Bah!,
un día pequeño sin
historia,
pasan los tristes
gorriones
y se sienten
guardianes sin rima
y los piojosos
perros del atardecer
se abrazan y
olisquean con sus hocicos
calientes sus
tibias pieles callejeras.
No he dormido lo
suficiente
y he soñado con
una tarde,
rodeado de
mapuches y aburridos artistas
pintando el tedio gris de Santiago
en la Quinta
Normal,
un día aburrido
de un año vagabundo ,
que bosteza
sin sentido,
da paso a un
río domesticado.
Hoy hago cuentas que el dinero puede pasar
de una mano a otra
y quizás no tenga
sentido,
ver crecer
fortunas de papel
en un mundo
sentado frente al abismo.
Bah!,
a quien le importa
una u otra cosa,
el fantasma de la
estupidez
recorre el mundo
como si algo fuera
a tener sentido.
Rolando Gabrielli©2015
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