sábado, febrero 04, 2006

GLOBAL PAGE, el nuevo formato

GLOBAL PAGE, el nuevo formato
Periodismo de Bitácora en la Era Digital
¿El Sueño de la Imagen o la Palabra Real?
Rolando Gabrielli©2006
La tecnología, el hombre digital, el tiempo, el maquillaje perverso de la imagen banal, la pérdida de credibilidad del lector común y corriente, la reiterada mentira de los grandes medios, el impacto de los juegos electrónicos, el desquiciamiento global de los valores como la libertad, democracia, realidad, es la tinta invisible con que se imprime cada día la página más importante de las noticias mundiales. Es la sombra real de la llamada Global Page, carta rectora, matriz, de la información sin fronteras, ni puntos cardinales, porque navega y se repite donde los continentes son hielo, los desiertos una tibia sombra del silencio y las grandes ciudades viajan ciegas a la velocidad de la imagen detrás de un mensaje en sordina. Los Blogs, las Bitácoras, nacieron por desconfianza de los grandes medios, abuso de la mentira, irrespeto del lector, abandono de la libertad de expresión y su olvido sistemático como destinatario principal de la información. Los nuevos, indescifrables tiempos para los expertos en Medios, trajeron el Blog, un periodismo alternativo, comunicación horizontal con algo de deshaogo, libertad personal, infinita, sin tiempo, ni jefes, ni pautas, menos agendas o compromisos, llega directamente a los usuarios más jóvenes, interesados, activos, inconformistas. Sucede la Inter-comunicación sin intermediarios, lo que muchos diarios grandes quisieran alcanzar hoy y ven en el Blog una respuesta a su distanciamiento del lector. La tendencia a leer poco se ha globalizado, a escribir menos y hacerlo de una manera cortante, mecánica, en un nuevo argot digital. Ese público consume, piensa a su manera, hace, actúa, está. ¿Cómo informarlo? ¿Cómo llegar a él? Son algunas de las preguntas que se hacen los estudiosos, editores, dueños de medios y periodistas. Las universidades formadoras de periodistas son las más interesadas en dilucidar estos temas, que aún están en proceso de aprendizaje y de búsqueda de soluciones. La tecnología en solitario no es suficiente, se requiere talento, cultura, conocimiento, ética, responsabilidad social, manejo, creatividad, capacidad de análisis, sentido común, olfato, para elaborar una información y contar una historia interesante, creíble y que sea bien recibida por un lector exigente, interesado.
Periodista laptop
Periodista laptop. Las preguntas que se hacen los expertos en tendencias de los escenarios para el periodismo y la información en la era digital, apuntan a cómo asociar el papel con la pantalla. Los agoreros futuristas acerca de la desaparición del diario impreso y de los libros inclusive, comprenden que el tema es más complejo y que se requiere de una fusión de ambos conceptos, estilos, con el propósito de captar, acercarse y hacer partícipe al lector de la noticia o información. Si damos un vistazo por los metros, subway, buses, parques del mundo, vemos mucho menos gente con un diario en la manos, un libro ni decir, o algún pedazo de papel con letras. La preocupación sobre el impacto real de los Medios impresos y su futuro, es real, y así lo confirma el Poynter Institute de La Florida, Estados Unidos, que investiga el tema de las tendencias, comportamientos de lectores, manejo de las nuevas tecnologías y su adaptación. Se ha abierto, en nuestra opinión, un universo infinito de posibilidades con las herramientas de las telecomunicaciones, que superan al Periodista Laptop. No es suficiente sin duda, carga una mochila con un arsenal tecnológico y enchufarse al mundo y lanzar textos al ciberespacio como si fueran estrellitas de Navidad. Cuando usábamos el lápiz, el bolígrafo, la libreta de notas, la máquina de escribir y mucho antes los papiros, los grandes libros medievales, las piedras, existía otro sentido de la comunicación y el marketing era más reducido. La palabra tenía otro peso y significado. Se hablaba de las sagradas escrituras y las bibliotecas eran recintos no públicos, muchas veces prohibidos, altamente selectivos, una poderosa nave del saber. La famosa de Alejandría, fue incendiada. Steve Outing, le gusta predecir el futuro, lo que viene en materia de periodismo para alertar, preparar a los nuevos cachorros del periodismo global. Outing enseña en el estado de Colorado las nuevas técnicas para el periodista del siglo XXI y también estudia y recomienda que hacer a la industria de comunicaciones sobre los nuevos medios. Opina este profesor norteamericano que un periodista debe estar preparado tecnológicamente para enfrentar el mercado, más allá del papel o de lo digital. Sin duda, la juventud, el nuevo lector, es on line. El hombre celular se ve caminando por la calle, con sus pequeños juegos hipnóticos, lecturas chat, un lenguaje empobrecido por lo alterado, deformado uso de lo coloquial. Son máquinas reproductoras de “nuevos idiomas”, apéndices psicoverbales del momento que van creando atmósferas de incesante comunicación individualizada que pasa a lo grupal, como un lenguaje de una nueva tribu de encantados por la tecnología y la Era Banal. En este sentido, S. Outing apunta certeramente sobre lo que vemos a diario, se leen menos los periódicos, ahí reposan en las tiendas los grandes bultos de papel noticioso, abandonados como cualquier otra mercancía perecible. Papel para ser reciclado, un producto fuera del mercado por la acción del tiempo y que no fue de interés del consumidor. ¿Las papas resisten más tiempo en los escaparates.? En la nueva distribución de las noticias y sus formas combinadas de elaborarlas, pareciera estar la clave, para Outing, de la supervivencia del periodista y los