jueves, febrero 12, 2009

Camino de Cruces



Una ciudadela tropical dentro de la ciudad que se eriza en rascacielos. El conjunto urbano, hereda el nombre històrico por donde los españoles trasladaban el oro acumulado de Amèrica latina, en Portobelo, hacia su metròpolis. Una tarde apasible llena de luz, mientras el nervio urbano de ciudad de Panamà, acumula las tensiones de un tràfico vehicular intenso. En Camino de Cruces se respira oxìgeno y la naturaleza suaviza, regula indudablemente el calor. Vegetaciòn difícil de encontrar en otras capitales, armonizaciòn con un urbanismo que no se detiene desde que se inventaron las ciudades como principal refugio humano de multitudes y donde se realizan todas las transacciones sociales y econòmicas posibles. Un paisaje que ofrece otra arquitectura. (R.G.)

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