¿De quién es el rostro
sino de ti mismo?
Hay uno, dos o tres.
La mirada desciende a un pozo
de luz oscura y asciende,
con cada uno de los ojos
a verte nuevamente.
No hay una sola bandera
que no haya sido izada
en alguna guerra.
¿Hay espejos secretos
que multiplican rostros?
No está demás saber
que es mejor ignorar
que una estación sucede a otra
y no hay para que explicar
estas cosas
al alcance de tu mano.
No hay más de lo que se ve
detrás de un vidriera.
Así los rostros son
una misma mirada.