lunes, julio 07, 2008

Del poema la Poesía








De un pregunta inteligente de Silvina Friera de Página 12, al escritor chileno Jorge Edwards, resultò una respuesta manoseada, anacrónica, seudo romántica y hasta sospechosa: veamos.
–¿Por qué el poeta tiene un prestigio más elevado que el novelista?
Edwards responde: –El escritor, el prosista, el narrador, es un hombre más organizado, puede escribir una novela de doscientas páginas en un trabajo continuado que implica un cierto orden. En cambio, el poeta a veces escribe en un momento de inspiración y después puede emborracharse toda la noche o desaparecer y reaparecer (risas). Hay un aire de locura en la poesía. El poeta es una especie de iluminado o de inspirado; el novelista tiene que organizar su tarea y utiliza mucho más la razón. El novelista escribe de nueve de la mañana a dos de la tarde; el poeta trabaja todo el tiempo, incluso cuando duerme, porque todos los poetas de repente escriben algo en un papelito y lo guardan, o de repente uno les cuenta un chiste y lo anotan, y de ahí sale una poesía. El poeta escribe todo el tiempo y nunca escribe en forma metódica. Yo como prosista he observado siempre con interés y con fascinación este enigma del trabajo de los poetas.
Edwards plantea que una parte importante de la inspiración de los poetas ha sido siempre la temática amorosa. “
Los poetas que retrata y a los que se refiere JE en esta respuesta, sin duda existen, pero pocos alcanzaron la genialidad como Rimbaud tan joven, espontáneo y algo "descuidado" en la vida, pero seguramente hizo sus lecturas y trabajó la poesía no sólo con talento, inspiración y asesorado por sus musas más allá de los tiempos. Una excepción, tal vez, y hay más, antes y después, pero los poetas en el siglo XX, especialmente, trabajan sus textos, una, dos, tres y diez veces. Jorge Teillier, nos quería hacer creer que sus imágenes e historias poéticas eran escritas de un viaje, cuando en verdad tenía siete versiones diferentes. Pablo Neruda, a quien Oscar Hahn y muchos otros lo califican de un fabricante de poesía, trabajaba todos los días de manera ordenada como un oficinista frente a sus cuadernos con su legendaria tinta verde. Nicanor Parra trabajaba las 24 horas del día y le pedía una prestada al día siguiente. Gonzalo Millán, todos los días con un horario férreo y sus poemas contenían unas 9 versiones. Gonzalo Rojas que va y viene con su poesía y libros que arma. Toda escritura es un enigma y tiene sus maneras, oficios, andadura. La Musa muchas veces patalea, se arranca el corazón y el poema no aparece, surge un hilo de humo que se lo lleva el viento, un vaho sin sentidos, rostro, ni pequeñas orejas para seguir esuchando las voces de los dioses. Enrique Lihn, El Poeta en la novela de Edwards, La Casa de Dovstoievsky, era lector y escritor disciplinado, si no, no podría haber ejercido la crítica lúcida, sistemática, ni haber escrito una obra tan importante. La última vez que ñp vo en su casa en Santiago, cuando nos despedimos, se fue a una pequeña habitación que tenía en el patio de la casa, a seguir escribiendo, ordenando su obra y últimos días. Eso que el poeta no trabaja su poesía es de un infantilismo pueril, engañoso y romanticoso.
No hablemos de Mallarme, Borges, T.S. Eliot, Gabriela Mistral, Valery...La temática de la poesía es muy amplia desde tiempos inmemoriales, el amor, la naturaleza, la política, lo religioso, la vida, la muerte, el tiempo...
Dylan Thomas, un poeta y narrador galés que siempre he admirado, respondió sin academicismos ni consideración a Stephen Spender, "es una mentura de la gran puta", cuando dijo que todos los poetas hablan el mismo lenguaje."mucho de mi poesía es, lo sé, una búsqueda y un terror de temibles expectativas, un descubrimiento y un enfrentamiento del miedo. Guardo una bestia, un ángel y un loco dentro de mí y ni búsqueda es saber como obran y mi problema es sojuzgarlos y vencerlos, derribarlos y elevarlos y mi esfuerzo es que se expresen a sí mismos. El poema es como todos los poemas, su pregunta y respuesta.
"Ayer- dice Dylan Thomas en una carta a Pamela Hansford Johnson- todo el día trabajé más que un peón, en seis líneas de un poema. Las terminé, pero al trabajarlas, las elegí y las limpié tanto que no quedaba más que su bárbaro estruendo". Y en otra carta a Pamela le comentaba sobre el oficio de su escritura: "Escribo a la velocidad de dos líneas por hora. He escrito cientos de poemas y cada uno me ha llevado grandes y muchas dolientes y sudurosas horas, torturantes del cerebro"
¿Por qué escribe usted?
Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín
Porque góngora porque la tierra porque el sol:
porque san juan porque la luna porque rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel
Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed
porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas
porque más porque algún día
porque todos porque quizás
Óscar Hahn

1 comentario:

Unknown dijo...

HOLA QUISERA SABER SI USTED CONOCE COLECCIONISTAS DE PABLO NERUDA, SOY SOBRINA NIETA DE MATILDE URRUTIA Y NECESITO VENDER ALGUNAS COSAS