Inocentes vuelan,
desprevenidas,
a la medida de sus
alas
y al viento que las
mece.
Es un viaje,
cuerpos frágiles
sobre la ciudad
que habitamos en silencio,
ausentes, confinados,
sin alas.
Rolando Gabrielli©2020
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá