martes, abril 30, 2024

En el Alto Manhattan

En el Alto Manhattan,

entre los ríos Hudson y East,

frente al Central Park, 

donde se reúne la memoria del jazz,

los rascacielos miran  hacia los cuatro

puntos cardinales, atentos y vigilantes

bajo el cielo infinito de Manhattan,

los inconfundibles pasos de Walt Whitman

resuenan en la memoria del Alto Manhattan

y su risa amplia y generosa nos dice en sus palabras:

"ni yo ni ningún otro puede andar por ti  ese camino.

Eres tú quien puede andarlo."

Allí se encuentra la Universidad de Columbia,

libre como las alas libres de estos jóvenes

que rompen el silencio y el mundo recoge sus voces:

"El que degrada a otro me degrada a mí", señala

el viejo Walt meciendo sus barbas en el Alto Manhattan.

Me parece estar escuchándolo por todo Manhattan,

en cada uno de los Estados de la Unión que recorrió

sembrando su palabra libre, conmovedora, entusiasta

y ahora detenido frente al Hudson

con sus zapatos infinitos y su sombrero,

meciéndose su barba bíblica, otoñal,

está respirando entre las multitudes,

por la ansiada justicia, la paz del Medio Oriente,

el fin de la absurda muerte de niños y mujeres.

Tan simple es la vida, nos dice y recuerda:

"Soy de todas las razas y de todas las castas

y de todos los linajes y de todas las religiones".

Nos sigue hablando el viejo Walt Whitman.

Rolando Gabrielli2024

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La poesía es un testigo de excepción de su tiempo, registra,  se informa, contamina, analiza  y elabora su propia visión, asume la realidad con el instrumento que tiene a mano: las palabras. Es  compleja la visión de un poeta, porque está impregnada de realidad, historia, lecturas, memoria y pasión. Está llamado a interpretar el momento a través de su oficio, la poesía y como resultado, el poema.

Las Universidades norteamericanas están protestando por el genocidio en Gaza, como en tantas  otras partes del mundo, la Sorbonne, Francia, los jóvenes  siempre son una esperanza, un símbolo de desinterés y justicia, como ocurrió con Viet nam y sucedió el Mayo del 68 en Francia(París y Nanterre.

La juventud  universitaria de Estados Unidos vuelve a hacer historia, se pronuncia de costa a costa,  en su legítimo derecho de propiciar la paz, el fin de un conflicto de casi tres cuartos de siglo, para no ir más allá del tiempo.

Me he hecho acompañar de Walt Whitman, el poeta nacional de Estados Unidos, quién estaría al frente de Columbia, seguramente, clamando por la paz y la justicia en la devastada Franja de Gaza. Solo un ciego no vería que está sucediendo allí hace más de seis meses. Quienes conocen algo la historia estarían pensando en el gueto de Varsovia. Fue en abril justamente cuando un grupo de valientes enfrentó a los nazis con algunas pocas armas y alcanzó una modesta victoria. Todo lo demás fue la deshumanización, el Holocausto.

1 comentario:

Nora Daut dijo...

Whitman Q.E.P.D
Reflexivo e interesante texto. El que sabe, sabe; el que no, Lee y aprende. Grande R Gabrielli