martes, mayo 02, 2017

No me nombre

No me nombre,
el nombre,
ni nada.
La poesía tiene,
aposento propio,
posada real, 

palabra viva,
residencia absoluta
en el verbo,
que la mueve
y sostiene,
en cuerpo y alma.
A quien habita,
todo le pertenece,
nadie le niega la palabra.
Rolando Gabrielli©2017

domingo, abril 30, 2017

Se pudren semillas

Se pudren semillas
antes de reunirlas.
Si fueran palabras,
se convertirían
en letra muerta,
más que un fruto fallido.
No dejarán de ser origen,
principio de lo que pudieron
haber sido.
Rolando Gabrielli©2017

jueves, abril 27, 2017

El paisaje se mira

El paisaje se mira  asimismo,
espejo y  agua,
permanecen inmutables,
naturalmente.
Narciso, en cambio,
se enamoró del reflejo
de sí mismo.
Fue un acto de seducción,
mortal.
Rolando  Gabrielli©2017
 

martes, abril 25, 2017

País de tránsito,
dijeron,
abundancia de peces,
mariposas.

punto de encuentro,
crisol de razas,
corazón del universo,
país de servicios,
país canalero,
país de encrucijada,
indudablemente.
Rolando Gabrielli©2017


.Nota:

El USS Dallas ( SSN-700), submarino nuclear de la Armada de EU,  transitò  el Canal de Panamá, rumbo a Corea del Sur, este mes de abril del 2017.

Debiera repetirme

Debiera repetirme
en tu luz radical y oscura
que me ensombrece e ilumina,
en este pobre pedestal,
de ilusiones y banalidades,
que alza el silencio, la nada,
un cuerpo atravesado
por el aire de la oscuridad
Me descuelgo antes  de volar,
sin alas hacia tus adentros,
entrañas  que me reclaman.
Rolando Gabrielli©2017

 

 

lunes, abril 24, 2017

Oh, realidad

Oh, realidad,
me deslumbras,
solo trabajo
con estos pobres materiales
y me remites
a tanto espanto.
Rolando Gabrielli©2017

domingo, abril 23, 2017

Los libros


Los libros
son tan cotidianos,
como las palabras.
Escritos
para ser leídos,
vividos.
 
 

jueves, abril 20, 2017

Hamacas


Hamacas  al borde de la noche,
a orillas de un día banal.
Nos quedamos mudos,
 sin habla,  en   silencio,
viendo los hilos tejer
frente al mar,
la historia que no pudimos,
concluir.
                                                            Rolando Gabrielli©2017

domingo, abril 16, 2017

Me sobrevivo

Me sobrevivo,
vivo,
revivo,
en el nacimiento,
de una palabra,
nueva,
viva.
Rolando Gabrielli©2017

sábado, abril 15, 2017

La muerte digital

La muerte digital
es real,
se presenta de improviso
y monta su propia escena del crimen.
La  perra
aprieta el gatillo,
dispara triunfante
y la imagen  sigue grabando,
su propia  muerte.
Rolando Gabrielli©2017

Una necesaria explicación:
Un adolescente  afroamericano, de 13 años, murió tras dispararse de forma accidental con una pistola mientras compartía un vídeo en directo a través de Instagram. 
 

martes, abril 11, 2017

Qué paisaje

          I
Qué paisaje,
qué horror el horror,
qué espanto el espanto
 y tú con tu sombrilla nuclear,
viajando por  las grandes carreteras,
como si el tiempo pasara inútilmente
y fuera un hecho más del atardecer.
La época nunca expresó mejor sus horas,
de un tiempo que no recobraremos,
ni esa bella ilusión  de seguir vivos
 y contar aún con nosotros mismos,
la especie suicida
 que pudre el aire que respira.
II
 
Dejemos que la orquesta siga tocando,
es mejor escuchar algo de música,
que el silencio inútil de las palomas,
sobre  la difusa línea de sus sombras,
hacia un  horizonte inexistente,
al compás incierto de sus alas.
No sigas confundida,
la impunidad rompe  los cristales,
siembra la rata en el trigal,
devora  la harina y el pan de cada día,
corroe la suerte de nuestros pies en la ciudad,
hacia donde vamos, no lo sabemos.
                            III
Impunidad te instalas en el mercado persa
con tus cosechas transgénicas,
armas que arman la muerte
y matan la vida.
(La muerte asesina nunca muere, ni descansa) 
y la luna  hermosa asoma con sus mareas,
sobre las  ruinas  que arruinan el paisaje
y tú gravitas imán de mis días,
cuerpo lejano, equidistante, imaginario,
flujo y reflujo de las  aguas
que  mueves a placer 
y no lo ignoras.