impresos. Enviar la información donde esté el lector-usuario, sostiene, pero lo primer es concentrarse en la elaboración de la información para luego con habilidad y conocimiento distribuir el mensaje. Es cierto, Hemingway, García Márquez, Truman Capote, Graham Greene, Norman Mailer, Cabrera Infante, no necesitaron de las tecnologías para revolucionar el periodismo mundial y captar millones de lectores hasta hoy día. La antigua y obsesiva frase no académica, aunque la escuché por primera vez en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, el periodista nace o se hace, debe contar con el olfato, la creatividad, el talento, conocimiento y el desarrollo de la técnica del periodismo y paralelamente de las nuevas tecnologías. Pero, el periodista debe estar lo más distanciado posible del marketing, reservar su oído para el off the record, salvar la fuente, ir a la fuente, analizar, ser objetivo dentro de la subjetividad de la profesión, y encontrar el ángulo de una vieja Minolta. Un periodista banal escribirá informaciones superficiales y su enfoque será minusválido. El formato es importante, pero más lo es su contenido, la veracidad, impacto de la información. Credibilidad, arma de todos lso tiempos.
Credibilidad, arma de todos los tiempos
Sin credibilidad, no hay periodismo y menos lectores. ¿Qué temas le interesan a las personas comunes y corriente? El empleo es uno de ellos. Sin duda. Debiera haber una cátedra en las Escuelas de Periodismo para desarrollar este tema. La salud, es otro, la educación, el transporte, la corrupción, la ciudad y su medio ambiente, entre otros. La mujer y su papel en la sociedad, debieran figurar entre los asuntos prioritarios de manejo en las escuelas de periodismo y en los medios de información. Cátedra sobre los Derechos Humanos para ser más humano y acerca de las libertades comunes, compartidas, de expresión y todo l oque tenga que ver con el hombre del siglo XXI para su mejor desarrollo y comportamiento. Menos basura impresa o digital. No a la chatarra verbal. Al manoseo del espíritu. Los medios, sin entrometerse, deben dar una visión del mundo espiritual y material. S. Outing de 49 años de edad, quien egresó como periodista en 1978, Colorado State University, sostiene que ante los cambios es importante caminar la senda de los nuevos formatos de historias en multimedia y competir on line como lo hace el periodismo impreso. Dos diarios influyentes en Estados Unidos y citados por Outing, en una entrevista al diario argentino La Nación, -The New York Time y USA To Day, reconocen esta revolución imparable de las nuevas plataformas informativas donde el lector también es emisor. Cada computadora puede transformarse en un Blog, y de hecho nacen millones como callampas en medio del bosque Internet. La mayoría son diarios de vida, focos de intimidad, sueños personales. Sin embargo, le están dando un nuevo rumbo y sentido a las comunicaciones impresas. Outing tiene un punto claro sobre el nuevo escenario Impreso-Digital y viceversa, porque se genera en ambas vías esta retroalimentación de los mercados emergentes y en disputa. Los nuevos periodistas y medios, sostiene Outing, “tienen que ser capaces de actuar recíprocamente y comunicarse mucho más estrechamente con su audiencia. Acostumbrarse a manejar y responder una mayor comunicación con los lectores; utilizar mejor a la audiencia como fuente de información e ideas, asociándose a ellos a través de un sistema de colaboradores expertos o co-redactores para producir mejores historias. Más periodistas tendrán que aprender a ser "editores ciudadanos" (citizen editors), es decir que tendrán que trabajar con los miembros de su comunidad, también productores de información y conocimiento, para compartir sus fuentes, entrenándolos, eligiendo el mejor contenido que contribuya al proceso de producción de noticias y verificando la confiabilidad de las fuentes utilizadas.” La revolución de los bloggers.
La revolución de los bloggers
Desde luego todo esto en comunidades avanzadas, que buscan y promueven un cambio, que no monopolizan el hechizo de la información y que creen en la solidaridad y desarrollo humano. Es todo un cambio de actitud, filosofía, no sólo de formato. Forma y contenido, quizás nunca fueron más indispensables ahora para el periodismo. Detrás de cada forma está el hombre, su razón, creatividad, talento, experiencia, vida finalmente. La revolución de los Blogs, que tanto preocupa a los medios impresos, es también humana, un comportamiento de esta época, y la pus que los Grandes Medios no quieren ver más que en el cerebro ajeno. Los Bloggers son un a revolución en sí, sin duda, porque nacieron de la disconformidad del estado actual de la información, muchas veces parasitarias de las grandes decisiones, renga, coja, muda y ciega. Los Medios que se suman y son protagonistas, líderes de los cambios con las nuevas plataformas informativas, sumarán a los bloggers de una u otra manera, vinculándolos, como sugiere Outing, y asimilándolos al mismo tiempo, desde su nueva óptica para que chateen con los lectores y analicen desde sus perspectiva. Hace la diferencia de los bloggers profesionales, porque en periodismo, y no es cuestión de tecnología y época, se requiere de una madurez cultural y conocimiento para poder interactuar con los lectores, que podrían superarlos en sus áreas específicas, intereses y expectativas. Los diarios, sostiene el editor de Poynter Institute, buscan asociarse a los bloggers porque también son una “amenaza” para su propia supervivencia. Lo que es absolutamente real en el mudo digital, es que google, yahoo, están compitiendo y obteniendo una parte cada día más creciente del mercado publicitario. Un hecho real en el mundo digital.

