Mi época, diría,
algunos bares,
amigos,
amigos,
el tiempo
entre los dedos,
poemas malditos,
páginas al amanecer,
albas como sábanas
albas como sábanas
un vino dulzón- amargo, el amor,
noches plenas en su oscuridad,
avenidas interminables,
cada día un pulso diferente,
cada día un pulso diferente,
mañana diría, tal vez.
Debieron pasar muchas cosas,
seguramente, antes y después,
martes fueron quizás los días,
fechas ociosas,
el tiempo topa con el tiempo,
mi generación no estuvo sola
en la cama.
Inmortales,
no digamos más.
Rolando Gabrielli©2016