Abuelo,
es mediodía y no
he visto
soplar el viento
ni volar
una mariposa,
el sol es lo único
que hay dentro de
mi cabeza
Dime:
¿quién se lleva el
bosque?,
¿para dónde van
las ramas llenas de pájaros?
Responde un eco de la honda tierra,
una sierra derriba ciega los árboles
-Los árboles ya
están muertos,
son solo
madera,
troncos sin hojas,
cuerpos sin vida
ni raíces,
no harán más
sombra,
los transformarán
en madera y
la madera en muebles
y los muebles inmóviles
presidirán la ceremonia
de cada día frente
al televisor.
Abuelo, te pregunto:
-¿No volverán a
respirar?,
¿ni estarán verdes
sus grandes copas?,
¿ o nos sentaremos
en un árbol
a esperar que pase el bosque
con sus muertos?
¿Las hojas, a
dónde irán a caer
las hojas?
¿Los árboles no
nos dejan ver el paisaje,
por eso los
cortamos?
Abuelo,
cuéntame esa historia,
érase una vez un
bosque
que compartía sus riquezas
con todas las
bestias que lo habitaban,
hasta que un día el hombre decidió derribarlo
para construir sus
paraísos perdidos.
El sol está dentro de mi cabeza,
dame de beber
un poco de agua.