sábado, junio 28, 2008

LA Cátedra Bolaño, un autor sin paradero






Roberto Bolaño se moriría de la risa si supiera que la universidad chilena Diego Portales creó la Cátedra Bolaño, un nombre pomposo para un escritor que tuvo más confrontaciones con Chile y sus pares, que relaciones de convivencia. Poco antes de morir se presentó su candidatura para el Premio Nacional de Literatura, una pensión vitalicia para la obra de toda una vida más un premio en metálico. Bolaño, un narrador que no parece chileno, pero que lo es, forma parte de la estirpe de los ninguneados de ese premio al que muchos aspiran con un fervor de campeonato mundial de fútbol. Entre los olvidados, Enrique Lihn y Jorge Teillier, dos de los poetas más singulares de la poesía chilena. Los chilenos tienen una frase sarcástica para este tipo de situaciones que fue acuñada desde antes que se le concediera el Premio Nacional de Chile a Gabriela Mistral, seis años después del Nobel. El país conservador, machista, no concebía que una mujer autoexiliada hubiese ido tan lejos en esto de la literatura universal. A esto se le llama El Pago de Chile. Una metáfora, real.
La Cátedra de Bolaño no sólo es para hablar de la obra del autor de Los Detectives salvajes, sino para reflexionar de manera crítica sobre el país y el mundo, con el propósito de insertar con la comunidad universitaria a esa alta casa de estudios. Juan Villoro, mexicano y amigo de Bolaño, dijo que al autor de Putas asesinas, le habría gustado que una cátedra llevara su nombre. Carlos Peña, rector de la UDP, precisó al inaugurar la cátedra lo siguiente, entre otras cosas: "Si hay algo que sorprende en Bolaño, en este diríamos, iletrado formal, es la vastedad de su cultura que parece no haber dejado libro por leer, casi desde Homero a Wittgenstein, al extremo que, como ha sido sugerido dos o tres veces, no hay otro escritor de nuestra lengua que exhiba una cultura tan vasta como la suya", expresó. Peña señaló que, como Borges, Roberto Bolaño hizo de la literatura, de sus motivos, de sus procedimientos, de sus trucos y de sus trampas, el objeto de su propia creación, "motivo por el cual la suya es una escritura sobre la escritura, un intento por develar el secreto de esa pasión que lo consumía como lector".
Roberto Bolaño, poeta, anarquista, parriano, borgeano, Linheano, antinerudiano, es hijo de un ex boxeador chileno devenido en empresario del transporte en México, quien conoció la obra de su hijo décadas después que esta bordeara los límites de la posteridad. Bolaño ya estaba herido de muerte y se entregaba a su última novela 2666, con pasión adolescente, de viudo insomne, sin freno, con frenesí, descenfrenado. ¿Qué más le queda a un inmortal? (Esta frase es un homenaje en respuesta a tantos colegas mala leche y envidiosos, de esta Estrella distante que puso a brillar la narrativa chilena y le quitó ese olor a naftalina, con sus raras excepciones.)
Algo que es verdaderamente sorprendente es el imán de México para atraer a tan buenos escritores y que éstos vivan en su suelo, escriban y se identifiquen con la tierra azteca. Ello ocurre porque México es mágico, sin duda, y yo me apunto a esa percepción. Malcom Lory escribió una extraordinaria novela, Bajo el Volcán. Bolaño vivió el DF piel a piel, como un convicto que no renunció a su celda y libertad.
