Un año en
que la poesía brilló por su ausencia,
dimos pasos
falsos una y otra vez,
aleteos de
ahogados al despertar del insomnio,
en la
mañana el café y el ordenador por horizonte,
la ventana
puede esperar para ver el paisaje
y las horas
correr por un zoom, la mirada colectiva
del
momento, todos nuestros ojos puestos
en esta
miserable pantalla que nos arranca los ojos
y ordena nuestras voces remotas contemplándonos
en nuestros
propios reducidos espacios.
Es nuestra
realidad virtual, realidad al fin y al cabo,
palabras más
o menos, germina sobre todos nosotros
la
espléndida semilla digital, fuerte,
vigorosa, sana,
protegida
del implacable virus mortal.
Rolando Gabrielli2021
1 comentario:
Todavía no llega tan lejos elcovid.. El internet y la pantalla son inmunes, para gracia y suerte de todos...
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