Rica y Canadá. Lara, Rumania. Hernán Valdés, Francia. Waldo Rojas, Francia. Manuel Silva Acevedo permanecería en Chile y tuvo intentos fallidos por quedarse en Europa. José Pepe Cuevas se quedó en Chile. Floridor Pérez, después de la cárcel, permaneció en Chile. Oliver Welden, estuvo perdido por décadas y llegó a Tenesse, Estados Unidos. El cura Ignacio Valente, crítico literario, aun vivo, se quedó en Chile. Un personaje de Bolaño, enemigo de Lihn, y un crítico reconocedor de la obra de Parra. Una de cal y otra de arena, en el jardín de la poesía chilena. Braulio Arenas se quedó en Chile entonando las nuevas estrofas del Himno Nacional. Lafourcade. Anguita. Se quedaron. Arteche, también. Juvencio Valle, el amigo de Neruda, poeta, Juvencio silencio, le decía, también se quedó en Chile hasta morir casi de 100 años. Uribe Arce se quedó, pero en Francia, era agregado cultural de Allende en China.
Ahora, en honor a la verdad, la poesía en Chile ha gozado de una extraña y maravillosa indiferencia por parte de las autoridades gubernamentales y culturales, una marginalidad ancestral (in)digna de mejor causa, porque Chile se conoció por años en el mundo por Neruda y la Mistral, sin contar los pasos de lujo que dio Vicente Huidobro por Francia, España, Estados Unidos, Argentina, cuando muchos poetas y artistas andaban en silla de ruedas. Quizás se le asignó una beligerancia inexistente y de ahí que los gobiernos autoritarios se ponen en guardia. Jorge Edwards reconoce en Lihn a los poetas marginales de Chile, esos que orillaron la desgloria.
Roberto Bolaño lo conoció al parecer en Barcelona y Lihn le ayudó a sobrevivir, le iluminó la página en blanco. Siempre se sintió reconocido del hombre y del poeta. He aquí algunas palabras...
Unas pocas palabras para Enrique Lihn, por Roberto Bolaño
Las Ultimas Noticias, Lunes 30 de septiembre de 2002
En mi adolescencia era lugar común hablar de Lihn y de Teillier como de dos opciones enfrentadas. Los muchachos sensibles, los que no querían envejecer (o los que querían envejecer de inmediato), preferían a Teillier. Los que estaban dispuestos a discutir la cuestión preferían a Lihn. No era esta la única de sus virtudes. Frecuentar su poesía es enfrentarse con una voz que lo cuestiona todo. Esa voz, sin embargo, no sale del infierno, ni de las profecías milenaristas, ni siquiera de un ego profético, sino que es la voz del ciudadano ilustrado, un ciudadano que espera llegar a la modernidad o que es resignadamente moderno. Un ciudadano que ha aprendido la lección de Parra, su maestro y compañero de travesuras, y que en ocasiones nos ofrece una visión latinoamericana refulgente y original. Todo el fulgor, sin embargo, en Lihn está tamizado por un ejercicio constante de la inteligencia.¿Merecimos los chilenos tener a Lihn? Esta es una pregunta inútil que él jamás se hubiera permitido. Yo creo que lo merecimos. No mucho, no tanto, pero lo merecimos. Esa lucidez, en los años setenta, le costará el estigma y el anatema de la izquierda dogmática y neostalinista que incluso llegará a acusarlo de connivencia con el pinochetismo. Esos mismos que entonces no levantaron la voz para defender a Reinaldo Arenas y que hoy se acomodan como putines* en la nueva situación, intentaron borrarlo del mapa, deslegitimar una voz que por lo demás siempre se consideró a sí misma como voz bastarda, hija del imperioso azar y de la necesidad, que tiene cara de perro.¿Merecimos los chilenos tener a Lihn? Esta es una pregunta inútil que él jamás se hubiera permitido. Yo creo que lo merecimos. No mucho, no tanto, pero lo merecimos, aunque sólo sea por las almas puras, por los príncipes idiotas y por los alegres analfabetos que el país produjo con extraña generosidad y que aún hoy, según cuentan los viajeros, sigue produciendo, aunque en cantidades más limitadas. Bajo cierta luz, Lihn también podría ser un príncipe idiota y un alegre analfabeto. En el ejercicio de la poesía, a la que siempre le fue fiel, sólo hay un poeta en lengua española que se le pueda comparar, Jaime Gil de Biedma, aunque el abanico de registros de Lihn es mucho más amplio. En el ejercicio del ensayo, de la reseña, del manifiesto e incluso del libelo, no hubo en Chile escritor más certero ni más libre. En la narrativa no alcanzó las cotas de Donoso o de Edwards, aunque siempre quedará la sospecha de que en el fondo, como por los demás todos los grandes poetas de ese país, juzgaba el arte de crear ficciones como algo innecesario, algo que no le iba a salvar la vida. Sus cuentos, sin embargo, siguen vivos, como sigue viva “La orquesta de cristal”, libro mítico por inencontrable y al cual no me atrevo a llamar novela, aun pese a saber que si hay que llamarlo de alguna manera es la palabra novela la que más se acerca a ese libro misterioso. De hecho, hay dos prosistas en la generación del cincuenta que están por descubrir: Lihn y Giaconi. Es extraño pensar en Lihn ahora, en Giaconi, en Parra, en Teillier, en Rodrigo Lira, en Gonzalo Rojas, en poetas como Maquieira y Bertoni, en narradores como Contreras y Collyer, resulta extraño pensar en ellos y en tantos más. Te queda la extraña sensación de que la literatura ha estado a la altura de la realidad. La famosa rea, la rea, la rea, la rea-li-dad.*Ay, mi hipócrita, no es argot mexicano, es Vladimir Putin.
