viernes, diciembre 07, 2018

Rostros que el mundo no se detiene a observar


Banksy  los inquieta, perturba, siempre sorprende, de una u otra manera. Es el ajedrecista invisible de los muros, sus jugadas son certeras como su mensaje. No debe agradar del todo, al establecimiento, pone el dedo en la yaga y no se equivoca.
Maneja el presente cautivo de la oportunidad, del presente y de la creatividad. El ego es para los mediocres, exhibicionistas, talentosos de las ferias digitales, del snobismo del clice, aves de rapiña del mercado.
Banksy es simple: apunta a la realidad humildemente y no la deja indemne, siempre queda tocada, para pensar, para  reflexionar sobre la imagen, no como algo desgastado, sino como algo fresco, crítico y necesario.



Imagen integradaSe reinventa a cada paso, destruye  obras que se subastan, pinta al poder  en toda su putrefacción, mueve los delgados hilos fácticos de este mundo  que da pasos agigantados hacia su propia destrucción.
Esta vez nos pone un juego creativo sobre  la mesa y sortea, tras el pago de dos libras  esterlinas, una de sus obras: la barca con inmigrante africanos. Solo se necesita decir el peso exacto del objeto. La barca solo mide 99 centímetros de larga y su material es  fibra de vidrio. las figuras son de resina artificial.
Bansky vuelve a inquietar y a hacer un aporte artístico y social, el dinero irá para los refugiados, que tan mal la están pasando en Europa y a los lugares que van.

Rolando Gabrielli 2018


Rostros que el mundo no se detiene a observar,
negros oscuros sin destino,
viajan con trajes y cuerpos muertos,
por mares hacia sus profundidades.
Solo el mar los devuelve a su destino final.
No hay más muerte que la muerte inevitable.
rolando gabrielli
Chile



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