Ya muerto de muerte física, mortal, real, total, en cenizas por el Mediterráneo, Susan Sontag dijo en España en el marco del premio Príncipe de Asturias: "Nocturno de Chile es lo más auténtico y singular: una novela contemporánea destinada a tener un lugar permanente en la literatura mundial". Y luego, cargó contra los "falsos escritores", los "escritores mercenarios", y por el contrario dijo: "De lo que he leído en los últimos años, me gusta mucho Roberto Bolaño. Es una pena que haya muerto tan joven. Escribió mucho y estaba empezando a ser traducido al inglés, pero le quedaba tanto por escribir..."
Lectora, crítica, lúcida, intelectual siempre honesta, S. Sontag, descubre que esta novela corta (todas las novelas son novelas, cortas o largas) es un viaje iniciático al Chile de los últimos 50 años del siglo XX, pasando por la estación Pinochet con aquellos dos singulares personajes ficcionados magistralmente desde su nombre: Oido y Odeim (hay que leerlos al revés). Después de todo Nocturno de Chile se iba a llamar Tormenta de mierda. La estructura de la novela es casi un sólo párrafo, sino fuera por el final.
Escritor del exilio, de América latina, universal, ignorado olímpicamente por los faraones del Boom, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez y endeudado con Kafka, Borges, Parra y Vallejo, el poeta, como la novelística del Boom no se ve y ni se toca.
Esa misma tormenta lazó contra sus pares, Isabel Allende, Antonio Skármeta, Diamela Eltit etc. Y también recibió de dos colombianos, uno que se hizo mexicano y volvió a hacerse colombiano y tiene por tiro al blanco a las religiones y a la humanidad: Fernando Vallejo dijo que la prosa de Bolaño es demasiado simple, plana, elemental, "del tipo yo Tarzán, tú Chita". El poeta colombiano Darío Jaramillo sostuvo: "Bolaño es mago de un solo truco, retorcido (como un remolino), adornado truco, pero siempre igual a sí mismo. Es ahí cuando uno puede ver con nitidez la diferencia entre la pobreza -maquillada- y la difícil y maravillosa sencillez."
Bolaño construyó su propio mito dentro de la literatura y en la vida real que abandonó abrúptamente, como si estuviera en un ruedo de frente ante un toro pero desprevenido a propósito como si el amor tuviera que bañarse en sangre hasta la última gota. Sus lectores alimentan el mito cuando ya el autor ha traspasado el muro hacia el silencio. No es ni será el único escritor o artista que cultive su mito con agua bendita y maldita. Lo interesante es leer y analizar a Bolaño como un escritor del Neo/Chile, de ausencia y presencia lejana, próxima, que se atrevió también a trabajar con la larga y angosta materia prima. Nos dejó la otra cara del paisaje, una vista desde las vísceras. La narrativa chilena y latinoamericana tiene un nuevo aire, porque Bolaño es poeta y reescribe los temas que siempre nos pisan los talones y no importa el lugar desde donde lo haga, porque un escritor verdadero nunca viaja de si mismo. No olvidemos que él es también un hijo de la represión. Del terrorismo de estado, ese órgano disfuncional que nos gobernaba en un estadio de fútbol donde todos teníamos tarjeta roja antes de ingresar al juego. Bolaño jugó, jugó.
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Rolando Gabrielli ha escrito diversos artículos sobre R. Bolaño, que se pueden encontrar en google y en este Blog como en otros diseminados por la geografía digital, entre ellos: E-mail a Roberto Bolaño; Bolaño, ¿una estrella distante de la literatura chilena?; Los diez de la fama; Bolaño baja el telón de la narrativa chilena; El carnaval de Bolaño en Chile; El sótano de Babel, un viaje personal; Bolaño le ladró a los perros; ¿La tonada chilena de Bolaño en Buenos Aires?; La revolución silenciosa de Bolaño; El fantasma de Bolaño recorre la feria del libro chilena; Bolaño, el Caballo de Troya de la