no está en el madero,
ni en las manos del artesano
o en la construcción
de su obra.
El atardecer es la hora
de la memoria
y de lo que viene,
en la luz de la oscuridad.
Rolando Gabrielli 2022
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
no está en el madero,
ni en las manos del artesano
o en la construcción
de su obra.
El atardecer es la hora
de la memoria
y de lo que viene,
en la luz de la oscuridad.
Rolando Gabrielli 2022
amanece el color y sus semejanzas,
el día es su luz y matices, no sabemos más,
solo suposiciones, la composición en su estricto azar,
muda de un tiempo a otro y fija la excepción de su tono
en la mirada y lo que fluye es la certeza de lo que vendrá.
La mañana tiene su propia secuencia, respiración,
atmósfera, diría el poema, si alguien lo escribiera.
La misma pregunta,
¿de dónde vienes?
Tránsito, tránsito,
hombre, de paso.
Rolando Gabrielli 2022
donde todo es muy simple,
es cuestión de ver,
tocar, sentir, respirar
el poema como si fuera,
el último, el primero,
el que leeremos
para fundar,
no olvidar,
la palabra.
hacer Historia,
pasa (r) a la Historia,
es Historia.
Cuánta historia,
para el olvido
Rolando Gabrielli 2022
Mi amigo Woody,
que no ha filmado
ninguna película,
ni es icono del
celuloide,
no creo haya visto
Manhattan, Annie Hall,
ni Hannah y sus
hermanas,
en verdad vive en Los
Ángeles,
ni sé si conoce New
York
o tiene algún interés
siquiera
en descubrir a ese
pequeño judío
de Brooklyn que encantó a mi generación,
con su metafísica y
psicoanálisis,
comicidad existencial,
la risa cotidiana,
el ego interior de la
vida que no queremos ver,
todas las
contradicciones freudianas
a la luz de sus
monólogos, del cautivante
encanto del desacuerdo
y sus derivados,
la suma de los absurdos
esenciales, existenciales.
Su diván se paseaba
ansioso por la pantalla
y nosotros
disfrutábamos la terraza gris,
la azotea en blanco y negro
del romance en Manhattan.
Nuestro Woody tiene un
raro aire
del Allen inesperado, de mirada fugas,
sin compromiso con la
realidad.
Nació en una ciudad
que el mapa del mundo ignora
y pareciera haber olvidado
antes de existir en su
pequeña geografía.
Woody, marchó al sur,
volvió al centro
y ahora está en el
norte, la tierra prometida
del cine, Hollywood, donde su homónimo
triunfó y siempre se sintió incómodo,
aún con el Oscar en la
mano,
tres para ser precisos.
Llegó a llamarle
banqueros criminales,
algo redundante, pero
él no ha dejado
de ser un cómico,
saxofonista, filoso libretista,
judío hipocondríaco,
sin complejos, genial.
Su sello ha sido llevar
a la pantalla
las relaciones neuróticas
de la pareja humana,
con el fino humor de
las contradicciones,
un psicólogo en las
profundidades del ombligo,
ve la suerte más allá
de la cintura cósmica
de todo ser humano que
se siente una estrella
donde Hollywood las
proyecta en el celuloide.
Rolando Gabrielli 2022