¿LOS BLOGS, SANTUARIOS DE LA PALABRA?
Cuando escribo sólo existe lo que escribo. Aquello que he sentido como diferente, que no he podido decir y que se me ha escapado, son ideas o un verbo robado, y que destruiré para reemplazarlo por otra cosa. A.A.
Los Blogs-Bitácoras son el Big Bang de la información digital y han revolucionado las comunicaciones interpersonales, masivas, públicas en Internet. Son millones de personas las que escriben, cuentan su vida, hacen política, literatura, reportan información, la circulan, denuncian, o simplemente se divierten con la chismografía y la banalidad de esta época. Cada día se suman más, y como desde un púlpito arrastran su palabra, verbo chatarra, inútil, vacío, muchas veces, pero también iluminado con la verdad. Surgieron del hastío frente a la mentira de la Gran Prensa, que no cesa de engañar en los temas vitales del mundo y la sociedad. Es un fenómeno socio-psicológico, un estallido de la libertad y del más largo monólogo con el mundo, un diálogo personal con la especie, un grito en el desierto de la Red. Las Bitácoras son un corcho que flota en el mar de la información. Hay de todo en la viña de las bitácoras y era de esperar por el margen de libertad, facilidad, con que pueden crearse. Así nacen, así mueren. Son pequeñas larvas de unas cuantas semanas y no siempre vuelan. Mi Blog surgió por la insistencia de mi amigo Juan Contreras de Curanipe, un pueblito ubicado al Sur de Chile. Fueron meses de paciente labor, hasta que él decidió crear el Blog y no hubo más remedio que empujar la carreta con los bueyes personales. Fue en Octubre 31, época de grandes aguaceros en Panamá y tormentas eléctricas que alumbran los días en el espanto de sus furiosas descargas eléctricas y atronadoras voces celestiales. Así se parió el Blog desde el Sur en el centro de las América, entre rayos y tormentas. Un desafío al tiempo y la creatividad. Los medios impresos ya incluyen sus propios Blog y muchas personalidades de la música, el arte, la política, la prensa, se expresan a través de ellos. Ha surgido una extraordinaria y potente comunidad de bloggers. Mucha sordera, ruidos, sin duda, pero la comunicación existe y se comparte de una y mil maneras. Hay libertad de expresión y para escoger, pluralidad infinita de fuentes y enfoques. Mucha espontaneidad, menos rigor, indudablemente. Pero el espacio existe y funciona. La velocidad tal vez impide mejores cosas, pero se pueden hacer, de hecho existen y surgen en el camino. La Bitácora es un instrumento para señalar una ruta. El camino lo hace el lector, al andar. Mi Blog, esta Bitácora, es una aguja más en el pajar de Internet, la biblioteca y prensa de los pobres y muchas veces marginados de los grandes círculos del poder y de la gracia divina. Es un largo monólogo, diálogo, con mis lectores, algunos, pocos fieles y muchos voyeristas, como es la red, un sitio ideal para el espionaje impune. Un lugar cargado de silencio. El Blog es la reafirmación también de una lengua, identidad, cultura, una manera de rescatar el lenguaje lanzado hoy al gran basurero de la nada. El afán es el Otro Periodismo, la poesía narrada, un mundo de esperanza, desencanto, virtualmente real. El lenguaje, la palabra, se ha transformado en un agujero negro, sin principio, ni fin. El idioma se recrea en el lugar común de la banalidad y camina como un minusválido, sin serlo, asistido por sus falsas muletillas y de pronto se atropella en su propio vacío. Estas palabras “nuevas” mienten. Me recuerdan un tiempo destemplado. Hoy brillan las palabras de supermercados, peluquerías, estadios de fútbol, boutique, discoteque, en los chat, celulares, televisoras, pero forman parte de un idioma muerto, no vivo, creativo, trascendente, ni popular. Prefiero los paréntesis, los enormes silencios de la piedra que no me habla e ignora, la muda voz de una campana y alguien que enmudece ante un poema, que una mentira.