ESTACIÓN TERMINAL
Esta será ya lo veo tu última imagen:
nuestra despedida en el poema en la estación terminal.
No sé por dónde empezarla para que no se me escape nada,
y las gentes las cosas apelotonadas aquí tienen algo de
agobiadoramente comparable a los restos que se enfrían
frases enteras o adjetivos de una pequeña obra maestra
sobre la cual pesara, hasta perderla, esta impaciencia,
nuestro cansancio mi inarticulación la ferocidad del egoísmo
por el cual cuando me empiezan a doler los pies
prefiero la cama a cualquier otra cosa incluyendo
a la poesía que voy a decirlo todo esta noche eres tú,
y, entretanto, no insistas en que un gordinflón de cuarenta años
duerma apoyado en tu hombro, para retenerlo otro poco.
A la estación le sobran escenas como éstas,
la cara triste de la revolución
que me sonría por la tuya con algo de una máscara de hojas de tabaco
pequeña obra maestra de la noche te improvisas
una moral una paciencia y hasta lo que llamas tu amor,
nada podría de todo eso
brotar en esta tierra caliente removida por los huracanes
sobre la que pasa y repasa este mundo con sus pies,
y se acumulan los restos a la espera de mis adjetivos,
obscenos bultos un mar de papeles, etc.,
algo, en fin, como para renunciar a este tipo de viajes.
Me parece llegar a la edad más ingrata,
me parece recordar el momento presente:
no eres tú la muchacha que conocí hace un año
ni te marchaste en circunstancias que prefiero olvidar.
Por el contrario, ¿no hicimos el amor? Una y mil veces, se diría,
y para el caso es lo mismo : te reemplazaron hasta en eso como una sombra borrara a otra,
y tu virginidad: el colmo del absurdo
no te defiende ahora de parecer agotada.
En realidad recuerdo que nos despedimos aquí,
pero no puedo precisar, con este sueño, cómo ocurrió la despedida,
en qué sentido tus manos me revuelven el pelo
y yo arrastro tu equipaje una caja de latón
o me insinúas que te regale un pullover.
A los ojos de la gente que no distingo de mis ojos
sino para mirarles desde una especie de ultratumba
somos una pareja un poco desafiante
y acostumbrada a esto en su Estación Terminal
un blanco y una negra
contra la que, en cualquier momento, alguien arroja
una sonrisa estúpida
el comienzo de una pedrada
La cara triste de la revolución
y yo la tomo entre mis manos de egoísta consumado
Tanto como los párpados me pesan quienes se sientan en el suelo
a esperar una guagua hasta la hora del juicio
en que el viejo carcamal logra ponerse en movimiento
y los riegue lentamente por el interior de la República.
Tu última imagen quizá con tus yollitos en el pelo,
esta falta de sentimientos profundos en que me encuentro
parecida a la pobreza por la que en cambio tú
no sientes nada o bien una despreocupada afinidad,
la risa de juntar unos medios con tus alumnos,
el espejo que se guarda debajo de la almohada para soñar con quién se quiera
y tus visitas a la abandonada
que por penas de amor se llena de hijos.
Ya no estoy en edad de soportarme en este trance
ni los bolsillos vacíos ni la efusión sentimental son cosas de mi agrado,
hasta leyendo mis propios versos más o menos románticos bostezo
y se me dormiría la mano si tuviera que escribirlos.
Cuántos años aquí, pero, en fin, tú eres joven:
«de otro, serás de otro como antes de mis besos».
Yo prefiero al lirismo la observación exacta
el problema de lengua que me planteas y que no logro resolver te escribiré.
La Estación Terminal un libro abierto perezosamente en que las frases ondulan
como si mis ojos fueran un paraje de turistas desacostumbrados a estos inconvenientes,
nada que se parezca a una mancha gloriosa,
ya lo dije, de vez en cuando, una observación estúpida:
piedrecillas que se desprenden de este yacimiento humano,
incongruentes, con el saludo de Ho Chi Min
transmitido por los alto parlantes institutrices
de esas que no dejan en paz a los niños a ninguna hora de la noche,
y sin embargo, tú duermes con tranquilidad
capaz de todas las consignas, pero con una reserva al buen humor
quizá la clave de todo esto
un primer verso que pone al poema en movimiento como por obra de magia. (Enrique Lihn)

