La palabra tiene derecho a la palabra,
ser escrita, leída, escuchada, existir,
dejada fluir silenciosamente
y volverla a decir como si nunca
hubiera sido dicha, escrito, leída,
siquiera pensada antes que las montañas,
el sol, la luna, el mar, existieran.
Convertirla en lengua, comunicación,
es el trabajo no solo del poeta,
sino de cualquier hombre que la viva.
Sagrada y consagrada como el verbo,
en su altar ora por todos nosotros,
cada día.
Rolando Gabrielli 2022
1 comentario:
Muy lindo poema....
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