lunes, julio 09, 2012

Ay, Poesìa, no te rajes en Guadalajara


La Feria del Libro Internacional (FIL) màs importante en idioma español, se celebrarà en Guadalajara, Mèxico, el   24 de noviembre pròximo, en su 26 ava versiòn y recibirà a unos 70 escritores chilenos, ya que Chile es el paìs invitado de honor este año.
La representaciòn chilena va màs allà de la literatura, como suele suceder en estos eventos mega culturales, aunque las editoriales trasandinas presentaràn màs de 20 mil tìtulos.
 Chile, una larga y angosta faja  de loca geografìa poética, acudirà con una delegación de unas 300 personas dedicadas al arte, gastronomia, música, ciencia, cultura, teatro, y ocupará  más de 900 metros cuadrados de territorio mexicano en la FIL.
La lista de autores, poetas, narradores, artistas es larga y farragosa como toda enumeración, y ante el temor de olvidarnos de alguno de los presentes, omitimos el paquete, y confirmamos que Nicanor Parra no viajará por problemas personales de tiempo, ya que el 5 de septiembre cumplirá 98 largos años. Es el buque insigne de la armada literaria chilena, pero se quedará en las frías aguas del Pacífico  central, en la cordillera de la costa chilena. En su representación, estará una muestra de sus Artefactos.
Es hora que los nuevos pinos asomen en el paisaje literario chileno y se mezclen con los viejos robles acostumbrados ya a permanecer en el tiempo con sus gruesos troncos mirando al mar y a los lagos, tambièn el desierto y las polis debieran aportar su deslumbrante lenguaje reciclado.
Entre los participantes, figuran viejos  exiliados de la prosa chilena en México, vueltos a desembarcar en Chile y un emblemático jugador del Tarot y autor de otras suertes y psicomagias. La nutrida delegaciòn, podrìa homenajear a Roberto Bolaño, insigne residente en el DF y autor de dos novelas que nos cuentan sobre Mèxico y màs. Tambièn a la Mistral, pionera en la educaciòn azteca  y a Pablo Neruda, quien editò su Canto General, clandestino y fascimilar en Mèxico en 1950.
Son los viejos  lazos inmutables con el Mèxico  literario y profundo, paìs de asilos  e imàn para  escritores artistas de todos los continentes. ¿Cuàndo presentarà Mèxico una muestra de  los escritores que han vivido  en tierras aztecas y escrito grandes novelas, libros de poesìa y obras artìsticas singulares?
Carlos Fuentes, al morir en su libro pòstumo, Personas, rayò la cancha literaria en Amèrica latina, cuando afirmò en su ùltima palabra: "Sin la aventura poética de Neruda, no habría literatura moderna en América Latina. Su enorme alcance se debe a que asumió los riesgos de la impureza de la imperfección y, también, de la banalidad "
Hace un tiempo leì o creì leer que Chile destacarìa en Guadalajara a sus poetas, por el indudable valor y reconocimiento internacional de su poesìa, una trayectoria impecable desde el siglo XX, que ha renovado la lìrica en  el idioma español. Quizàs fueron los mismos cantos de sirena que escuchò Ulises, la Mistral, Lihn, Teillier, Bolaño y todos los poetas perdidos en bùsqueda de Chile y sus alrededores.  Los programas feriales pueden cambiar, pero la poesìa mantiene sus  tradicionales cimientos entre la rosa y la espina, y el poema nunca sangrarà por la herida.  Y què olvido amnèsico històrico de los organizadores con la Diàspora poètica, que aùn permanece en distintos paìses del mundo anclada en las viejas raices del futuro, es un problema eterno de una burocracia recluida en su propio alzheimer.
Pareciera que el tèrmino Feria es tomado al pie de la letra para una fiesta de la cultura y culto al  libro, que se debate entre el papel impreso y la palabra digital. Feria encierra y se traduce en los diccionarios entre varias acepciones de una misma rama: "Mercado que se celebra en un lugar público y en determinadas fechas para comprar y vender todo tipo de productos, especialmente agrícolas y ganaderos" Desde luego no estamos frente a esta dimensiòn, porque el libro tiene otros alcances  como la cultura a grosso modo. En Mèxico, Feria se reconoce como dinero suelto, cambio.
Las Ferias  nacieron en Amèrica latina en Portobelo, atlàntico panameño en 1606  y durante un siglo y medio, el imperio español enviaba en sus galeones desde el virreinato del Perù el oro y la plata al istmo, desde donde se transportaba a la metròpoli. El 60 por ciento del oro español,  saqueado de las colonias del sur, pasò por Panamà.
La poesìa es un fantasma en los mercados, el mejor poeta vende dos mil  ejemplares, la gente encuentra  que es un gènero difìcil, poco interesante y sin embargo, diariamente utiliza la palabra como un comodìn, esto no es poètico, carece de poesìa, pònle un poco de poesìa.