BLOG DE VIDA, DIARIO DE MUERTE



La muerte es un ejercicio fatal. Toca la puerta sin avisar. Puede ser un paso leve o violento, a un mismo abismo. Siempre Es letal. Nadie escapará, pero no hay por que apurarse, tomarle la palabra antes de tiempo. Primero que la muerte, la vida. Seamos más originales, conservemos la vida, no la muerte. De muerte se muere una sola vez. De vida, se sigue viviendo.
Vernon Lee Evans, de 54 años, acusado de un doble homicidio que no reconoce, está a unas horas de ser ejecutado en Maryland, Estados Unidos. No sería el primero, ni el último que pasa años en el corredor de la muerte y finalmente es ejecutado. Lo novedoso es que Evans tiene su Blog, al igual que otros 500 reclusos condenados a muerte. Él no cuenta con una computadora y es Virginia Simmons, una antigua luchadora contra la pena de muerte, quien hace de websmaster. Escribe tal vez un Diario de Vida, en el Blog de la muerte. Allí comenta sus rutinas en prisión. Responde a quienes le escriben pidiendo consejos a quien ha tenido más de dos décadas en prisión pata reflexionar.
Hombre religioso, se levanta a las 5.30 A.M., para ver programas relacionados con sus creencias. Luego se medica para su hipertensión y comienza con su blog.

