 
 
 
 
 
En el amanecer
africano la muerte viene volando, 
valiente, segura,
acaricia un proyectil con sus manos,
como un padre
aconseja a un hijo y le darà un destino
La muerte no corre
ningún riesgo, es sabia como la ola
que vuelve a la
playa para  retornar su espuma al mar 
 Una mano  empuja el cuerpo màs allà 
Bajo la oscuridad regresa la muerte viva,
irreprochablemente
eficaz, lùcida y  ejemplar,
 alza el pulgar que  inclinarà.
El enemigo
ya es cadáver,
 en la plàcida pradera pastaràn otros muertos,
en un
futuro no muy lejano.
Rolando Gabrielli©2013