Marzo es el mes de los Oscares y el domingo será un día de película global para Hollywood, desde el Teatro Kodak, sede del mayor evento anual de la cinematografía estadounidense. Cada año una sorpresa, algo anunciada, con enigmas, suspenso, pero un show cuyos resultados se van perfilando mucho antes de la ceremonia oficial. La Academia tiene un libreto previamente organizado.
Este año la gran estrella será la Coca Cola Blak, y en los primeros 30 segundos de su comercial, dejará una nueva sensación, el placer de la mezcla del café con una nueva bebida, en 35 millones de norteamericanos y otros tantos alrededor del mundo. Un híbrido en el centro de Hollywood, con todas las de ganar el Oscar del consumo. 30 segundos, 1.7 millones de dólares, impacto total. Se deslizará Coca Cola Blak por la gloriosa mágica alfombra roja del Kodak Theatre. Aparecerá en pantalla Coca Cola Blak en total tres minutos y 45 segundos. Suficientes para rodar su propia película en la psicología nacional del consumo. ¿Serán afortunados los que tengan en sus manos una cada día? Cuando éramos estudiantes universiatrios, ya habíamos inventado la Coca Cola Blak, porque para pasar la noche en vela, tomábamos Coca Cola con café. ¿Cómo no se les ocurrió antes, me preguntó, algunas décadas depùés? La Academia señaló el camino publicitario de este año al batir el récord en millones de dólares que no ha revelado aún. Son 15 grandes anunciantes en los oscares y en esta 78ava. edición, también American Express estrenará su comercial. No hay anuncios de cine, la gran paradoja del evento o simplemente no se cuenta dinero en la casa del banquero. Es el año de Brokeback Mountain y Capote, entre otros filmes ya exhibidos en la con algún éxito de taquilla, aunque Hollywood ha visto mermar estos años la presencia a las salas de cine. Los organizadores de esta premiación decidieron restaurar el Teatro Kodak y abandonar la tecnología, por una visión retro, antigua. Roy Christopher, el antiguo diseñador escenográfico de los oscares, hizo el gran cambio al pasado, al antiguo esplendor de Hollywood, la época dorada. Un telón del ayer de los ayeres, para un siglo XXI lleno de efectos especiales. El viejo paraíso de la meca del cine en Los Ángeles, espera a Brokeback Mountain (8 nominaciones), Crash y Good Night, and Good Luck, (seis candidaturas cada una). El Oscar a la Mejor Banda Sonora, compiten un candidato español, Alberto Iglesias, y un argentino, Gustavo Santaolalla. Iglesias fue seleccionado por su trabajo en The Constant Gardener y Santaolalla por el suyo en Brokeback Mountain. Además los mexicanos Rodrigo Prieto y Emmanuel Lubezki aspiran al Oscar en la categoría de mejor director de fotografía por su trabajo en Brokeback Mountain y The New World, respectivamente. Munich, está nominada también entre las cinco mejor películas. La suerte ya está echada. El libreto detrás del libreto, en la pantalla del èxito, la jornada de la burbuja de Hollywood, la fiesta Ópera Prima, dorada del celuloide, a punto de estallar frente al teatro retro. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? ¿Hollywood no es sólo futuro? ¿Los oscares son una burbuja? Publicidad, divino tesoro. Rolando Gabrielli©2006
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