martes, marzo 09, 2010

EL FUTURO ES LO QUE QUEDA POR DELANTE

La historia y la geografìa son dos asignaturas que siempre me fascinaron. Desde niño, recuerdo que recorrìa con la yema de los dedos los mapas y soñaba con los lugares que el Atlas me mostraba en sus detalles. Siempre quise conocer mundos, recorrer mi paìs, porque los libros y los mapas me llamaban a la aventura. Me impactaba, como ahora, la diversidad de climas, lo accidentada, deslumbrante y enloquecida de la geografìa chilena clavada en el abismo entre el mar torrentoso y la imponente Cordillera de los Andes. Un largo edificio que mira hacia el vacìo, instalado en el fin del mundo, como empujado por la mano de Dios para completar el hemisferio americano. Un paìs que camina entre acantilados, productivos valles, imponentes y temidos volcanes, al borde del precipicio sin caerse.
Famosos viajeros en todos los tiempos, dan cuenta de este territorio singular, que contiene los extremos de la Tierra: la aridez del desierto y lo glacial, gèlido de la antàrtica, donde los hielos convocan su mundo blanco y silencioso. Chile es mucho màs que sus extremos, que reafirman finalmente su caràcter de naciòn telùrica, marìtima, volcànica, forjada a cincel, en uno de los rincones del mundo, donde la naturaleza se expresa en toda su dimensiòn y pareciera poner un precio a sus habitantes por la belleza de su territorio. Benjamìn Subercaseaux, escribiò hace 70 años, Chile o una loca geografìa, un manual cuyo tìtulo que etiquetarìa para siempre la imagen que caracteriza a esta singular faja de tierra, el largo pètalo del Chile nerudiano. Tierra accidentada, caprichosa en sus formas, asombrosa en la riqueza infinita por sus paisajes arrebatados al dolor de su fracturada tierra, contrastes, un ejercicio constante para la imaginaciòn. Leo el pròlogo de Chile, una loca Geografìa, escrito por Gabriela Mistral, y me encuentro con la sorpresa que fue escrito un 27 de febrero en Brasil, hace 69 años. Y este 27 de febrero del 2010, Chile cumple con su tenebroso y fatìdico ritual de terremotos, cataclismos cada 25 años: 1960, 1985 y el 2010, que coronò esta historia tràgico con un sismo grado 8.8 y maremoto, que estremeciò, fracturò el paìs, desde Santiago a la regiòn del Bìo Bìo, con un saldo de cientos de muertos y desaparecidos. Chile ya tenìa el rècord mundial de 9.5, en el año sesenta y yo estaba en Santiago. No habìa televisiòn aùn y recuerdo que me pegaba a la radio, las comunicaciones eran pèsimas, pero sentìa vibrar el alma en vilo de mis compatriotas de Valdivia, LLanquihue, Concepciòn, correr el rìo Riñihue por el Sur de todas las infancias y volar por el aire a Puerto Corral. Chile se partìa y son nombres imborrables en la memoria y en el espanto. La lista de daminificados y muertos adquirìa dimensiones de terror a travès de los locutores y sus señales nos llegaban como puñales. Hay que estar allì para conocer la profundidad del dolor de la gente. La presidenta Michelle Bachelet, que dejarà la presidencia de Chile en unas horas, acuñò una vieja frase muy gràfica: despuès de la batalla todos son generales. Un sismo de la colosal dimensiòn en una madrugada, es como un ataque sorpresa de mùltiples ejèrcitos con bombas atòmicas (sin radiaciòn) por una inmensa geografìa y seguido de un maremoto que supera a cualquier marina de guerra, necesita de una varita màgica para atender tantos fuegos a un mismo tiempo. Sin duda, en un evento de esta naturaleza, donde se desploman puentes, destruyen carreteras, servicios de luz y agua, se vulnera la seguridad psicològica de la persona humana, ocurren desmanes, se presenta lo mejor y peor del hombre, su lado A y B, su lado oscuro tambièn cobra vigencia y actùa. Paralelamente a los pillos que saquean negocios, turbas inconscientes y desesperadas, tambièn afloran los especuladores, delincuentes con cuello y corbata. Esto ocurre en todos los paìses donde se producen desastres de esta intensidad y no detallarè los lugares.
Bachelet deja el poder, la Concertaciòn que gobernò 20 años Chile y me parece que es la hora del balance para estos dos decenios. La presidenta se va con una popularidad impensada en Chile, Amèrica latina y el mundo, en medio de una catàstrofe, porque la encuesta fue realizada post terremoto y maremoto es de un 84 por ciento.
Chile da vuelta una hoja de su historia, viene otra etapa y otros actores. No es mi interès dar cifras, ni detalles, porque la masiva y heterogènea ayuda internacional muestra el prestigio de Chile alcanzado en estos años. Lo que veo por los recientes informes y el seguimiento que he dado al tema desde el primer dìa, con todas las vacilaciones, errores, fallas, dèficits, la Dra. Bachelet entrega un paìs andando, a 10 dìas de la catàstrofe,
El pròximo presidente le habìa solicitado varios informes, donde debìa detallarse la magnitud de la catàstrofe, que se estaba haciendo y que habìa que hacer. La nueva gestiòn gubernamental tendrà la palabra dentro de unas horas, para iniciar la Reconstrucciòn de Chile, porque se han venido abajo los planes que tenìa la nueva administraciòn de poner a Chile entre los paìses desarrollados. Hay mucho por hacer en este minuto. Repensar no pocas cosas, ser creativos, solidarios, y sobre todo, humildes, porque la naturaleza cuenta con sus propios y sorprendentes mecanismos. La improvisaciòn es un salto mortal al vacìo. Esa es una regla de oro, no abandonar la consulta. Lo importante es no sobredimensionarse, ni subestimarse como paìs. El futuro es lo que queda por delante.
Rolando Gabrielli©2010

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