Querida Aminetu, este blog, un grano de arena en el desierto de la conciencia humana, se viste de Saharahui. España y el mundo le han dado la espalda al pueblo saharahui, convirtièndoles en parias en sus propias tierras, refugiados en las arenas olvidadas del desierto y apàtridas por el mundo. Un pueblo es un pueblo, como una vida es una vida, y nadie levanta la voz sobre el muro de 2000 kilòmetros que divide el Sahara Occidental y que vigilan 150 mil soldados de ocupaciòn de Marruecos a un coste de un millòn y medio de euros diarios. Los lìderes del mundo miran para el lado, allì no hay petròleo, por ahora, y su pueblo no està invitado a la mesa de los derechos humanos, libertad, autodeterminaciòn, progreso, a la vida. La historia es màs larga y sangrienta y vergonzosa.
Ahora lo màs importante es que Marruecos te deje volver a tu tierra, Aminatu sìmbolo no sólo de los saharahuis, sino de los humillados de este mundo de sultanes, reyes, de señores de la guerra e insaciables mercaderes. Tu ayuno Aminatu, de 24 dìas en el aeropuerto español de Lanzarote, tu rechazo a otras nacionalidades que no sea la tuya, tu constante denuncia con pago de càrcel, a los opresores de tu pueblo, tu indudable coraje pone a temblar a los sultanes que gobiernan su propio miedo.
El mundo que cree en un mejor mundo no te olvida, està pendiente de tu sacrificio, de tu gesto en favor de los derechos de tu pueblo a la vida y autodeterminaciòn. Toda palabra ante tu desprendimiento, es un acto de retòrica, pero desde estas pàginas apoyamos a los tres Premios Nobeles de Literatura: Dario Fo, Josè Saramago y Günter Grass, como numerosos otros escritores del mundo, que solicitan los urgentes oficios del Rey de España ante su homòlogo de Marruecos para que te deje regresar a tu hogar con tus hijos. De ambos monarcas depende ahora tu vida y la confianza que tengamos en un futuro en el poder de reyes y sultanes.
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