Vernon como muchos presos, vivió una infancia infernal. Golpeado en casa, abusado sexualmente fuera de ella, abandonado, intentó a los 10 años suicidarse. Alcoholismo, drogas, fueron los pasos siguientes de su angustiada vida, que seguía pendiendo del hilo del suicido. Nada nuevo bajo un negro sol desesperanzador para Vernon. Evans sostiene que él no apretó el gatillo. Su novia lo denunció y dijo que le vio con un arma, pero no disparando. En Maryland no matan a los blancos, comentan algunos activistas. Todo está escrito en su Blog de vida, en el cual aún respiran sus palabras, la rutina de sus negros días en la cárcel.
Rolando Gabrielli©2006



viernes, febrero 03, 2006

JOIN

Una madera unida a otra, como si no se notara el trabajo del ebanista. Y menos del árbol de donde vienen. Aunque raíces ellas de un mismo futuro. Join, uniones, donde las asperezas dejan los nudos y las piezas van acomodando sus cinturas, la única bisagra y el hondo de lo hondo en lo hondo. Nada que la precisión y la armonía de las partes pudiera descartar. Sí, ensambladura, donde sólo el alma llega.
Rolando Gabrielli©2002

COCINANDO con BORGES la Poesía, en HARVARD


Cocinando con Borges, la Poesía, en Harvard
Rolando Gabrielli©2006
Jorge Luis Borges, argentino, porteño, bilingüe, ficcionador de vicio, adquirió fama repentina con su libro de poesía El Hacedor(1960). Compartió con Samuel Bekett el emblemático premio Formentor y a partir de allí, JLB adquirió ciudadanía de escritor universalmente reconocido. Ya viajaba insomne en las tinieblas de su ceguera, visitado por sueños borgeanos en su eterno laberinto bonaerense de paisajes amarillos y grises.
El célebre y cáustico autor de Ficciones y El Aleph, bibliotecario de un Dios ciego, corrigió de viejo sus tres primeros libros de poesía y teorizó sobre este género en su Arte Poética, conversación que realizó en la Universidad de Harvard. Ya frisaba los setenta años, cuando entró a esa prestigiosa sacra bóveda del saber norteamericano, y con la paciencia de un Lord inglés dictaría, más bien conversaría unas muy cuidadosas conferencias aparentemente espontáneas, en un monólogo sencillo, sobre sus perplejidades poéticas y literarias.
Borges venía de muchas vueltas por sus laberintos que se bifurcaban en distintos caminos y el buscaba donde todo y nada se encuentra. Quien camina a tientas por Buenos Aires, adivina el parpadeo de sus calles en la memoria del tiempo, sólo ofrece a su audiencia sus dudas después de medio siglo de literatura. Borges comenzó a cocinar en Harvard su poesía con placer, modestia y sabiduría. En la primera de sus seis conferencias, titulada: El enigma de la poesía, del cual advierte desconocer, asegura que la poesía nos acecha a la vuelta de la esquina y puede surgir ante nosotros en cualquier momento. “La vida está, estoy seguro. hecha de poesía”, sentencia el poeta porteño que hablaba no sólo inglés, sino francés y alemán, idiomas en los que hacía traducciones.
La poesía, el lenguaje, recordó Borges, no sólo era un medio para la comunicación, sino que podía ser una pasión y un placer. El Arte, sucede, citó al norteamericano Whistler y agregó: cada vez que leemos un poema. JLB se definía asimismo como un poeta más que un narrador. ¿Era otro Borges, o el mismo que no siempre sabía quien era?
La edición española de estas conferencias borgeanas es de la Editorial Crítica de Barcelona y llegó a mis manos por la generosidad de la Embajada de España en Panamá, a través de su Agregado Cultural, Cristian Font, y en su prólogo suscrito por Pere Gimferrer, reconoce la humildad y sencillez de este Borges sin máscara. Una voz espontánea con una improvisación no tan calculada quizás, como un viejo metafísico lanza sus creencias, dudas, perplejidades y certezas. Resuelve sus interrogantes con otras tal vez y nos dice de paso que los grandes maestros de la humanidad no fueron escritores, sino oradores como Cristo, Buda, Pitágoras y Sócrates.
En un recorrido histórico, precisa que “los griegos no hicieron demasiado uso de los libros”.
Y continúa con su charla en al ciega expresión del tiempo, bajo el mando de su bastón, asombrándonos con sus opiniones sobre el peregrinaje de los libros desde Oriente y sobre las Sagradas Escrituras, a quien llamaron el “hombre libro”, aunque subraya que no cree que un libro sea objeto verdaderamente inmortal para ser venerado. Para Borges, un libro es una ocasión para la belleza.
Las referencias a la literatura anglosajona en estas seis conferencias en búsqueda de sus lectores, se constata al paso de cada página. Estaba ante un público de habla inglesa, una lengua que heredó de su abuela y que nunca abandonaría en sus lecturas.
Vemos en estas páginas de sus conferencias a un Borges discípulo y que comentaremos individualmente en este febrero mágico. El viejo Borges erudito, sin duda, más al alcance de la mano de su auditorio y ahora lectores circunstanciales. Él se sentía más lector que escritor y apostaba a los lectores. Lo demuestra a cado paso en sus comentarios cuando hurga en la poesía del pasado y descubre que algunos versos se degradan con el tiempo y otros en que el tiempo enriquecía los versos.
“Sabemos qué es la poesía. Lo sabemos tan bien que no podemos definirla con otras palabras, como somos incapaces de definir el sabor del café, el color rojo o amarillo o el significado de la ira, el amor, el odio, el amanecer, el atardecer o el amor por nuestro país. Todo el mundo sabe donde encontrar la poesía y cuando aparece, uno siente el roce de la poesía, ese especial estremecimiento”. Borges habla en las próximas conferencias, como el mismo anuncia en su primer encuentro “torpe y titubeante”, sobre la metáfora, la música de las palabras, la posibilidad o imposibilidad de la traducción poética, sobre el arte de contar historia, es decir, la poesía épica, la más antigua y esforzada quizás, apunta, tipo de poesía. Acabaré, advierte, con una conferencia llamada Credo de Poeta, en al que intentaré justificar mi propia vida y La confianza en que algunos de ustedes puedan depositar en mí.

