jueves, octubre 29, 2009

Alfonsina se despide, dispuesta a todo




¿Es màs importante la muerte que la vida de un poeta? La pregunta no devolverà la ausencia que dejò Alfonsina Storni al partir, entre el mito y la desesperaciòn. Se despidiò en el poema: ¡Adios!
Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás.¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la ramados veces seguidas no florecerán…
El abismo y el vèrtigo no mueren, Alfonsina, alguien se harà cargo de sus pasos. Hay quenes piensan que dejaste la razòn y te enamoraste del vacìo. Algunos tocan trompetas para anunciar sus propias tempestades. El mito se renueva y yo siento el eco en un caracol de mar, el viento que lo trae en tu voz.
¿Es mejor saber que no saber? ¿Tù me preguntas a mì o ambos sabemos la respuesta? No tradarà en salir el sol aquì y estoy frente al mar. El horizonte se deja ver, pero no tocar. El pasado es a veces un perro sin identes, idolatrado por el olvido. ¿La grandeza del mar es dejar que lo circunden de tierra y naufraguen una y mil veces?
Alfonsina se despide en el poema de su amigo entrañable, Horacio Quiroga, quien no pudo llèvarsela a vivir a la selva donde terminò suicidàndose...y le escribe un poema al suicida:
Morir como tú, Horacio, en tus cabales, Y así como en tus cuentos, no está mal; Un rayo a tiempo y se acabó la feria…Allá dirán. Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte Que a las espaldas va. Bebiste bien, que luego sonreías…Allá dirán.
Menos de dos años despuès, Alfonsina decidiò partir, y para ello escogiò las aguas de Mar del Plata...Alfonsina decìa que su nombre querìa decir, dispuesta a todo. Fue, sin duda, una mujer apasionada, de avanzada en su tiempo. De origen suizo, su familia se residenciò en la Argentina. Trabajò como obrera a los 14 años de edad, mesera y en el teatro. Finalmente se hizo maestra rural, como Gabriela Mistral, que siempre tuvo elogios para su poesìa y cabellera. Alcanzò varios premios y reconocimientos importantes por la crìtica en su època.
Fue un 25 de octubre cuando decidiò partir, hace 71 años. Y no deja de hacer noticia y ser recordada desde ese entonces, tal y como ella lo solicitara en una carta de despedida encontrada hace unos días en la Sociedad Argentina de Escritores. La carta està dirigida a su amigo Manuel Galvez y no tiene fecha. Le da las gracias y un adiòs.

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