Mi amigo Woody,
que no ha filmado
ninguna película,
ni es icono del
celuloide,
no creo haya visto
Manhattan, Annie Hall,
ni Hannah y sus
hermanas,
en verdad vive en Los
Ángeles,
ni sé si conoce New
York
o tiene algún interés
siquiera
en descubrir a ese
pequeño judío
de Brooklyn que encantó a mi generación,
con su metafísica y
psicoanálisis,
comicidad existencial,
la risa cotidiana,
el ego interior de la
vida que no queremos ver,
todas las
contradicciones freudianas
a la luz de sus
monólogos, del cautivante
encanto del desacuerdo
y sus derivados,
la suma de los absurdos
esenciales, existenciales.
Su diván se paseaba
ansioso por la pantalla
y nosotros
disfrutábamos la terraza gris,
la azotea en blanco y negro
del romance en Manhattan.
Nuestro Woody tiene un
raro aire
del Allen inesperado, de mirada fugas,
sin compromiso con la
realidad.
Nació en una ciudad
que el mapa del mundo ignora
y pareciera haber olvidado
antes de existir en su
pequeña geografía.
Woody, marchó al sur,
volvió al centro
y ahora está en el
norte, la tierra prometida
del cine, Hollywood, donde su homónimo
triunfó y siempre se sintió incómodo,
aún con el Oscar en la
mano,
tres para ser precisos.
Llegó a llamarle
banqueros criminales,
algo redundante, pero
él no ha dejado
de ser un cómico,
saxofonista, filoso libretista,
judío hipocondríaco,
sin complejos, genial.
Su sello ha sido llevar
a la pantalla
las relaciones neuróticas
de la pareja humana,
con el fino humor de
las contradicciones,
un psicólogo en las
profundidades del ombligo,
ve la suerte más allá
de la cintura cósmica
de todo ser humano que
se siente una estrella
donde Hollywood las
proyecta en el celuloide.
Rolando Gabrielli 2022
2 comentarios:
W. Allen , siiiii, buen texto. Muchos años lo seguí en cine, esperaba sus peliculas , me gustó mucho Manhhatan , pero luego lo deje de seguir, cuando se separó de mia Farrow y la hija....después ya me aburrió.
Me pasó con Almodóvar también que sus últimas pelis no fueron como Mujeres al borde de un ataque de nervios, me dejó de gustar. Igual Woody marco como una época, un sector americano yanqui, intelectual, neurótico , judío etc. Cierto americano pensante , y con eso brillo , en contraposición al yanqui chatarra.
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