


De sólo verlos
se vuelan, se vuelan,
uno en el otro
se van, se van,
y queda el paisaje
que copian al despertar
cada mañana
y se vuelven a cerrar.
De sólo verlos flotan,
pero están,
para ser el sueño
o el hilvan.
de la ventana
un día,
la noche cierran
y vuelven a volar
al despertar.
Rolando Gabrielli©2006
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