jueves, febrero 02, 2006

La Musa


















La Musa puede ser,
tenazmente esquiva,
no precisa, no presente,
con la ausencia debida.
Estar y no en el lugar,
dama díscola distante difusa,
mas nunca indiferente.
Rolando Gabrielli©2006

miércoles, febrero 01, 2006

La Luna


La Luna que tu ves,
nombra tus ojos.
Rolando Gabrielli©2006

FEBRERO


Febrero es azul,
pez de vivas aguas,
río arriba, río abajo,
nada, nada el pez,
en una u otra dirección,
veo la sombra de su corriente,
el sueño del dorado pez,
su firme timón bajo tus aguas.

Rolando Gabrielli©2006

Manzano paraíso


El manzano sueña
viéndonos
comer nuestro fruto
perdido aún
en el paraíso.

Rolando Gabrielli©2006

ALAS QUE TAÑEN

martes, enero 31, 2006

BLOG, BITÁCORA, DIARIO. Las ciudades reciclan su futuro















BLOG, BITÁCORA, DIARIO
(Bigger than life?)


Rolando Gabrielli©2006

En esta loca carrera de la competencia por llegar a algún lado primero, yo sigo creyendo en la voz del río. El silencio de su cálido verano, la corriente de su invierno. No hay más que dos estaciones en el lugar que habito en este mismo río. En la estación seca, las hojas del bosque envuelven al río y no deja de ser un secreto acuerdo entre estos dos grandes poderes. ¿No hay misterio en la golosina del tiempo? Enero se despide del calendario con una prisa algo calculada por la sombra de sus días. El verano sopla en el trópico. Estoy sentado en el Lobby del Hotel El Panamá, espacioso, cruzado por la brisa, tropicalísimo en la luz. Construido a mitad del siglo pasado, el antiguo hotel, lujo del espacio, permanece adivinado por los espejos del tiempo. Cuando ingresé en medio del bullicio del comercio callejero y el voceo de los taxistas, escuché nítido: Mr. Más extranjero que yo mismo, lo miré con un dejo de recién llegado. Paso frente al gran Casino Fiesta que franquea el Hotel con otro hotel y sus nuevas palmeras que se iluminan en la noche. La vía se llama Veneto. Hey, Mr, insiste el hombre de color con voz potente Caribe. Le sonrío, alzo una mano, como diciéndole soy de aquí, y no es tan cierto, de allá, y tampoco. Como entrar en detalle. La ciudad ha cambiado y no. La zona está rodeada de casinos, hoteles, comercio, gente, y en el Lobby veo los toros de la barrera con un ambiente de brisas cálidas, hermosas mujeres, una película sobre la ciudad que se erige en numerosos rascacielos sobre el mar. Yo, sigo igual. Only you, tarareo, sin que esté de moda. La informalidad de los turistas, sus pasos descomplicados, el tiempo cruza lentamente y no he escuchado un celular en 20 minutos. Los botones permanecen como estatuas hasta tanto no tienen que trasladar las maletas de los visitantes. La ciudad fuera del Hotel es otra realidad. Prefiero pasear frente a la piscina azul con sus recamaras casi al pie del agua, separadas por un antejardín y el bar bullicioso que en las noches se anima. Ambiente relajado, rostros de satisfacción, pienso en los altos cielorrasos de los cuartos del Hotel El Panamá, sus recámaras espléndidas, colosales, por donde desfilaron muchos presidentes y hombres importantes en el pasado siglo. En sus mesas de noche la fruta tropical jugosa y desconocían por completo el celular y tal vez los primeros años, el televisor. Sólo noticias esporádicas entraban a sus lujosos cuartos. La cena o un buen desayuno, tal vez la cita hacia alguna reunión. El Hotel El Panamá contaba con una zona boscosa en sus faldas. Todo eso ya desapareció. La Avenida España, que pasa por frente de sus jardines, quema carburante, humo, bullicio. La ciudad respira como puede y se asfixia a