jueves, marzo 30, 2006

JILL CARROLL

Las buenas noticias no son una especialidad del periodismo y de la información, en estos tiempos apocalípticos, retóricos de desolación y de terror. Los medios apuestan por el escalofrío, el cadáver que recorre el mundo. No es un fantasma, sino un espectro de carne y hueso, que vuela en mis pedazos y carece de fronteras. Un escenario espeluznante, horroroso de horror, aclimatado por la fuerza y la violencia per se. La prensa es fiel reflejo de esta desintegración global y de ajuste de cuentas, amenazas, acciones bilaterales, retaliaciones, y pornografía verbal, la suma de escandalosas mentiras. Se profana el espíritu humano con la ligereza de una época que se observa rigurosamente el ombligo. Los periodistas son víctimas de este tiempo de “Seguridad Nacional”, que tanto daño hizo en el Cono Sur. La verdad humillada, de rodillas, escrita en bastardilla pero de bastarda. Todo lo dicho aquí ha ocurrido: se miente en los grandes temas y se desmiente, se asesinan periodistas y la impunidad se certifica con un entierro más de la libertad de expresión.
He esperado pacientemente que el mundo de la información despliegue sus páginas con una buena noticia, que en lo personal me ha producido una gran alegría. Me refiero a la liberación de la valiente periodista Norteamérica, Jill Carroll, del Christian Science Monitor, secuestrada en Irak y liberada hoy 30 de marzo. Sólo he visto una noticia escueta en el ABC de España.
Carroll, de 28 años fue secuestrada el pasado 7 de enero, cuando intentaba cumplir con su trabajo profesional y se preparaba para entrevistar al líder suní Adnán al Duleimi. Su traductor fue asesinado en esa ocasión. No sabemos cuales fueron los acuerdos para alcanzar su libertad. Es muy escueta la poca informaicón circulada sobre su liberación hace ya varias horas. Lo importante es que Jill Carroll está viva.
Rolando Gabrielli©2006

2 comentarios:

Carol Crisosto dijo...

No hay nada mas hermoso que solidarizas y ocuparnos de otras vidas. Saludos desde el SUR DE CHILE.

Carol Crisosto Càdiz

Vigo dijo...

Vaya labia que tiene usted...