literatura chilena; El fantasma de Bolaño en Buenos Aires... Decía en otro comenatrio de Fogel sobre Bolaño: Estimados amigos, comparto sus puntos de vista y esta notita... en google, yahoo o en mi blog aparecen diversos comentarios sobre Roberto Bolaño, un escritor de la diáspora, sin red, ni paracaídas...novelista bajo la sombra de la realidad visceral y ficcional...En Chile se aprestan a dedicarle el mes de noviembre, un Carnaval, merecido homenaje a quien sacudió las enaguas de la narrativa chilena y castellana en las últimas décadas...
La Cátedra Bolaño invitó al escritor y periodista francés Jean Francois Fogel, quien escribió la columna que a continuación incluyo textualmente en la página de Blog llamada Boomerang y que patrocina el diario español El País y se replica en distintos medios. También edito algunos comentarios de los visitantes e internautas, entre los cuales me incluyo. Fogel viajó a Chile, a cumplir su postergado compromiso después de un fuerte resfrío en pleno verano francés y su conferencia se intituló: El futuro del libro digital.
Bolaño
No hay peor mes que junio para un parisiense cuando se trata de un viaje de dos días a Santiago de Chile. Pasar de las largas tardes llenas de promesas del verano en los cafés de París a la luz rosada del atardecer sobre las nieves de Los Andes es el mayor impacto que se puede recibir. Ya estamos en invierno, y lo sufren los estudiantes de la Universidad Diego Portales. No se quitan su abrigo durante una pequeña charla en la cátedra Roberto Bolaño. Viajé para dar esta charla y me encuentro con algo obvio: Bolaño es muy grande para un país chiquitito y ajeno.
No hablo de una caricatura del escritor y del pequeño audiovisual que se muestra en la sala del encuentro. Hablo de lo que me pasó con cinco, seis o siete personas en dos días. De manera directa o casual, sin pensarlo o con interés real me preguntaron sobre Bolaño, su fama, su posible influencia sobre los autores europeos. Aunque se metió en la escritura en México y produjo la mayor parte de su obra en España, no hay duda: para los chilenos, Bolaño es de Chile. Es uno más en la casa y no hay manera de olvidarse de su presencia. Es una figura intocable, un mito. La Universidad Diego Portales publicó a mi juicio el mejor libro de Bolaño: Bolaño por sí mismo, una compilación de entrevistas con una tapa roja/naranja. Pero lo que acabo de escribir es la frase irresponsable de un francés. Los chilenos viven frente al mito del gran escritor y no pueden blasfemar: la obra literaria está por encima de los sub-productos mediáticos.
Al irme me regalan otro libro editado por la universidad: La otra casa, unos ensayos de Jorge Edwards sobre escritores chilenos. ‘La otra casa' es la casa que tenemos en el mundo de los libros. Edwards es bueno y a veces muy bueno (sobre Nicanor Parra, Enrique Lihn y Pablo Neruda). El último ensayo de su libro se titula Sombras y apariciones. Es un texto sobre... , sí cómo no, Bolaño. "Un caso literario y un escritor excepcional" dice Edwards, que se debe vincular con Jorge Luis Borges ("un escritor de escritores y para escritores") y Nicanor Parra ("un anticuentista y antinovelista"). No sé si se trata de un elogio. Me explico: según Edwards, Bolaño no es un escritor para los lectores y su obra es una anti-obra. Con un crítico como éste uno no necesita enemigos. Pero me gusta este análisis y me convence aún más de lo que provoca Bolaño hoy en Chile: una sensación incómoda; ocupa mucho espacio y el país queda chico y cada día mas frío al acercarse el invierno.
[Publicado el 25/6/2008 a las 11:13]

