La página en blanco
no se cuestiona así misma,
porque permanece pura,
sin contaminación alguna,
intacta, ajena a toda sombra,
es espejo de sí misma,
mi consejera más crítica,
lo admito sin titubeo alguno.
A veces, ejerce el poder silencioso
de la indiferencia,
no deja más espacio
que a la perseverancia.
No me amilano, la cobardía no es
una opción, me digo, en este caso
ni en ninguna otra circunstancia
que el verbo lo amerite.
Se ve limpia, nítida, virgen,
tan inmaculada y poderosa,
que comienzo por respetarla,
una estrategia de absoluta
prudencia y conquista.
Tal vez ella lo sabe
y termine aceptando el desafío
en su pureza más tenaz.
Inmutable pareciera presentarse
y permanecer quisiera
como un perturbador bloque de nieve,
insondable a la vera del camino
de la poesía.
Un consejo me doy,
no le pidas ni le des cuartel,
porque su oficio es que uses
tus cinco sentidos,
si quieres superarla.
Rolando Gabrielli2023