jueves, marzo 30, 2006

LUNAS

La luna no es polaca,
ni en Dublín o Praga
están sus ojos
bajo ninguno de sus puentes,
ni en África se deja ver
más temblorosa en las encendidas
pupilas de un tigre.
La melancolía rumana
de lo que fue su misterio,
la fuerza de su luz
en las mareas,
a nadie pertenece.
Detrás de la imaginación
seguirá flotando el ave blanca
que construirá sus antiguos sueños.
París, ni Roma o Nueva York
tienen una luna propia
o tejen con su hilo blanco
los sueños que nos esperan.
La he visto custodiar
detrás de la montaña
el silencio y los caminos,
descender cada noche
donde mece su reflejo,
que aún conservo
en las horas en que sé
que ya habré muerto.
Rolando Gabrielli©2006

1 comentario:

Cincinato dijo...

Me encanta su poesía,la escrita y la que se sugiere.