El bolañismo es un falso fenomeno de critica literaria. Es, mas bien, una tendencia del mercado del libro, una moda o una nueva religion. Para mi es, antes que nada, lo tercero. Asi, para el anterior comentarista, la excelencia literaria de Bolaño resulta ser "una obviedad", algo que no se discute ni se argumenta. Dicho de otra manera: es un acto de fe. Por que Bolaño es un gran autor? Cuales son las cualidades de su prosa? Yo le encuentro más defectos que otra cosa: escritura descuidada, trivialidad, verborrea, falsa novedad: el vanguardismo que tanto ostenta Bolaño ya habia sido ensayado por autores como Cortázar o Cabrera Infante, etc.
Comentado por: Manuel el 01/7/2008 a las 18:44

Empezaré con una obviedad: Bolaño es excelente. Probablemente sea el mejor escritor de su generación, y de un par más también. Además es un emblema de estos tiempos, o algo parecido. Es, en buena medida, lo que Cortazar fue (al menos en Argentina) para otras generaciones: una guía para la vida. Esto no es ni bueno ni malo. Generalmente alguien ejerce ese rol. Mejor Bolaño que cualquier otro.
Comentado por: Matías Pailos el 30/6/2008 a las 23:08

A Bolaño lo endiosaron porque la gente y la industria editorial necesitan dioses. Qué se supone que introdujo Bolaño en literatura? La frase descuidada, la pose maldita, el libro que se pretende vanguardista y es, en realidad, un gran anacronismo? Peor que Bolaño son sus seguidores, especie de fanaticos fundamentalistas que no toleran que se critique al idolo, al mahoma de la mediocridad: a Bolaño.
Comentado por: Manuel el 29/6/2008 a las 11:15
Excusez, monsieur, l'impolitesse de ce commentaire en langue française... Il faut s'en servir, parfois, il m'arrive de le croire. Je suis enclin à une sorte d'outrecuidance fort ridicule, surtout du point de vue du style. Enfin, c'est, si vous voulez, une façon de "boucler" quelque chose comme un cercle linguistique et culturel: vous écrivez en espagnol, je réponds, moi, pauvre latino, en français.... EN tout cas, lorsque vous prononcez (je suis maladroit: lorsque vous rédigez) ces tirades contre Bolaño, je me demande si c'est pour vous l'occasion, pour ainsi dire, de tuer une sorte d'"anti père"? Ou bien, si vous jouez le lucide devant le public hébété? Bolaño, vous en faites un produit, ce qui m'attriste, parce que je ne sais pas si cela sert à grand'chose... Vous en parlez à plusieurs reprises, mais vos articles à ce sujet sont tout au plus de vagues critiques, des commentaires moins précis que celui-ci que je rédige. Mais laissons cela, vous avouez vous même que votre attitude est très française, ce qui ne m'étonne pas. Vous aviez l'air pourtant de bien connaître notre façon de penser, nos habitudes de pensée, comme l'aurait dit Bachelard... nos scléroses. Nous autres Latinoaméricains... J'avoue que pour ma part j'aime beaucoup Bolaño, que je trouve dans son oeuvre un nouveau souffle, quelque chose d'inouï, de terrible. Je me suis sans doute sous-estimé en tant que lecteur, ou bien je surestimé Bolaño. Je n'oserai pas vous contredire dans votre point de vue, lucide ou erroné, qui sait? et ceci malgré mon caractère opiniâtre: je ne suis, voyez-vous, qu'un pseudo-adolescent... Mais je crains que vos propos ne manquent de rigueur. Vrais, mensongers, sceptiques... qu'importe! ils me semblent somme toute quelque peu fades. On ne s'attend pas à un exercice dissertatif, mais quand même... C'est tout à fait naturel dans un blog, mais vous savez, la forme, comme a bien su le signaler Valéry, coûte cher. J'abuse. J'aime la polémique, bien évidemment. Cela ne me semble pourtant pas épuiser les possibilités de l'oeuvre de Bolaño. Vous en critiquez le caractère médiatique, ce côté qui fait de cet écrivain un "fenómeno Bolaño" d'un grégarisme stupéfiant. Et que faites-vous? Vous y rajoutez du vague, du vague, du commentaire marginal... Loin de prévenir les lecteurs (je ne sais pas si c'est là votre intention) qui, par inadvertance, se sont retrouvés avec un Bolaño dans les mains, vous nous vendez ce Bolaño télévisé. Eh quoi? Ces sujets rebattus, le Boom, García Márquez, etc. Moins qu'une abréaction face à un complexe freudien, un meurtre du père comme il s'en trouve partout au quotidien, Gamboa et Volpi ont montré qu'il y a eu un aiguillage, ou même une rupture dans la littérature, notre littérature. Nos modèles ne sont plus les mêmes, nos destins ne sont plus les mêmes. Je déteste les arguments d'autorité, mais peut-être que pour vous ceci n'en sera pas un. Je crois que l'admiration qu'ont vouée certains écrivains de langue espagnole à Bolaño n'est pas le produit de la confatalité, selon l'expression Cicéron, des situations. Bolaño donne le ton d'une nouvelle génération littéraire. Mais il se peut que je m'abuse, aveuglé par le plaisir de lire Bolaño, jeune homme plein de précipitation et de prévention (soyons cartésiens). Du moins, je le crois (et j'ai beau mépriser le sérieux) l'oeuvre de Bolaño mérite qu'on s'y arrête avec plus de sérieux.
Comentado por: Roberto Salazar el 28/6/2008 a las 01:22