Frida, la Musa del flash
















La fotografía es el presente irreemplazable. Mañana es el principio del pasado. El futuro siempre es hoy. Rolando Gabrielli

Frida, la Musa del flash, es mi título para una exposición fotográfica de 34 imágenes de este icono del Arte que se exhiben en el museo de Nueva York, galería ThRockmorton, a partir de hoy hasta septiembre, bajo el nombre de Frida Kahlo y el Renacimiento mexicano. Presentan la muestra maestros de la fotografía, como su entrañable amiga, la italiana Tina Modotti, su amante, Nicholas Muray, Manuel Álvarez Bravo, Bernard Silberstein y Edward Weston. Frida fue una artista de la imagen desde muy niña bajo el lente fotográfico y profesional de su padre, Guillermo Kahlo, y después ella, quien se proclamaba : "la gran ocultadora, maestra en el engaño, enigmática anfitriona de un baile de máscaras", realizó 66 autoretratos, que son esenciales en su obra: "Soy el motivo que mejor conozco”, comentaría en ocasiones.
Con Tina Modotti armaron más de un triángulo amoroso y fueron amadas por Diego Rivera, y la fotógrafa que se enamoró de México, por el cubano revolucionario Armando Mella y Pablo Neruda, quien le dedicó unos versos que hablan por sí solos:
Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida:De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma: De acero, línea, polen, se construyó tu férreatu delgada estructura.
Nueva York, la Gran Manzana, se recera asimisma al recibir esta muestra de Frida K, fotografía que reflejan el esplendor del arte mexicano en la mitad del siglo XX, país de grandes muralistas que nunca estuvieron encerrados bajo un muro porque siempre amaron la libertad.
Diego Rivera, comentó sobre la obra de F.K., no sólo la retrató a ella en su pintura, sino que sentenció: Su obra es ácida y tierna dura como el acero Y fina como el ala de una mariposa amable como una sonrisa y cruel como la amargura de la Vida… Verán yo no creo que ninguna mujer haya plasmado jamás tan angustiosa poesía en un lienzo.
Vuelve el icono con las alas del Ángel de México y no reconoce fronteras. La fotografía es Arte. Frida fue modelo irresistible de la sugestión, con máscara o desnuda. Rolando Gabrielli©2008