                      IV
El sol está allí, digo, sin banderas,
deslumbrante, centellea en el mar,
cruza la espesa,  frágil,   selva,
ancla en los desiertos,
es nave, luz, esfera en movimiento.
No tengas prisa,
mañana será otro día.
Rolando Gabrielli©2017
 
 
 

domingo, abril 09, 2017

A ciegas

A ciegas,
dando palos,
a diestra y siniestra,
abrazas los abismos.
Oh, soledad.
Rolando Gabrielli©2017

jueves, abril 06, 2017

El ÚLTIMO VIAJE DE YEVTUSCHENKO

Neruda y Yevtuschenko

Rolando Gabrielli©2017
Ha muerto un poeta històrico del siglo XX, un juglar de las masas,  gigante histriónico, incansable trotamundo, actor,  un disidente comprometido con su patria, crítico de los sistemas, devorador de vodka y champagne,  viejo  bardo siberiano, cosmopolita, universal: amante y gozador de la vida: Evgueni Yevtuschenko.

Fue un sobreviviente de sí mismo, viajero de  todos los viajes y encuentros posibles, desconocía las fronteras, decía que no le bastaba con escribir poesía, sino defenderla y finalmente murió hace unas horas en Estados Unidos, donde compartía la vida con su cuarta mujer y viajes  a su patria, Rusia. Fue un poeta soviético, un símbolo incómodo a veces, crítico, oficialista otras, poeta siempre de la contradicción.

De él supimos en Chile por sus vistas,  recitales en la Universidad de Chile, encuentros con Pablo Neruda,  su desbordante vida y esa manera suya de enfrentar el dìa con champagne o vodka, y la pasión  poética corporal, verbal, agitada por sus manos y extraordinaria vitalidad. Pensaba que el poeta debía estar en todas partes, y él era una especie de  cronista del planeta, donde fuera,  dialogaba con  su gran público, poesía  de y para la época, hombre de acontecimientos, un poeta de los grandes escenarios.

Yevtuchenko es un loco/es un clown, asì le llama Neruda en su Elegía y esos mismos calificativos los utiliza en el poema para Picasso/clown del cosmos y  Colòn/aquel payaso triste. Solo al poeta no quieren dejarlo/quieren  robarle su pirueta/quieren quitarle su salto mortal, concluye Neruda, quien fue su anfitrión cuando  venìa a Chile y tuvo la oportunidad de  conocer  en su esencia a este personaje que trascendía la realidad chilena  por su manera de ser y presentar la poesía en un país donde la gente susurra.

Siempre acompañó su poesía con el cuerpo, su voz, la actuación, su presencia  indiscutida, física, la vitalidad  y elocuencia que dejaba fluir como un rìo interminable de un verbo imparable, en diálogo constante de actor con su pueblo, público, gente, la verdadera materia prima de su poesía.

Lo imaginé como una bisagra entre  Euroasia y occidente, iba y venìa, visitaba gobernantes, poetas amigos,  discutìa, recitaba, agonizaba con la Unión  Soviètica, pero como una telaraña  de palabras se  extendían por los continentes  con la tradicional elocuencia de su voz  y se  hacìa escuchar más allà de todas las fronteras físicas e idiomáticas. En medio de la Guerra fría, de la postunión soviética, del mundo unipolar, Yevtuchenko asumió su destino poético, complejo, contradictorio, en un contexto de un libreto marcado por la historia de dos siglos, que marcaron indiscutiblemente su poesía.

Un arlequín que  se asomaba con su manera de ver y enfrentar el mundo  desde su propia humanidad y cosmovisión. Sin la historia, los escenarios, el calor de los estadios, la gente, los amigos, los hechos, la confrontación Este/Oeste, la tradición rusa, este poeta/juglar,  no hubiese existido. Acompañaba su poesía con su presencia  en el lugar, absorbía y reproducía la realidad ante sus ojos, las vivencias,  los momentos, una esponja histórica dialogante.Condenó la intervención del ejército soviético en Praga, apoyó a Heberto Padilla en Cuba- siendo amigo de Fidel Castro y del Che- y se vinculó desde me finales de los sesenta a América latina, después de una histórica visita a México en el emblemático  68, donde dio un recital ante 20 mil personas. Eran otros tiempos, la poesía estaba en la calle además de los salones.

Hace algunas décadas asistí a uno de sus recitales en la Universidad de Panamá, una noche cálida, en plena efervescencia de las negociaciones del Tratado del Canal, que culminó con su firma en 1977.

