Durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos "pertenecí" al limbo designado en ese entonces para los chilenos que vivimos en el exterior: la XIV Región. El general Augusto Pinochet, había "reordenado" el país en 13 regiones, quizás un número fatal. En esa época de la dictadura los chilenos, todos, vivíamos en un limbo de hierros y ajustes de cuenta, con los derechos más importantes conculcados. La XIV región partió siendo y terminó, como una entelequia, una sombrilla en el desierto de Atacama. No prosperó en la realidad y los chilenos-extranjeros, tal vez se ilusionaron con un pedazo de territorio imaginario. Pasó el tiempo, y siempre hubo rezones de estado, cosas más importantes, el mercado, las relaciones bilaterales, globales, virtuales, colaterales, singulares, y la XIV Región flotaba en el aire, pero sin oxígeno para llegar a ser realidad.
Pasó el tiempo, cumplió su período Ricardo Lagos, y la Presidenta Michelle Bachelet en un dos por tres creó dos nuevas regiones, ocupando físicamente la XIV Región, con la región de Los Ríos. Y los ríos, dijo Manrique, van a la mar que es el morir...
ENTIERREN MI VOTO
Rolando Gabrielli
Que no voten los botados
con L sellados,
ataúdes de girasoles.
los muertos no votan
los desaparecidos no votan,
los torturados no votan,
los desamparados no debieran votar,
que lejos está el voto en Suecia,
Nueva York, Moscú o Panamá.
La democracia es un bocadillo
para degustar en casa,
el queso tiene sabor a ratas,
se huele a distancia el parmesano.
Dejemos que sigan viviendo
con el cadáver del tirano.
Maloliente el viviente
que saca cuentas del pasado,
superviviente el escribiente.
Que boten mi voto al basurero
del olvido y de la historia de a peso,
envuelto en papel celofán,
no olviden crisantemos
para este entierro
del voto popular.
Rolando Gabrielli
Que no voten los botados
con L sellados,
ataúdes de girasoles.
los muertos no votan
los desaparecidos no votan,
los torturados no votan,
los desamparados no debieran votar,
que lejos está el voto en Suecia,
Nueva York, Moscú o Panamá.
La democracia es un bocadillo
para degustar en casa,
el queso tiene sabor a ratas,
se huele a distancia el parmesano.
Dejemos que sigan viviendo
con el cadáver del tirano.
Maloliente el viviente
que saca cuentas del pasado,
superviviente el escribiente.
Que boten mi voto al basurero
del olvido y de la historia de a peso,
envuelto en papel celofán,
no olviden crisantemos
para este entierro
del voto popular.
Rolando Gabrielli©2007