La revolución digital es una realidad. Todo está cambiando. Las pantallas nos hablan y cuentan sobre el mundo de una manera impensada. La percepción, gustos, niveles de inteligencia de las personas son diferentes a 10, sólo quince años atrás, y lo que viene promete ser más sorprendente. La palabra pareciera estorbar y una mecánica gutural se apodera del magin de millones de personas. ¿Un retorno a los antepasados aún no reconocidos? Los Blogs son un Diario de Vida, una manera íntima de reflejarse en el yo de millones. Un espejo solitario lanzado a esta nueva galaxia. Puede caer en manos de un hoyo negro y perderse, ser devorado como una pequeña estrella. O ser reconocido como un objeto de culto, no de adoración, porque el santuario del Blog debe ser la palabra. ¿Qué nos diría Barthes, Derrida, Levi Strauss, Passolini, de esta nueva forma de comunicación? ¿Qué hubiese hecho Kafka con un Blog? Quizás la literatura no sería hoy más que un sueño erótico. Una larga interminable muralla china. Literatura sin alas, con muchas plumas, una almohada para los días rosas. Las pesadas sábanas de alguien que llora en la nieve. El laberinto perfecto de lo que pudo ser ese sueño. Ella me mira con el rabo de ojo, pero no me habla. Me ausculta. Forcejea con el aire que respira. Se entrega a la imagen inanimada del silencio. Ilusiona en la auto contemplación. La realidad es digital. Coquetea con la envoltura. Es rodaje de su propia película. Cáscara plateada, imán, obsesión, juguete, complemento de alguna soledad. Intercambio también con el espejo. Rotación personal con la tierra, sin partir, ni llegar. Es un ir hacia ninguna arte para regresar en una misma u otra dirección. Palabras, palabras, amigo lector.
Los blogs arrastran la biografía personal, códigos, fragmentos de una realidad mayor, el ojo personal de la noche, lo que viene de la infancia, una escandalizada objetividad pasión íntima, las viciosas lecturas, la lujuria inconfesable del verbo, en ese pequeño jardín a punto de esfumarse en la realidad. El blog permite interactuar al internauta, escribir su propia versión a través del texto presentado, leído, opinar inmediatamente desde el lugar que se encuentre frente a un monitor. Lo hace, quiera o no, desde un anonimato consentido por las reglas del espacio de la nada. No tiene mayor responsabilidad, aparente, y lanza su mensaje. Es en un instante que se expresa y de acuerdo a sus circunstancias, humores, bajo el respaldo de si mismo. La diferencia está en que no es un especialista, ni periodista, sino un lector-opinante, público, una persona común y corriente que desea expresarse para criticar, decir, o avalar algo con lo que está de acuerdo. No hay indiferencia. Es una manera de “solidarizarse” con la comunicación y reflejarse en algo. Ninguna distancia puede atemorizar al internauta. Internet las acortó, más bien las transformó en tiempo real. El riesgo está en esa misma velocidad, los tiempos de no analizar, no reflexionar, ni hacer el recorrido de las lecturas básicas, elementales y hacer en los Códigos Da Vincis. A propósito de este espinoso tema que se debate en una corte británica por un supuesto plagio, dos internautas me escribieron para expresar su malestar por mis comentarios. Desde Italia y Buenos Aires, mujer y hombre, pero ninguno dio a conocer argumentos, lo hicieron desde la cáscara y de la atmósfera del malestar. Sólo calificativos y no se refieren al texto , una visión impresionista tal vez de sus propias experiencias, rabias, frustraciones y deseos. ¿El Blog es un diván freudiano? La mayoría de los comentarios, han sido positivos, de reafirmación, breves, lacónicos, concisos. Lo cierto es que las opiniones son para rebatir, argumentar, decir la otra opinión, enriquecer un texto. Ambos detractores se escudaron en el anonimato y no continuaron el debate. Gajes de los blogs y de Internet, la falta de consistencia, ausencia de todo rigor. Hay quienes se deslizan desde la menopausia del verbo. Camino tan trillado como el silencio. La red deja nadar libremente al pez, escapar y no hay más anzuelo que la propia palabra. Se educa un nuevo verbo, centurión áspero ejercicio, en el raudo circuito planetario del abecedario. Roma imperial, estas palabras, esclavas, insurrectas, salvadas páginas.
No todo en la Red es pantallazo del ego, o vértigo de la nada, pasión del instante, rueda mucha información especializada, única, original, clásica, científica, de apoyo, real. No podemos poner en un mismo saco los exabruptus, brutus lapsus, con los trabajos profesionales, investigativos o creativos. Hay periodismo en la Red, sin duda, del bueno. Y todo el mundo tiene derecho a expresarse. Es un riesgo pero debemos asumirlo y saber diferenciar el valor o no, de cada texto y palabra. Gustavo Ng, periodista de el Clarín de Buenos Aires, uno de los periódicos más leídos del mundo hispano, en una nota titulada: Valparaíso : una ciudad entre el cielo y el mar, ha citado unas palabras mías sobre la mítica ciudad porteña."Escaleras babélicas", las llamó el escritor Rolando Gabrielli, quien recuerda una definición de Pablo Neruda sobre el Valparaíso de los cerros, este gran recodo del mundo, con sus oscuras callejuelas, con sus cerros extraordinarios en que se mezclan la miseria, la alegría y el trabajo como conjunciones conmovedoras.
Es una manera de hacer más periodismo.
Rolando Gabrielli©2006
Rolando Gabrielli©2006
1 comentario:
Hermosísimos tus poemas plásticos, Rolando.Son un festín oral y visual.
Un abrazo y no dejes nunca de regalarnos tu imaginación.
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