El oro relucìa en las playas de Portobelo y la plata  llegaba serena a las arenas y costas del istmo, menos brillante, màs modesta. Impensable desembarcar con libros de poesìa en cualquier puerto del mundo, serìa una puesta de escena extravagante, desconcertante para cualquier mercado. Quizàs los originales de Shakespeare, Dante, Neruda, Whitman, Rimbaud, Kafka (que esperan aùn su destino en Tel aviv),  Borges, Quevedo,  Voltaire,  Rulfo, Freud, Proust, Martì, Trakl, Pushkin, Canetti,  tendrìan un valor en el mercado màs allà de su obra.
¿La poesìa es un artìculo suntuario, de lujo, de feria, un subproducto del siglo XXI?  ¿Las decisiones del buròcratas empujan a poner la cabeza en el horno a las Sylvia Plath, ahì donde se quema el pan de la poesìa o para seguir siendo  fuego eterno de los dioses? Al mercado de las pulgas con el insignificante poeta, alguien reciclarà un par de versos para una novia oculta detràs de la cortina y escucharà las campanas del Big Ben privatizado. Oh poesìa, te rindes ante el mercado salvaje/mi piel roja reclama tu cabellera/ mìrame con tus decadentes ojeras/ mar muerto de mi prosa/arruìnate en mis brazos/pero no me abandones/musa estoica faisàn desplumado/vuela, vuela, querida/todo se paraliza ante tus ojos/niebla, sol, nieve/la misma primavera es tormenta/de palabras y palabras/sal de estos dìas. No te rajes, digo Poesìa. (Rolando Gabrielli)
No te rajes, digo, poesìa, de alguna manera estaràs en la tierra de Jalisco, allà en Guadalajara, Guadalajara.
Los preparativos continùan en Mèxico y  Santiago de Chile, para la gran fiesta del libro y la cultura. Pero no todo  es miel sobre hojuelas, una delicia en el paladar, que significa, a mi manera de ver, no hay problermas en el camino, trànsito libre. Pero,  no es asì. Las  escritoras Isabel Allende, ùltimo Premio Nacional de Literatura, y Marcela Serrano, no aceptaron la invitaciòn del gobierno chileno de participar  en la FIL 2012. Marcela Serrano arumentò polìticamente: "“No deseo que mi larga y buena relación con los lectores mexicanos se vea mediada por un gobierno al cual no apoyo ni me representa". Agregò ademàs: "“El gobierno incluye a personas que provocaron el apagón cultural de Chile, utilizaron la censura e intentaron aniquilar los pensamientos distintos al oficial”.  Isabel Allende fue màs diplomàtica, porque se excusò por "problemas de agenda"
No son las ùnicas en señalar que el camino a Guadalajara no està empedrado de buenas intenciones. Una lista abierta de unos 140 escritores, editores  independientes y artistas chilenos, aluden a la importancia del evento, tanto comercial como cultural, ya que es visitado por un millòn de personas. Los firmantes de este manifiesto de rechazo a la organizaciòn  y escogencias chilenas, sostiene que  las dos caracterìsticas señaladas del evento dificultan  "configurar una delegación y un programa que resulten representativos".  Son razones, de acuerdo con la Declaraciòn Pùblica para un programa de Chile en la FIL sea màs representativo, para  "que el proceso de construcción de este programa y de selección de los autores que representarán a Chile, sea conducido de manera transparente e informada". Enumeran las falencias de Segùn la Declaraciòn existen seis falencias en la programaciòn y escogencia de autores y editoriales:


Todo esto ha conducido a un Programa de Chile que presenta claras falencias, en al menos seis aspectos fundamentales:
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1º Un enorme centralismo en detrimento de la diversidad regional del país.
2º Una discriminación casi absoluta de los editores independientes, quienes publican gran parte de la literatura nacional.
3º Una representación inexplicablemente baja de poetas, quienes constituyen quizás la tradición cultural más importante del país.
4º Una escasa o nula presencia de ensayistas y críticos literarios nacionales.
5º Una homogeneidad excesiva de los temas abordados en las mesas y paneles de discusión, eludiendo problemáticas políticas y culturales fundamentales del Chile actual.
6º La FIL será sede del encuentro Otra Mirada, de libreros y editores independientes de Hispanoamérica, y no existen facilidades efectivas para que Chile participe de manera activa en este evento.
Por ninguna parte aparecen los escritores, de cualquier gènero y tiempo, que carecen de editores por la rosca existente  en el gremio y en el mercado.
¡¡¡Viva Mèxico!!!

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