su manera, sopla y resopla. Voy a un seminario sobre Los Edificios Altos en Panamá. Los rascacielos. Esos gigantes de Chicago, Nueva York, Los Ángeles, de Dubai, Singapur, Tokio, Hong Kong, Shangai, Kuala Lampur, Sydney, Barcelona, Londres, que tienen por techo el cielo y que saben que en algún lugar del planeta alguien ascenderá un peldaño más de su larga, infinita escalera. En Panamá suman 237 los edificios altos. Un récord para una ciudad de un millón de habitantes. Y hay un boom en su construcción. La silueta de la ciudad pareciera cambiar cada noche. Ya no es el mismo encuadre. Alguien se subió unos pisos más en algún punto de la ciudad de preferencia frente al mar. Vienen Torres espectaculares para la ciudad de Panamá. ICE Tower, tendrá 102 pisos de apartamentos. Algo insólito en la arquitectura mundial. Un edificio para dialogar con las estrellas frente al Océano Pacífico. La cara azul de ciudad de Panamá. Planetarium, es otro de los rascacielos ya en diseño, y que contará con dos torres: una de 72 pisos y otra de 82, unidas como las famosos Petronas por unos anillos de acero. A mi lado en el seminario, el Ingeniero griego Sócrates Ioannides, unos de los constructores de Las Petronas, agita su cabeza de Einstein, blanca, grande y la mirada alerta. Me confiesa, que esas maravillosas Torres costaron mil millones de dólares y ocupan 150 mil metros cuadrados de superficie. Se elevan sobre 450 metros de altura. La arquitectura es noticia en Panamá, como en las grandes capitales que construyen sus íconos para embellecerlas, atraer a los visitantes y convertir el diseño en una nueva religión postmoderna. El canadiense Frank Ghery inició con su museo en Bilbao, el Guggenheim, esta nueva percepción de la arquitectura con un valor agregado, puesta en ad valorem, para el sitio donde se construye la edificación que rompe todos los moldes del pasado y se anima aventurar con su expresión estética, mensaje, impronta, en medio de las personas que la convertirán en icono, punto de encuentro, reunión y convocatoria de los sentidos. Los íconos tienen el peso del futuro, son las nuevas catedrales, son los templos sagrados de la modernidad, el gran espacio de todos. Para algunos, castillos en el aire, lujo de los nuevos tiempos, delirio de la belleza, del arte y de la tecnología, y un poco más. Pero ya fueron construidos. Nos miran desde sus alturas como pigmeos, con sus grandes gafas de cristales y nos invitan a soñarlos, disfrutarlos, a palpar su piel de hierro, cemento, sus secretos rincones y distancias, la altura de sus pasiones. ¿Nacieron para encantar nuestro dorado ocio? Nos sobrevivirán, sin duda, están hechos de acero y sueños. Y los sueños son tan tenaces como la esperanza. Los iconos nacen de la mano de los grandes arquitectos: Piano, Calatrava, Ghery, Nouvel, Foster, César Pelli y otros Estudios que diseñan la arquitectura global. Tomo algunos apuntes en mi Blog desde esta cosmopolita ciudad, que tiene en fila una docena de edificios entre 40 y 102 pisos. Es un hecho que la arquitectura es noticia porque la ciudad tendrá que adaptar una nueva infraestructura para brindar servicios básicos a estos gigantes que se tomarán el cielo. De hecho, vienen cambios en el transporte urbano. Un paso absolutamente urgente y necesario. Se transforma el paisaje de la ciudad. Las ciudades reciclan su futuro. Aquí concentramos casi todo. Desde la felicidad a la neurosis. El estrés. La educación y los vicios, el deporte. La ciudad nos alimenta como a Rómulo y Remo. Loba de nosotros mismos, un pelo en el gran edificio de la red urbana.




