La vida de un poeta
es la vida de un santo.
Rimbaud marcó el camino,
desató verbos, pintó vocales,
su iluminación estuvo
en pisar el infierno,
sin quemarse.
Arthur, el adolescente maldito,
traía amanecer en sus palabras,
en el blanco azul de sus ojos,
desarrolló pura videncia,
sin ver lo que vio,
dijo todo.
Rolando Gabrielli©2014
1 comentario:
Què hermoso!!! los poetas malditos, percibìan los infiernos de la existencia, eran demiurgos, magos,y se hicieron responsables de transitar la vida como pudieron, escribiendo.
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