viernes, enero 02, 2009

Piràmide de papel




Lo majestuoso sigue en pie, Nostradamus,
toda profesìa es una mueca impredecible
y se rìe de sì misma cuando alguien construye
solitario una piràmide de papel
en el piso 17 del Lipstick Building de Manhattan
para envidia de faraones y maniàticos especualdores.
Nada màs falso que la realidad que no queremos ver
y asoma en nuestras narices.
Todo es phony a la hora de vernos al espejo
con el rostro de Madoff y sonreìmos.
Nostra, en este juego de casino han caìdo
asociaciones de caridad y estrellas de cine,
todos los judìos que pedalean sin mayor esfuerzo
para subirse al reino de los cielos
y traspasar una aguja con el ojo de Wall Steet.
¿Esto estaba en tus profesìas?
El tiempo acumula nubes y tormentas
y el desierto arena invisible.
La eternidad para estos ricos miserables
serìa una perdida tiempo, casi una bendiciòn
como dicen en los templos recaudadores
de fondos para la salvaciòn.
Alguien come langostas en una jaula
y se siente libre
viendo a los ventrìlocuos del sistema,
brokers orinàndose en sus pantalones.
Ya no hay poesìa para estos tiempos,
sòlo nùmeros sin padre ni madre,
trampas de instrumentos desconocidos,
simplemente inocentes activos, pasivos,
bienes convertidos en cadàveres
y muertos soñando en vida.
Un mismo delito sin ley.
Los oràculos pregonan que ha llegado
por estos tiempos un nuevo Rey Mago.
¿Sabrà que el mundo tiene cuatro estaciones?

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