Pez

Soy el pez,
el río,
tu alimento,
hombre,
vamos a nadar,
dos veces este mismo río.
Rolando Gabrielli©2006

Cocinando con los clásicos, la Poesía



COCINANDO CON LOS CLÁSICOS, LA POESIA
Ingredientes Nerudianos
Rolando Gabrielli©2006

El gran cocinero de la materia, de los frutos de la tierra y el mar, esperanzas y luchas del hombre, fue Pablo Neruda. Otro tiempo, otra historia, otros vientos soplaron el fogón de su poesía. Cocimiento de greda, palabra Sur, seducción de los aromas, mosto de soleados viñedos, secreta rosa de una colgante luna. El poeta comenzó con las cerezas pálidas, juveniles en los muelles del alba, sus canciones desesperadas como aromos en flor. A fuego lento, sobre la superficie del pequeño horizonte de la ventana del atardecer crepuscular de Maruri, el poema se hizo carne deseada. Rangún, el fruto de la soledad, la gran materia de la poesía, su desvencijada textura, la carroza rosa del atardecer.
Yo creo en la cacería del tulipán negro. La rosa inválida de la noche, sus rotas espinas. Menú de mar revuelto la espuma del cochayuyo, de patios desolados en la luz mínima de sus himnos, la Carta del poeta bajo los hongos de la muerte. Fueron amores y residencias, ciegos relojes, campanarios. Fue nerudiano el ombligo de la poesía, caracol, alba, Sur, trenes, naufragios, astros a lo lejos y vino España muerta, degollada, lorquiana. De los hongos muertos de sus muñones alzados en las Plazas de Toros, crecieron banderas rojas: fue fugitivo el poeta, su canto atravezó América y sería otro el cocimiento de su caldo.
América en América, la honda huella y la semilla de lo nuevo aún volando. Maíz de Norte a Sur, alimento ancestral. Sol amarillo de la tierra, sagrado, maíz de la vida de frontera a frontera.
Con su fuego sagrado, invierno de copihues, entró en la madera, en el corazón de las pequeñas cosas. El poeta trató la materia como algo único, personal, íntimo y de todos. Neruda nos sentó a la mesa de su poesía. Fiesta de la palabra y de la vida. Hizo fiesta también con los elementos esenciales de una buena cocina poética. Lo elemental, como sus Odas, el día a día. Redonda rosa de agua, así bautizó a la ejemplar, útil, irreemplazable cebolla, el Vate de Isla Negra. En Chile, nadie ignora este maravilloso bulbo si quiere encontrar un punto de sabor a su comida o guiso. La cebolla se multiplica en afectos culinarios y Neruda le reconoce su fecundo amor e influencia en la ensalada. Tan popular la cebolla, que el poeta la llama estrella de los pobres, por su mágica esencia. Él degustaba los platos de su inagotable Verbo, frutos del mar y de la tierra, que Chile los tiene en abundancia y calidad.
Degustaba el caviar ruso Neruda en unos grandes potes a cucharadas, dicen sus biógrafos más cercanos. Lo primero que visitaba en un país eran sus mercados, donde recogía el sabor de la ciudad y se perdía entre los objetos que le fascinaban. Su poesía da cuenta de su universo viajero, percepción real, material, de la vida. Creía en una poesía basada en la solidaridad del hombre, abandonado en la esclavitud de otros hombres en Nuestra América. Y la Casa americana de la poesía debía ser diferente, porque estaba impregnada por la nieve y el sol abrasador. Ingredientes vitales, en su opinión, de la poesía que él escribía donde se encontrara y viviera, porque no variaban sus puntos cardinales, ni los de su Verbo Sur. En su Oda al caldillo de congrio, el autor de Residencia en La Tierra, nos entrega no sólo una receta espléndida, sino el fruto de su cocina poética. Comulga la poesía nerudiana, con una de las dos grandes fronteras de Chile, el mar, que es parte viva del espíritu de su gente, de Norte a Sur, pero sus materiales responden a la geografía física y humana de esa loca geografía. Con las piedras de Chile, la esperanza, alegría, el sufrimiento y los sueños de los pobres, el desierto, los pájaros, árboles, la naturaleza humana y geográfica sin excepción, Neruda cocina su cantar de Chile, América y universal. Llena la copa vacía una y mil veces, brinda por la vida. Dijo que quiso ser el poeta del amor.
Neruda escribió hasta después de muerto sobre la vida y se siguió viviendo. Su poesía alabada y criticada, permanece en el corazón del lector anónimo en tiempos en que la prosa banal se apodera de los escaparates del espíritu. Siento que un corazón digital titila a lo lejos....

