De estos sueños que el sol sabe enrojecer
sòlo tu nombre
seguirà el juego
de los volantines que hilvanan
sus vientos.
El invierno no serà ese puente caìdo.
Seguiràs caminando sin saber siquiera
si no hay otra salida que adentrarnos al vacìo.
La làmpara irradia fragmentos diurnos
me dijiste,
las lucièrnagas comenzaban a salir.
Nos hemos dejado llevar por caminos interminables
que bien saben iniciarse en las horas
en que los muertos salen a los campos vecinos
a conversar de sus vidas.
Rolando Gabrielli©