La realidad suele superar en no
pocas ocasiones a la ficción. Un
clisé muy socorrido y utilizado, pero
real. Màs en estos tiempos precedidos
por una ola de anuncios apocalípticos y visiones trágicas con acento de fin de
mundo y màs allà. Y sucede, a veces, que la historia ya estaba escrita.
En esta historia, faltaba el detonante para que el presente se uniera al relato del pasado 2002, cuando el compulsivo maratonista de Boston, Tom Lonergan publicò su premonitoria novela: Heart Break Hill -The Boston Marathon Thriller, donde el autor ficciona con singular exactitud la tragedia ocurrida en la tradicional maratón de Boston que él corrió durante 17 años.
El guiòn escrito pareciera transplantado de la ficción a la realidad: un ataque terrorista en el que se planifica hacer estallar una serie de bombas en una competencia deportiva (carrera) para matar y herir a espectadores como atletas.
Lonergan, quien escribió la novela al jubilarse, había pensado la trama en 1996, cuando corría la maratón ese año imaginó, según relatò en Internet, que estallara una bomba justamente ese día.
La literatura tiene un alto porcentaje , sobre todo de obsesión, también sueños, visiones, investigación, lecturas, situaciones, memoria, vida, sin duda, y Lonergan se dejó guiar por ese instinto de una percepción inexplicable que tiene este oficio.
El viejo maratonista y novelista, ficciona en su relato que los terroristas son "un grupo de extrema derecha estadounidense", aunque el acto no se materializa por la intervención de un detective. En este sentido destaca el clásico héroe solitario, individual que resuelve el acertijo.
El escritor tiene esta virtud de hacer aparecer y desaparecer hechos, personajes, situaciones y acomodar sucesos como los estime convenientes. Ahí, la realidad es lineal y una vez echa andar la historia sigue su curso. Para Lonergan su escenario de terror es un circulo domèstico, y no incluye o especula con la intervención extranjera en un hecho de esta naturaleza. En el 2001, un año antes, había ocurrido el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York. Pero también existía el caso local del Unabomber, Theodore John Kaczinsky, Dr. en matemáticas y egresado además de Harvard, quien proponía una revolución contra la sociedad tecnoindustrial "que-según él- conduce a un desastre a la humanidad y le merma la libertad al individuo", entre otras cosas. Kaczinsky, comenzó a atentar contra el sistema en 1978 y lo hizo hasta 1995, cuando su hermano descifró su filosofía e ideas a través de un Manifiesto editado por The New York Times y The Washington Post. El FBI pensaba que el autor de los atentados era un mecánico de avión.
El presidente Barak Obama, ha calificado el acto en Boston como terrorista, pero ha reiterado que los organismos de seguridad aún no tienen pistas confiables, después de 48 horas de haber ocurrido el atentado.
Lonergan, algo compungido por la coincidencia del evento con sus predicciones ficcionadas, dijo que no retirarà la novela de las librerías y que no se ha producido una explosión de lectores. La TV y la imagen por todos los medios mediáticos existentes y por existir, son capaces de matar cualquier historia escrita en el papel. "No pude evitar sentir que de alguna manera alguien pudo haberse inspirado en mi ficción", sentenció
El presidente Barak Obama, ha calificado el acto en Boston como terrorista, pero ha reiterado que los organismos de seguridad aún no tienen pistas confiables, después de 48 horas de haber ocurrido el atentado.
Lonergan, algo compungido por la coincidencia del evento con sus predicciones ficcionadas, dijo que no retirarà la novela de las librerías y que no se ha producido una explosión de lectores. La TV y la imagen por todos los medios mediáticos existentes y por existir, son capaces de matar cualquier historia escrita en el papel. "No pude evitar sentir que de alguna manera alguien pudo haberse inspirado en mi ficción", sentenció
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