En su  biografía figura como ciudadano honorario de Wisconsin, la tundra norteamericana y no olvidemos que él nació en Siberia, pero no hay un dato de su visita a Panamá, corazón del trópico de las Américas. Pero ahì estuvo el arlequín siberiano, y recuerdo que le extendí una de mis libretas, que pueden estar en alguno de mis archivos con su firma. Recuerdo un elegante  libreta  negra con mapas y espléndidas páginas. Una sonrisa y la firma estampada en medio del anonimato mutuo, de la aglomeración humana, y una atmósfera poética a la que acostumbraba el soviético ruso, que moriría hace un par de días en Oklahoma, Estados Unidos, donde vivía desde el día en que desapareció la Unión Soviética.

Traducido a màs de 70 lenguas, autor de decenas de poemarios, algunos cortometrajes, novelas, ensayos,  sinfonía,  participó como protagonista de la historia del siglo XX en la Uniòn Soviética, Rusia y occidente. Viajero incansable, inagotable, cruzó los continentes  con la musicalidad de su idioma, compartió con el mundo su vasta geografía espiritual.

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martes, abril 04, 2017

Guernica

Guernica, 1937, óleo de Picasso, que permanece en la capital española. Foto © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2017



El Guernica duele,
grita la muerte muriente
de un pueblo,
en el huerto negro del sueño.
Rolando Gabrielli©2017

sábado, abril 01, 2017

Una gota de agua

Una gota de agua,
es un mar,
en el desierto.
Un grano de arena,
reafirma donde estás.
Una voz en el desierto,
puede  confirmar
tu existencia.
Rolando Gabrielli©2017

jueves, marzo 30, 2017

El sepulturero


El sepulturero se refiere a la muerte

como su flaca, siempre esperándole

en el  trabajo, su cuerpo desconocido

para abrir el hueco, cargar el ataùd, echarle  tierra

a cualquier intento de  proximidad  con el futuro

y conocer quizás  su  nombre  posteriormente,

algo màs bien anecdotario,

cuando estè frente a su làpida

y se hayan marchado los familiares,

abandonando el campo santo con olor

a claveles, rosas, suspiros en sus manos.
Rolando Gabrielli©2017

lunes, marzo 27, 2017

Somos la memoria


Somos la memoria, un rìo que fluye,
 el presente  será pasado,
aùn si olvidàramos las palabras
y el futuro,
  siempre estaràs  por llegar.
No volveremos a ignorar,
ni el rìo, ni las palabras,
lo prometido es  nuestro porvenir.
En estos días,
solo pequeñas voces,
al otro lado del rìo,
somos el fluir,
testigos mudos. 
Rolando Gabrielli©2017

domingo, marzo 26, 2017

Naturaleza muerta



Estas son mis plumas y mi cuerpo,
simples viseras  de  plástico,
mi  ofrenda natural junto al mar.
Soy un paisaje abstracto posmoderno,
“príncipe de nube y cielo”,1/
y me han dejado morir.
Solo les digo solo esto:
no coman, ni beban de   mi cuerpo,
he dejado de volar y disfrutar el mar,
soy un  autèntico legado de la  muerte,
un aviso inanimado  màs que el orgulloso albatros,
que alguna vez vieron volar  junto al viento,
en una playa  desolada
Rolando Gabrielli©2017
1/verso del poema de Charles Baudelaire: EL Albatros (Flores del Mal)

sábado, marzo 25, 2017

No estàs en mi radar

No estàs en mi radar,
revoloteas alturas insondables,
nave intergaláctica , abeja reina,
los pies en la tierra,
digo, es mejor,
que un cráter en la luna.
Rolando Gabrielli©2017

miércoles, marzo 22, 2017

Marcel D.

 

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 ¿Cualquier cosa puede ser  arte?
 
Marcel D,
¿què nos quiso decir,
hace cien años,
con  su fuente expuesta en Nueva York
orinada con desdèn por la crìtica?
Era el comienzo quizás de un hombre desnudo,
bajando las escaleras de sus futuras  abstracciones .
Puede ser una pregunta a destiempo,
de los tiempos atrapados,
en un insectario,
para una nueva mariposa,
a punto de volar.
Rolando Gabrielli©2017
 

 
 

martes, marzo 21, 2017

¿Poesìa, quièn eres?


¿Poesía,
¿Cuàndo,
Còmo,
Dònde,
Por què,
Si  eres útil,
sirves para algo 
o eres adorno palaciego.
¿Quièn eres?
En verdad,
sobrevives,

 porque eres palabra,
carne, verbo, vida.
Rolando Gabrielli©2017

domingo, marzo 19, 2017

Nos

Nos,
una misma  geografía,
desconocida,
 por compartir,
 un  amanecer,
 con sus tiras rosadas,
asomando su cabeza
recién parida.
 Horizonte
de gallos rojos,
la insondable utopía.
Rolando Gabrielli©2017