miércoles, julio 09, 2008

No éramos mejores


El Amante amado

"Pablo amor" quisiera que esta carta llegue el dia 12 de julio de tu cumpleaños. Pablo amor que seas feliz. Todas las horas del día y de la noche estes donde estes y con quien sea sea sé feliz, te recordare, pensare en ti alma mia. Mi corazon esta tivio de amarte tanto y pensar en ti. Amor amado amor te beso y te acaricio todo tu cuerpo amado. Amor amado amor amor amor mío amor. Tu Alicia que te Ama"
Sencilla, sin mayor pretensión, llena de sentimientos, amor, como si fuera una lectora lejana, universal, desconocida, del gran idilio que relata , "el folletín amoroso"Veinte Poemas de Amor y una canción desesperada, Alicia le escribe a su amor real: Pablo Neruda. Las faltas de ortografia y de tildes, acentos, corren por cuenta de este amor al amor. Un corazón quizás "tivio" sea realmente tibio, pero es más intensa tal vez la imagen, porque ese músculo llamado corazón se fricciona de tanto amar y transforma en llama, incendio y llega a la tibieza con el tiempo y la distancia.
Grande de amores, se definió Neruda en alguna oportunidad, sin duda, espléndido, generoso, quien volviera una y otra vez en su poesía a ese pequeño motor que le pone miel y sal y vida a la vida. Las cartas son personales, sólo interesan a dos, porque llevan el sello de lo intransferible, el misterio de la palabra que le pertenece al Otro. Es un género en verdad antiguo, nacido para reflejar sentimientos, palabras que no pueden ser escritas sino sobre ese papel que tiene un destinatario único, con nombre y apellido. El deseo va en una carta, hoja simple, caligrafía del corazón. Quien escribe una carta se abandona a la palabra y naufraga en ese mar de pequeños márgenes.
Neruda supo de esas epístolas desde Rangoon, días solitarios, absolutamente residenciarios...Sucede que me canso de ser hombre. Cartas y tarjetas que no tuvieron respuestas: me gustas cuando callas porque estás como ausente...Albertina Azócar enmudeciò como la palabra mudez y calló para siempre en vida del Vate. ¿Las Musas van y vienen como los bienes raìces?. ¿El tiempo les (h)echa tierra? Neruda nunca la(s) olvidó. Tenía un registro amplio, pero muy particular en medio su agitado y caudaloso río.

martes, julio 08, 2008

La puta de Babilonia








Yo sé lo que hago. Lo que mis lectores están oyendo detrás de las palabras impresas es mi voz. Y no están leyendo un libro: me están leyendo el alma”. Fernando Vallejo

Fernando Vallejo le hace la cruz a las dos religiones más poderosas de la tierra: la Católica y Musulmana, pero le queda tiempo y espacio para "condenar" a los Prostestantes, Ortodoxos rusos, judíos, negar la existencia de Cristo, Dios y descansar al octavo día para despacharse a Bush, todos los papas-con énfasis en Juan Pablo II-el presidente Uribe de Colombia, Don Juan Carlos Borbón, Fidel Castro...porque las 321 páginas de La Puta de Babilonia, son una hoguera abierta sobre una honda cicatriz de siglos de inquisiciones que soportan la debacle del mundo sobre el que indaga y refleja el escritor colombiano. Sobre el tema de las religiones y sus santos oficios se había dicho casi y de todo, pero Fernando Vallejo, autor de El Desbarrancadero y La Virgen de los sicarios, se las arregla para documentar un clima de horror, espanto, crìmenes a lo largo de la historia y subrayar, según sus investigaciones y lecturas, una suerte de arqueología de la farsa, mentira y las contradicciones de las escrituras. Cita las lenguas de la fe, y confronta las escrituras con sus tres idiomas: griego, latin y arameo, y no encuentra más que un oscuro pozo dentro de un laberinto de contradicciones.
Amante de los animales, una de las pocas cosas que se le escapó en su expediente, alegato arqueo-lógico, exposición, anticlerical, es que el Corán no incluye ni cita camello alguno en sus páginas, como una vez advirtiera Borges. Lo que trata el libro es la historia de las religiones, sus contradicciones, guerras, conquistas, errores de la Iglesia Católica, las andanzas de Mahoma, y Fernando Vallejo reconoce que "la puta de Babilonia, la impune bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquí se als voy a cobrar". En El desbarrancadero, le había pasado la cuenta a su madre y en cada uno e los libros, de una y otra manera, a Colombia. Bastaría con leer las primeras 37 líneas del libro, página y media, para saber donde su autor quiere o se aproxima llegar. Los adjetivos, la ironía, la documentación, son elocuentes para un libro que hasta cuando llegó a mis manos, tenía seis reediciones en menos de un año. Debe ser uno de los libros más condenados por el Vaticano y el Islam, por su lenguaje y actualidad.
Las referencias y estos apuntes no son nuevos, porque el libro circula desde el 2007 y en Internet se encuentran todas las referencias inimaginables, por lo candente del tema, y el autor dio en su oportunidad diversas entrevistas sobre su obra y expuso sus puntos de vista.
Veamos que ha dicho Vallejo, de como escribió el libro:
“Lo estuve escribiendo desde siempre, en la cabeza: en dos años lo pasé al papel. Con Amazon y el internet la documentación me resultó más fácil de lo que en un principio pensaba. Todos los padres de la Iglesia, griegos y latinos, están allí. Orígenes, San Jerónimo, San Agustín... Con el internet desapareció la erudición. Buscas por ejemplo en Google Miguel Cerulario (el emperador bizantino que el actual Papa citó en su conferencia de Ratisbona provocando la ira de los musulmanes) y con un clic tienes junta una información inmensa que antes te habría costado una vida entera reunir. El peor enemigo de la Biblia es la Biblia misma; para destruirla no se necesita más que conocerla. La lees con atención y vas descubriendo sus contradicciones, sus imbecilidades, sus inmoralidades, sus infamias. Cuando Lutero la tradujo al alemán abrió la caja de Pandora. Pues bien, a las traducciones de la Biblia a las lenguas vernáculas que siguieron a la de Lutero al alemán se ha venido a sumar ahora el internet. La historia monstruosa de la Iglesia ya está al alcance de todos y no la van a poder ocultar ni un día más. Esta institución delincuente, que ya no puede matar, ni torturar, ni quemar, libros y gente, no podrá impedir un día más que salga a luz la verdad de su impostura y sus horrores y el cuento burdo que se inventaron del tal Cristo.”
Lo más importante, amigo lector, es leer el libro y sacar sus propias conclusiones. Estos son unos apuntes, nada más. Rolando Gabrielli©2008

