La oferta mediática es un huracán que no toca tierra y se alimenta de las tres V: voyerismo, velocidad, vanidad-vitrina y banalidad. En ese enjambre pugnan la imagen y la palabra, las 24 horas del día y los 365 días al año por esta máquina circular llamada Internet. El tema de estas líneas es celebrar un hecho notable de la oferta mediática y que nos hace llegar un diario escrito en castellano, de América del Sur, editado en Buenos Aires, Argentina y que se llama La Nación. Argentina siempre ha tenido una oferta cultural notable en su capital, la city porteña, deslumbrante en ocasiones, siempre persistente y presente. Los lectores, cada día más veedores, mediáticos, están girando hacia lo visual, la imagen, sin duda.
Los impresos están temblando ya hace algunos años, aunque hoy el papel tiene como respaldo Internet y los blogs, imágenes. No obstante en esta revolución de la información y de los sentidos, nada es suficiente, ante el entretenimiento y la fantasía de los juegos digitales. Los hechos suelen ser los mismos y se repiten, trasladan, copian, de un medio a otro a nivel global. Nunca como ahora la masificación informativa es más perfecta y aburrrida. Por eso, los Medios tienen que hacer algo más creativo, inteligente y de impacto. Es lo que está ocuriendo en el mercado, dar en el clavo que es lo que quiere el lector-espectador engolosinada con la banalidad y una oferta muchas veces mediocre. La Cultura, como tema, por lo general es una oferta marginal en muchos medios. Casi ninguno incluye entrevistas a poetas o se esmera en incluir poemas de nivel literario. Poca o nula crítica de cine. Reseñas muchas veces comerciales y superficiales.
Sin embargo, los grandes periódicos en castellano e inglés están haciendo movimientos significativos para captar lectores y forman opinión pública. Incluidos The New York Time y El País de España. Página 12 tiene una de las mejores ofertas culturales a través de sus análisis, enfoques y preo cupación temática. Clarín también tiene su propia óptica y persentación de los temas.
La Nación ha dado un paso en esa dirección. Sus directivos consideran que la Cultura forma aprte del corazón del diario y que durante dos años hicieron ingentes e infructuosos esfuerzos por editar un nuevo producto cultural, como el que acaban de lanzar este sábado al mercado.
A esta nueva oferta le llaman adnCultura, y que reunió en un hotel de Buenos Aires a 1800 intelectuales, artistas y público en general. Entre las autoridades gubernamentales estuvo la ministra de Cultura del gobierno porteño, Silvia Fajre.
Son 35 periodistas los que trabajarán en esta nueva plataforma cultural del diario La Nación. Es una revista interactiva con el público y donde escribirán algunas plumas reconocidas, además que la revista se imprimirá en papel. Jorge Fernández Díaz, uno de los ideólogos del proyecto, reveló que :"Nos costó mucho llegar a una síntesis en la que se dieran la mano lo clásico y lo moderno, lo consagrado y lo nuevo, lo sofisticado y lo popular."Raquel Loiza, antigua redactora del diario, es la autora del slogan ADN-CULTURA y lo explica: "la cultura está en la identidad misma del diario y partimos de ese majestuoso genoma cultural para desarrollar un nuevo estilo y abrir nuestros ojos a todas las tendencias".
Es un paso en la dirección del mercado, lo nuevo es quizás interpretar es6te caos de la modernidad. No es una aspiración muy sencilla, pero es lo que está ocurriendo en el mundo.
En esta primera edición se ha incluido una larga conversación en Nueva York, entre los escritores norteamericano Paul Auster y el argentino Eloy Martínez.
Lo importante de este encuentro, -donde hablan de sus obras, Borges, Kafka, Proust, Grass, Vila -Matas, de la ausencia de traducciones de literatura latinoamericana al inglés en las útimas dos o tres décadas, del rechazo de sus libros por muchas editoriales, del tema del oficio (la escritura), del Quijote, Beckett,-es que Roberto Bolaño, el gran ausente, los puso a hablar de la literatura latinoamericana, dijo Paul Auster.
Según Eloy Martínez: "La gran literatura en castellano está hecha de música. No solo la poesía. Francisco de Quevedo, los cronistas de Indias, Rulfo, García Márquez y, por supuesto, Borges están llenos de música. No se entiende a Borges por completo si no se advierte que su lenguaje es música. Escribía siguiendo el hilo de música de las frases, quizá porque era ciego". ¿Y a Alejo Carpentier por qué nunca nadie lo nombra? A José Lezama Lima con su extraordianria novela Paradiso y Julio Cortázar?.
Y Paul Auster también dispara su propia visión sobre Borges, que dejó de ver desde los 50 años de edad, pero supo escribir y leerlo necesario. "Borges es... no sé cómo decirlo... un escritor menor genial. Sí, eso: un escritor menor genial. Creo que su mayor fuerza radicaba en el hecho de que conocía sus límites. Ni siquiera intentó escribir novelas, no podía hacerlo. En cambio, perfeccionó aquello que sí podía hacer. De los gigantes de la literatura del siglo XX, Kafka es mi preferido.
Del diálogo entre ambos escritores ha quedado claro que el Norte y el Sur siguen siendo ilustres desconocidos. Que a pesar de la globalización, Internet y de las comunicaciones instantáneas mundiales, la literatura vive sus propios patrones de encierro circular. Y la poesía no figura en estas grandes ligas del mercado editorial. ADN Cultura tampoco se hizo eco de este género fantasma.
Afortunadamente existen también medios alternativos de Norte a Sur que pugnan por su espacio en búsqueda del lector perdido. Esta eclosión de blogs, reporteros casuales, escritores independientes y disponibilidad de herramientas de comunicación y edición, son las que ponen a pensar a los "grandes medios de comunicación", porque el mundo está cambiando hasta su manera de caminar.
Rolando Gabrielli©2007
1 comentario:
la nueva provincia ...
el diario de Bahía Blanca.... muy bueno!
grande Gabrielli...con tus notas!
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