Si el hombre no
midiera el tiempo
y todo
sucediera, pasara,
como por un cedazo, en silencio,
tal vez
sabríamos el valor
de un grano
de arena,
de una copa
vacía,
la pluma de
un ave volando,
el dedo en
la llaga,
porque no
todo es placer
ni bondad
en el hombre
y de esas
pequeñas cosas
que
pareciera estar hecha la vida,
sin tiempo,
ni gloria,
debiéramos
saber que nosotros
también
estamos hechos,
para
funcionar un tiempo.
¿Somos la
aguja en el pajar
o el reloj
de arena en la memoria
de un ciego
minutero?
Rolando Gabrielli 2021
1 comentario:
Has escrito muchìsimo, el jardìn fue ese borde de contenciòn...
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