lunes, julio 07, 2008

Neruda inédito, se sigue viviendo












Los infatigables sabuesos de la poesía nerudiana han dado con un nuevo libro inédito de Pablo Neruda, que la divina providencia habría salvado de las manos de Matilde Urrutia, su Musa y mujer, a quien no estaba dedicado, ni destinado este poemario, intitulado: Àlbum de Isla Negra.
Fue el último amor de su vida, una sobrina de su esposa, Alicia Urrutia, quien vivía en su casa por aquellos tiempos, año 1969, fecha del libro, según la información circulada en El Mercurio de Chile y que ya es noticia mundial a través de las agencias noticiosas. "Cuando ya no esté, publicarán hasta mis calcetines", dijo Neruda, premonitoriamente. Mientras el abogado y coleccionista, Nurieldín Hermosilla, que tiene los poemas en sus manos, sostiene que es auténtico: "está escrito con su inconfundible tinta verde y la P es de Pablo, muy difícil de hacer", algunos poetas consideran que es un divertimento nerudiano de fin de vida. Por lo que relatan personas allegadas a Neruda y a esta historia, el autor de Los versos del Capitán, estaba profundamente enamorado de Alicia y fue una relación que superó los embates de la campaña
presidencial, el premio Nobel, los primeros tiempos del gobierno de Allende, hasta que Matilde descubrió el romance y apostó a una embajada en Francia para el Vate de Isla Negra. Habría dicho, esa mujer de fuerte carácter, que un día se le atravesó a La Hormiguita, el importante amor argentino de Neruda(Delia del Carril) :"Matilde le dijo 'yo sigo con usted, pero océano por medio"'. En su poema Ayer! Ayer!, de Memorial de Isla Negra, Neruda le canta a Matilde: Tus ojos aguerridos/tus pies desnudos/dibujando un rayo/tu rencor de puñal, tu beso duro/como los frutos del desfiladero/ayer, ayer/viviendo en el ruido del fuego/furiosa mía/paloma de la hoguera/aún hoy sin mi ausencia, sin sepulcro/tal vez, abandonada de la muerte/abandonada de mi amor, allí/donde el viento monzón y sus tambores/redoblan sordamente y ya no pueden/buscarme tus caderas extinguidas.
Descrita está...
El hallazgo hecho público se produce a unos pocos días del cumpleaños 104 de Pablo Neruda( 12 de julio), un autor esencial en el siglo XX y de la poesía del habla castellana. Neruda en vida se regalaba libros en cada uno de sus cumpleaños. Así quizás prolongaba, homenajeaba la vida con una fiesta de la palabra impresa y reunía a sus amigos en Isla Negra, para festejar el gran fiestero que era. Fue un niño solo, habitante en el país lluvioso de la lluvia, allá en La Frontera, donde paseaba en el tren lastrero, cuyo maquinista era su padre, y vino a estudiar a Santiago, donde vivió en pensiones desoladas frente al crepúsculo por horizonte y los bares como algo cotidiano. Así creció después su poesía, entre la infancia lluviosa, desolada, la selva, la memoria de su días infinitos, su viaje hacia una nueva desolación y residencia en la tierra, en el hosco y enigmático Rangún, España y la Guerra Civil, La Hormiguita, la Segunda Guerra, el Canto General, Mundial, Senador, su exilio, Matilde Urrutia, Chile un tiempo de Paz, viajes, la candidatura presidencial, Premio Nobel y sus días finales tras el golpe de Pinochet.
