viernes, agosto 18, 2006

EN EL BARRANCO DE VÍZNAR


España sigue prisionera de su pasado, atada al negro crimen del Príncipe de la poesía andaluza, y huérfana en sus miserias de inquisidoras nostalgias. Hoy busca su cadáver en una fosa común, 70 años después del crimen, que bastaría para condenar de por vida el régimen franquista y a sus herederos, que prefirieron la complicidad, que la gracia, la magia imborrable del Duende granadino.
Esa tarde, la más negra de España, los cuervos le arrancaron los ojos a la poesía, culatearon pianos, pusieron de rodillas la vida y se atragantaron ratas en la garganta de los traidores: la infamia escondía su bilis en su propia joroba. Tanta envidia y odio, que ni un Duende pudo salvarse. La venganza aguarda en Granada, ese 18 julio de 1936. Tanto se ha escrito para borrar y perpetuar la infamia. El destino estaba escrito. Le asesinarían junto a un maestro y dos banderilleros. A una fosa común, tan común en la España de Franco. Más de 5 mil fueron los granadinos ejecutados por ese entonces. España sangraba como un cordero degollado.
Dice el poeta Antonio Machado que al amanecer se le vio a García Lorca caminar entre fusiles. Allí cayó, en el barranco de Víznar

No se sabe a ciencia cierta donde está el cuerpo de Federico García Lorca, pero si el de Francisco Franco: en el Infierno.
Rolando Gabrielli©2006
SUR
Sur, espejismo, reflejo.
Da lo mismo
decir estrella
que naranja,
cauce que cielo.
¡Oh la flecha,
la flecha
!El Sur es eso:
una flecha de oro,
sin blanco,
sobre el viento.
Federico García Lorca

1 comentario:

Carol Crisosto dijo...

Gracias, por educarme,de verdad!!!