ODA AL CALDILLO DE CONGRIO
EN el mar tormentoso de Chile vive el rosado congrio, gigante anguila de nevada carne. Y en las ollas chilenas, en la costa, nació el caldillo grávido y suculento, provechoso. Lleven a la cocina el congrio desollado, su piel manchada cede como un guante y al descubierto queda entoncesel racimo del mar, el congrio tierno reluce ya desnudo, preparado para nuestro apetito. Ahora recoges ajos, acaricia primero ese marfil precioso, huele su fragancia iracunda, entonces deja el ajo picado caer con la cebolla y el tomate hasta que la cebolla tenga color de oro. Mientras tanto se cuecen con el vapor los regios camarones marinos y cuando ya llegaron a su punto, cuando cuajó el sabor en una salsa formada por el jugo del océano y por el agua claraque desprendió la luz de la cebolla, entonces que entre el congrio y se sumerja en gloria, que en la olla se aceite, se contraiga y se impregne. Ya sólo es necesario dejar en el manjar caer la crema como una rosa espesa, y al fuego lentamente entregar el tesoro hasta que en el caldillo se calienten las esencias de Chile, y a la mesa lleguen recién casados los sabores del mar y de la tierra para que en ese plato tú conozcas el cielo.
ODA AL SECRETO AMOR
Tú sabes que adivinan el misterio: me ven, nos ven, y nada se ha dicho, ni tus ojos, ni tu voz, ni tu pelo, ni tu amor han hablado, y lo saben de pronto, sin saberlolo saben: me despido y camino hacia otro lado y saben que me esperas. Alegre vivo y canto y sueño, seguro de mí mismo, y conocen, de algún modo, que tú eres mi alegría. Ven através del pantalón oscuro las llaves de tu puerta, las llaves del papel, de la lunaen los jazmines, el canto en la cascada. Tú, sin abrir la boca, desbocada, tú, cerrando los ojos, cristalina, tú, custodiando entre las hojas negras una paloma roja, el vuelode un escondido corazón, y entonces una sílaba, una gota del cielo, un sonido suave de sombra y polen en la oreja, y todos lo saben, amor mío, circula entre los hombres, en las librerías, junto a las mujeres, cercadel mercado rueda el anillo de nuestro secreto amor secreto. Déjalo que se vaya rodando por las calles, que asuste a los retratos,a los muros, que vaya y vuelva y salga con las nuevas legumbres del mercado, tiene tierra, raíces, y arriba una amapola, tu boca: una amapola. Todo nuestro secreto, nuestra clave, palabra oculta , sombra, murmullo, eso que alguien dijo cuando no estábamos presentes, es sólo una amapola, una amapola. Amor, amor, amor, oh flor secreta, llama invisible, clara quemadura!