El manuscrito llegó a las manos del abogado mediante un librero que lo había comprado a un desconocido. El importante en esta historia, además de Neruda y Alicia, es el desconocido, que pudo ser alguien muy allegado al poeta o a su amante y que el viento díscolo de la historia algún día podría dar a luz su nombre. Y la noticia sigue revelando nuevas cosas. El abogado Hermosilla ha comentado en El Mercurio, que pagó una cifra de seis ceros por el manuscrito.
Neruda partió a París y a la gloria, la antesala eterna del Nobel y se llevó a Alicia en su corazón, según cuenta Aída Figueroa, su vieja amiga y guardiana de la Fundación Neruda. Y sigue contando la historia: "A Alicia—esta figura que por mucho tiempo se trató de soslayar—Neruda le regaló el poema 'La espada encendida', que es una voladura adolescente de pasión descomunal. Fue la última pasión de Neruda y le trajo terribles dolores. Creo que separarse de Alicia le hizo muy mal fisiológica y anímicamente, se le produjo un trauma por esta pasión extemporánea"... Cuando a Neruda le preguntaron por los días del Nobel, en Estocolmo, ¿cuál es su palabra favorita?. La palabra amor, respondió. Ahí está la respuesta para Aída Figueroa.
En esta historia real, hay mucho más. Volodia Teitelboin, su amigo, copoartidario y confidente hace algunas revelaciones en su libro Neruda. "Al rey, al cual sorprendieron yaciendo desnudo, quieren convertirlo en mendigo. Pero el poeta tiene voz suficiente no sólo para defenderse, sino para interceder por ella ante el tribunal de la poesía, recrearla, hablar en su nombre, darle la sensación de nacimiento y redescubrimiento. "Y fuí mujer desde que me tocaste/y me hiciste crecer como si tú me hubieras hecho nacer"...Rosía, expulsada del paraíso, la fugitiva, sufrirá el castigo. Alicia fue arrojada por su tía Matilde en la vida real de Isla Negra, lo dijo Aida figueroa, antes Volodia y después Enrique Lafourcade en su libro Neruda en el país de las maravillas. Desde Europa, comenta Volodia, le envía maletas colmadas de presentes de Rhodo a Rosía, para decirle que se sentía "más solitario que la nieve". Lafourcade se pregunta quièn tendrá los originales de La espada encendida y se responde: Alicia. Que además debe tener cientos de cartas y tarjetas manuscritas del poeta. Y dibujos, versos de amor. Ese material, sin duda, es suyo, advierte el autor de Palomita blanca. Y ella está en su legítimo derecho para no mostrárselo a anie. Pero, de alguna manera, no le pertenece enteramente. la voz poética de Neruda, su peripecia vital, es de Chile y es también de la poesía universal, la tradición."
Alicia, cuenta Lafourcade, no se separaría ni olvidaría a Neruda ni en sus días agónicos en la Clinica Santa María en Santiago. Allá acudió y todo lo demás es imaginación. El poeta murió y por esas cosas enigmáticas del destino y de los días tenebrosos de la dictadura, fue velado en principio en un pasillo oscuro, un lugar kafkiano, como los tiempos que se vivían en Chile, porque el cadáver había desaparecido cuando sus deudos llegaron a la habitación. Neruda naufragaba como aquél barco de su poema y esos versos de la adolescencia: todo en mi fue naufragio.