Sería interesante conocer su conferencia sobre Bolaño. La cátedra que realiza la universidad Diego Portales, se ha transformado en la casa de Bolaño, un escritor muy ninguneado en Chile y por sus pares españoles y otros. Fue Herralde y Susan Sontag, quienes le dieron un go, aunque ya había obtenido el Rómulo Gallego, el mismo lauro de García Márquez y Vargas Llosa (el primer chileno). Los premios nobeles no debieran asustar a los chilenos, es el único país que tiene dos en América latina: Mistral y Neruda. La poeta de Desolación fue la primera en obtenerlo hace más de sesenta años y la primera y única mujer hasta el momento en nuestro subcontinente. Como puede observarse Chile es un país de poetas. Nicanor Parra, lo dijo Harold Bloom, debió obtener el premio Nobel hace más de 10 años,cambió el rumbo de la poesía. (Aún no obtiene el Cervantes) La narrativa de Bolaño goza de buena salud porque rompió con el boom e irrumpió con una obra distinta, para leer y disfrutar desde otra perspectiva. Es recomendable leer para los chilenos y extraños, El Nocturno de Chile y para cualquier latinoamericano Los Detectives salvajes, Putas asesinas, Estrella distante, entre otros.Bolaño se debate entre el mito, la envidia, el ninguneo, la ignoracia, y creo que él se sentía latinoamericano, por lo que creo que los únicos que pueden apropiarse de un autor y de sus libros, son los buenos lectores. Todo lo demás es literatura y de la peor.Sucede que Bolaño le pone pantalones largos a la narrativa chilena, eso asusta a moros y cristianos, y algunos lo comparan con su admirado Borges, que no escribió novelas, aunque él seguirá siendo Roberto Bolaño.Bolaño criticó ácida y lúcidamente a Chile y a sus pares, en vida, hasta cuando le fue posible.Fue uno de esos extraños escritores de la era digital que se la jugaba. Tampoco debiera preocupar el tamaño de un escritor versus el tamaño de un país, que dicho sea de paso, muchos d elos grandes escritores ingleses son irlandeses y París se hizo un poco más grande e importante con Picasso, Vallejo, Cortázar y muchos otros que no cabrían en es´ta página.Si antes de nosotros no existían las fronteras, ahora sólo quedan los muros inventados por los xenófobos. Veamos que acaba de decir Herralde, el editor, en una conferencia en Buenos Aires: Herralde mira con entusiasmo la aparición de nuevas editoriales independientes en el mercado español y sostiene, sin dudarlo, que "Roberto Bolaño es el gran fenómeno de los últimos 30 o 40 años en la literatura hispanoamericana, algo que no ocurría desde el boom". Al respecto, el editor señala que el reconomiento internacional a Bolaño proviene de "su universalidad, su radicalidad, su actitud y su mordacidad. Su obra nace en sí misma y va a contracorriente". etc.etc...
Comentado por: rolando gabrielli el 26/6/2008 a las 16:19

lo peor es que a la literatura chilena no la salva ni bolañono digamos ya a la española
Comentado por: berio el 26/6/2008 a las 15:48

