sábado, febrero 12, 2011

Algo me deja

Algo me deja 
tu sombra,
algo más
que la oscuridad.
Rolando Gabrielli©2011

Muerte del padre


Padre,
no soy tu hijo,
no soy nada.
Voy a nacer
en el poema.
Rolando Gabrielli©2011
.

jueves, febrero 10, 2011

Ella en Limbo city


En Limbo city
reniegan de la palabra,
la escupen como saliva
de segunda clase
y en un vagón de tercera la veo
resoplar en quejidos
que me llegan al alma
sin poderla auxiliar.
Palabrita que lo siento
por ella.
Rolando Gabrielli©2011

Agua de nieve

Te disuelves
finalmente
agua de nieve,
agua de nieve.
Rolando Gabrielli©2011

miércoles, febrero 09, 2011

Bajo el sol

Bajo el sol ardiente 
de Panamà,
pasò mi amor,
volando, volando.
No despeguè un segundo
los ojos del cielo.
Ya debe estar
bajo la nieve.
Rolando Gabrielli©2011

La lectura inédita

María Teresa, la lectora eres tú,
cabeceas en tu vigilia
la palabra y el verbo,
lectura inédita.
¿Qué te dijo Pablo Ruiz al colgar
ese libro sobre tus rodillas?
Sigues somnolienta en la tela,
absolutamente ausente dirás
de toda palabra y escritura,
y el color me resguarda
la siesta.
Rolando Gabrielli©2011

martes, febrero 08, 2011


Limbo city,
en este espejo
no atravieso balas
Todas las monedas
son un falso espejismo
Las profesias arruinaron 
el paisaje
Si no me muevo
es porque tu vienes hacia mi
en la carroza de los muertos
que viajan inmoviles,
inmortales.

Despuès me cuentas


Después me cuentas,
cruces de un mismo camino,
la mañana cabecea en la espesa niebla
y veo pasar los muertos
como postes de electricidad
con sus bolsas de agua dentro de sus ojos
Alguien dejò la linterna
en casa y ha viajado
toda la noche con el retrovisor
hundido en el ojo de cristal
Mi cuerpo  sabe de los pasos que doy,
siempre hay màs fe en la oscuridad.

domingo, febrero 06, 2011

Un ojo viaja a otro ojo
mira a su hermano ciego
vacìo y nada,
ve un paisaje oscuro,
no siempre
se ha perdido todo.

Babel, no me robas

Babel no me robas la calma
ni por un segundo,
tus palabras  ignoran mis banderas,
yo prefiero tu  escalera sin peldaños
donde siempre ha vivido el verano
 en tierra de nadie  con su hojarasca,
el viento negro de las palabras
Què tontas resultaron  ser las vocales
y  consonantes
Verbo amado, un peldaño màs.