se resolvió
con unas cuantas
dudas, observaciones,
en circunstancias,
no siempre agradables,
mostró su rostro cambiante,
determinado, diría,
definitivamente,
entró en el poema.
Rolando Gabrielli2022
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
se resolvió
con unas cuantas
dudas, observaciones,
en circunstancias,
no siempre agradables,
mostró su rostro cambiante,
determinado, diría,
definitivamente,
entró en el poema.
Rolando Gabrielli2022
Geografía, lo que al pie de la roca funda
y es la huella que alguna vez guió el camino
de la dura piedra que
bajo el sol y la lluvia moldeó.
Un espacio para el silencio arroja la montaña,
lo asombrosamente inesperado, fiel por desconocido.
La roca en su hora de ocio permanece inmutable,
devota y firme a sus principios, solo persiste
en formar y ser parte ineludible del paisaje,
a la certeza que casualmente convoca,
por su fe que en la montaña renueva,
despojada de todo ego, con temporal autoridad.
Rolando Gabrielli2023
Así de simple,
el pájaro construye
su nido con el tejido
perfecto de su arquitectura
solo para después volar.
Rolando Gabrielli2023
Florencio Flores era el
típico sembrador de futuro. Autodidacta, lector insaciable de libros de
auto ayuda, vivía inventando mantras, a los que bautizaba y recomendaba como mis
angelitos para todos los tiempos. Se había criado a la salida del Cementerio
General, donde se vendían las flores para los que ingresaban al campo santo y
aquellos que tenían la dicha de recibir visitantes. Era muy parco, ideal para
el oficio que desempeñaba, como una suerte de médium del último silencio de la
ciudad. Florencio, un día de la nada, como si el mundo hubiese dejado de
existir para él, se olvidó de sí mismo, no sabemos si alcanzó a despedirse de
su fiel almohada. Una luz azulosa al alba entró ese último día por el tragaluz
de su pieza a despedirlo, ya el silencio había tomado la palabra a Florencio
Flores, quien se despidió con una amable sonrisa como si estuviera atendiendo a
un cliente a la entrada del Cementerio General. En uno de sus mantras pedía que
tuvieran fe en los espejismos. Entre sus papeles se encontraron múltiples
anotaciones, consejos, recetas, sugerencias, opiniones sobre las pequeñas
cosas, ideas románticas, palabras bien intencionadas, saludos y despedidas. Una de sus amigas seleccionó
una frase para representarlo a la hora
de su despedida: Un florero es el preámbulo de la marchitez.
Rolando Gabrielli2023
El enorme
océano del amor
puede estar
a punto de desbordarse,
transformar
la fuerza de su oleaje
en un tsunami y arrasar en silencio
todo el
espacio posible en un abrazo.
Rolando Gabrielli2023
Llega el momento en que el pasado
es lo único que va quedando a mano,
la memoria, un tiempo reunido
y a su solitario oficio
acuden estas imágenes,
como estrellas huérfanas
que aun pueden asombrarnos,
como esa luz gaseosa inalcanzable
y nos puede hacer pensar
en lo que aún nos queda de futuro.
A tiempo, pareciera, la memoria abrir
esa puerta solitaria de la infancia,
donde el paraíso perdido reúne
los últimos trucos de nuestro tiempo.
No somos más, quizás, que es instante,
un clic en nuestra propia historia.
Rolando Gabrieli2023