una luna rota bajo las aguas de algùn Casanova?
La historia y el cine, para no ir màs lejos, nos presentan al veneciano Giacomo Casanova como un amante infinito, que no da tregua a los lechos tibios en las cortes europeas del siglo XVIII, donde no se le escaparon monjas, ni criadas y menos princesas. Un Sumo Pontìfice de la pequeña muerte y del sùbito abandono de la conquista despuès del fragor de la batalla. La leyenda ha quedado retratada en la memoria como un fresco de la Capilla Sixtina. Casanova, hijo de comediantes, vivìa, al parecer, su propio espectàculo, una aventura sin fin, entre Milàn, Parma, Gènova, Lyon, Parìs y Dresde. Sus viajes incluyeron Rusia, España, Polonia, Suiza, Austria, la ex Checoslovaquia
Sus profesiones fueron muchas - eclesiàstico, poeta, mèdico, polìtico, violinista, economista,-y de ellas nos damos cuenta hoy gracias a las investigaciones y a sus accidentadas, mutiladas memorias, recientemente reeditadas: bajo el titulo: Historia de mi vida. En 3577 pàginas, Giacomo Casanova cuenta las historias de su vida, errante, oscura, entre la magia y la cabala, de las cuales fue un cultivador. Sus Memorias fueron escritas en francès, el idioma universal de la època. Las memorias estàn incompletas, porque muriò a los 73 años, y sòlo llevaba medio siglo en sus relatos.
España acaba de editar las Memorias completas, que fueron censuradas en su època, con pròlogo de Fèlix de Azùa. Segùn esta versiòn, Casanova sòlo tuvo 116 amantes y Henriette, fue la que màs durò: 9 meses. La historia habla de 132 conquistas sentimentales y tal vez los nùmeros se pierden en el borde de la propia vida e historia de Giacomo. Los manuscritos de sus Memorias se esfumaron, cuando un sobrino se los llevò a Dresde y sólo se editaron entre 1822 y 1828, treinta años despuès de su muerte.
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