Del poema la Poesía








De un pregunta inteligente de Silvina Friera de Página 12, al escritor chileno Jorge Edwards, resultò una respuesta manoseada, anacrónica, seudo romántica y hasta sospechosa: veamos.
–¿Por qué el poeta tiene un prestigio más elevado que el novelista?
Edwards responde: –El escritor, el prosista, el narrador, es un hombre más organizado, puede escribir una novela de doscientas páginas en un trabajo continuado que implica un cierto orden. En cambio, el poeta a veces escribe en un momento de inspiración y después puede emborracharse toda la noche o desaparecer y reaparecer (risas). Hay un aire de locura en la poesía. El poeta es una especie de iluminado o de inspirado; el novelista tiene que organizar su tarea y utiliza mucho más la razón. El novelista escribe de nueve de la mañana a dos de la tarde; el poeta trabaja todo el tiempo, incluso cuando duerme, porque todos los poetas de repente escriben algo en un papelito y lo guardan, o de repente uno les cuenta un chiste y lo anotan, y de ahí sale una poesía. El poeta escribe todo el tiempo y nunca escribe en forma metódica. Yo como prosista he observado siempre con interés y con fascinación este enigma del trabajo de los poetas.
Edwards plantea que una parte importante de la inspiración de los poetas ha sido siempre la temática amorosa. “
Los poetas que retrata y a los que se refiere JE en esta respuesta, sin duda existen, pero pocos alcanzaron la genialidad como Rimbaud tan joven, espontáneo y algo "descuidado" en la vida, pero seguramente hizo sus lecturas y trabajó la poesía no sólo con talento, inspiración y asesorado por sus musas más allá de los tiempos. Una excepción, tal vez, y hay más, antes y después, pero los poetas en el siglo XX, especialmente, trabajan sus textos, una, dos, tres y diez veces. Jorge Teillier, nos quería hacer creer que sus imágenes e historias poéticas eran escritas de un viaje, cuando en verdad tenía siete versiones diferentes. Pablo Neruda, a quien Oscar Hahn y muchos otros lo califican de un fabricante de poesía, trabajaba todos los días de manera ordenada como un oficinista frente a sus cuadernos con su legendaria tinta verde. Nicanor Parra trabajaba las 24 horas del día y le pedía una prestada al día siguiente. Gonzalo Millán, todos los días con un horario férreo y sus poemas contenían unas 9 versiones. Gonzalo Rojas que va y viene con su poesía y libros que arma. Toda escritura es un enigma y tiene sus maneras, oficios, andadura. La Musa muchas veces patalea, se arranca el corazón y el poema no aparece, surge un hilo de humo que se lo lleva el viento, un vaho sin sentidos, rostro, ni pequeñas orejas para seguir esuchando las voces de los dioses. Enrique Lihn, El Poeta en la novela de Edwards, La Casa de Dovstoievsky, era lector y escritor disciplinado, si no, no podría haber ejercido la crítica lúcida, sistemática, ni haber escrito una obra tan importante. La última vez que ñp vo en su casa en Santiago, cuando nos despedimos, se fue a una pequeña habitación que tenía en el patio de la casa, a seguir escribiendo, ordenando su obra y últimos días. Eso que el poeta no trabaja su poesía es de un infantilismo pueril, engañoso y romanticoso.
No hablemos de Mallarme, Borges, T.S. Eliot, Gabriela Mistral, Valery...La temática de la poesía es muy amplia desde tiempos inmemoriales, el amor, la naturaleza, la política, lo religioso, la vida, la muerte, el tiempo...
Dylan Thomas, un poeta y narrador galés que siempre he admirado, respondió sin academicismos ni consideración a Stephen Spender, "es una mentura de la gran puta", cuando dijo que todos los poetas hablan el mismo lenguaje."mucho de mi poesía es, lo sé, una búsqueda y un terror de temibles expectativas, un descubrimiento y un enfrentamiento del miedo. Guardo una bestia, un ángel y un loco dentro de mí y ni búsqueda es saber como obran y mi problema es sojuzgarlos y vencerlos, derribarlos y elevarlos y mi esfuerzo es que se expresen a sí mismos. El poema es como todos los poemas, su pregunta y respuesta.
"Ayer- dice Dylan Thomas en una carta a Pamela Hansford Johnson- todo el día trabajé más que un peón, en seis líneas de un poema. Las terminé, pero al trabajarlas, las elegí y las limpié tanto que no quedaba más que su bárbaro estruendo". Y en otra carta a Pamela le comentaba sobre el oficio de su escritura: "Escribo a la velocidad de dos líneas por hora. He escrito cientos de poemas y cada uno me ha llevado grandes y muchas dolientes y sudurosas horas, torturantes del cerebro"
¿Por qué escribe usted?
Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín
Porque góngora porque la tierra porque el sol:
porque san juan porque la luna porque rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel
Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed
porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas
porque más porque algún día
porque todos porque quizás
Óscar Hahn