posiblemente bolaño sea también demasiado grande para un conferenciante chiquitito y ajeno, por lo que la situación sería rocambolescacomo salida de un relato de bolaño: el conferenciante que va a un país donde la cultura es una broma para dar una conferencia sobre un escritor exiliado y que termina peleando a navajazo limpio con Jorgito Edwards
Comentado por: pepe tarkovski el 26/6/2008 a las 15:46


a estas alturas Bolaño está tan requete difundido, analizado, criticado, alabado, manoseado, estudiado, canonizado, que no es de extrañar que los chilenos lo quieran rescatar subrayadamente como un propio, otro autor que algún día ganará el Nobel póstumo (si es que existe esto) o si no, el escritor chileno que bien pudo ganarlo, de haber vivido unos años más. los chilenos, deben sentirse como que les han quedado debiendo. que una luminaria tal como Bolaño, a quien han elevado a los cielos de las letras mayores, no haya sido más premiado en vida, debe ser para ellos como una "desazón suprema" (se me viene este título del documental sobre fernando vallejo, nada que ver con este tema). ah, Fogel: no sé qué pensar de esta frase suya: "Viajé para dar esta charla y me encuentro con algo obvio: Bolaño es muy grande para un país chiquitito y ajeno."sospecho, otra vez elucubrando, que por ella los chilenos podrían estar pensando seriamente en declararlo persona non grata, pues sugiere usted -al menos así lo capto- que ellos no se merecen a Bolaño. hasta podrían ofenderse. pero claro, yo intuyo también, que esa no ha sido su intención. cosas de las palabras lanzadas, que luego, nunca se pueden recoger.
Comentado por: lolichka el 26/6/2008 a las 07:45

R. Bolaño, que dijo muchas cosas, no creía en la inmortalidad de la literatura. García Márquez escribió 100 años de soledad en México y ha vivido toda una vida en el DF, pero no es mexicano, es colombiano, como Vargas Llosa peruano (nacionalizado español), a pesar que no vive en el Perú hace mucho tiempo y Carpentier en Francia, sin dejar de ser cubano. El tema es que Bolaño tiene lectores por todas partes, que es lo que busca un escritor e incomoda a quienes con tanto esfuerzo sólo les lee la familia y sus amigos . Parra es considerado antipoeta, pero eso no quiere decir que no sea poeta y menos que su obra esté para ser leida solo por poetas. Neruda ocupó un espacio inconmensurable en Chile, América latina y a nivel mundial, en una época en que Chile era "provincial" y un lugar siempre apartado del mapa. Les dejo otro comentario viejo....(LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA DE BOLAÑO)
Carlos Fuentes y Bolaño
En algún rincón del campus de la Universidad de Brown... así empieza la entrevista que Alonso Rabí y Agustín Prado hacen al escritor mexicano Carlos Fuentes luego de una conferencia. En principio, es muy interesante lo que dice respecto a las literaturas nacionales:
No hay literaturas independientes, eso no existe. Todas dependen de las demás. Si uno habla de autores, lo más independiente que hay no es una literatura nacional, es alguien que puede llamarse García Márquez, Vargas Llosa, Milan Kundera, Nadine Gordimer, Juan Goytisolo, etcétera. Y estos escritores escriben en una determinada lengua y forman parte de una literatura, pero al mismo tiempo la trascienden, la rebasan, no se quedan encerrados en una jaula nacionalista como en el pasado, eso resulta muy limitante para nuestras literaturas.Por otra parte, se refiere al boom y a los autores posteriores, los más jóvenes (algunos del B39), a los que sigue con mucha atención. Por eso mismo, resulta muy sintomática la repuesta lacónica que ofrece cuando se le pregunta por Bolaño. "No he leído a Bolaño" declara. Pero ¿es eso realmente posible en un lector tan enterado de la literatura latinoamericana? Y aún más ¿es eso posible siendo Bolaño un escritor tan ligado a México? Aquí, definitivamente, hay gato encerrado.

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