Mis amigos ahora son semipresenciales,
hace más de un año recibía algunas señales
digitales, mensajes a distancia,
sus paseos mentales por la nueva realidad,
llegué a verlos por zoom
en un coro de voces e imágenes a lo lejos,
a través del silicio de una pantalla .
Cosas de está nueva normalidad que asoma,
se desvanece, pareciera darnos alguna confianza,
pero no termina de definirse,
mostrar su verdadero rostro,
son solo pistas para un viaje desconocido.
Los veo en los 16 millones de colores diferentes,
que me aseguró el vendedor al comprar mi PC,
y yo que esperaba retener la esquiva realidad,
que hoy se avergüenza de aparecer y desaparecer
con la misma claridad de la oscuridad.
Rolando Gabrielli 2021