Esta noche, Hiroshima,
me visita el hongo,
la nube cruel, radioactiva.
Hiroshima, mi amor,
la película se repite,
el mundo se pasea en puntillas
con sus drones y horrores
por el espacio real.
No me he afeitado hoy,
qué descuido,
sobre nuestras cabezas ronronean
en algún lugar del planeta
esos avioncitos no tripulados
y nos ven diminutos seres desechables
de algún oscuro agujero oscuro.
Del aire la nube y la muerte
son una misma cosa tóxica,
ayer como si fuera hoy
o el pasado ajustara el presente.
¿Me entiendes?,
el tiempo para efectos del dolor,
no pasa, sucede.
Rolando Gabrielli©2014