Los Festivales de poesìa, los imagino, como una Gran Venta de Patio, For Sale, un mercado de las pulgas: Poesìa al por mayor y menor. Estos enormes bazares, donde llegan poetas de todas partes del mundo, de aquì y allà, y se juntan como una gran cofradìa, no sòlo a leer sus poemas, sino a conocerse, a transmitirse de viva voz sus experiencias, lecturas, sueños y caminos. Desde algunos años se vienen realizando en Colombia, Bolivia, Mèxico, Venezuela y Nicaragua. La poesìa atraviesa los cuatro puntos cardinales, porque los poetas provienen de varios continentes y sus mochilas contienen sus experiencias personales y geogràficas.
La poesìa es un viejo artìculo para cantarle a la vida, belleza, amor, la polìtica, la libertad, la derrota, ventura, sueños. Un instrumento de la palabra y voz, anterior a la palabra.
El Festival se transforma tal vez en el mayor intercambio de la palabra. Es lo que saben hacer los poetas. Convertir en lenguaje las experiencias cotidianas, personales, las cosas y naturaleza que les rodean, como las relaciones con las personas, los objetos y la vida en una palabra. En cuatro letras finalmente se reconoce la poesìa: VIDA. ¿El poema es el medio o el mensaje? El poema y la poesìa deben ser lenguaje nuevo, una mirada no conocida. Detràs de la palabra, està la poesìa. El poema tiene su propia mirada.
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