La ventana
tiene tus ojos de
búho al amanecer
y sus flores huelen a
azares
en noviembre o en el tiempo
que las vuelves a nombrar y ver
al besar la arena el mar
Las mareas van y vienen
y
dejan la orilla con sus espumas
y la luz de la luna vuelve a alumbrar
lo que la noche deja al azar.
La ventana es el paisaje
y abre sus ojos cada mañana.
Nadie ve lo que no quiere ver,
el día que asoma al despertar,
tiene tus ojos de búho al amanecer.
Rolando Gabrielli©2014