El Cause way divide el Pacìfico panameño a uno y otro lado, con su larga avenida pavimentada rodeada de palmas y sol y sol. Al caminar por la vìa se divisan los cargueros, los enormes cruceros, embarcaciones que cruzan los ocèanos desde el puente del mundo, corazòn del universo, como le llaman los panameños a su popio paìs, que une los continentes. El Cause way es un pulmòn natural de ciudad de Panamà, cuya humedad y calor, la transforman en unas de las capitales màs calientes de Amèrica latina. La selva que rodea y alimenta de agua el Canal de Panamà y el Parque Metropolitano que atraviesa la cosmopolita, transitada, vibrante, saturada y poco planificada capital del Istmo. El mar nos convoca a panameños y extranjeros residentes y visitantes, a caminar, andar en bicicleta, patines, pescar, almorzar o comer en las tardes en algùn restaurante, de manera informal, descomplicada, absolutamente desvinculada del agobiante tràfico vehicular que no cesa a ninguna hora. El mar, los yates y los rascacielos en la lìnea de fondo conformando la silueta de la ciudad, tienen un parecido màs real a una pintura trazada por la càmara digital que pareciera seguir en una sòla lìnea con los màstiles de las embarcaciones el alto de los imponentes edificios.
La casualidad y lo casual, ambos amigos del azar, y nos encontramos con Alex Ruane, de la NASA, un Dr. que estudia el clima y en eso andaba por estos dìas en Panamà, cuya riqueza y biodiversidad biològica es conoci y reconocida a nivel mundial. Cuando pasamos frente al futuro museo de la Biodiversidad que construye y ha diseñado el arquitecto canadiense, Frank Ghery, me pregunta que me parece esa obra y el proyecto mismo. Aùn està la impronta de Ghery a medio hacer, como sus ya reputados museos por el mundo, esas lìneas y movimientos como de mar encrespado, el titanio, el hierro y acero crudo, la silueta de lo que que imaginamos de la imaginaciòn floreciente del arquitecto. Es mi primera visiòn que no le comunico a Alex, porque mi español es demasiado complicado y mi inglès casi nulo, y su español suficiente para entender parte de un diàlogo que va adquiriendo sus complejidades. - Es un proyecto absolutamente necesario, le respondo al gringo de la NASA, nacido en un pueblo bostoniano, el mismo de los Kennedy, porque por aquì pasaron las especies de Sur a Norte, y este es un puente biològico de excepcional importancia para las Amèricas y la humanidad. Ghery ademàs es un artista de los sueños y acomodarà toda esta historia ùnica, donde yo espero que el componente del agua sea uno de los lugares màgicos para que sean visitados por los niños de Panamà y del mundo. Un paìs con dos ocèanos, 20 rìos en su ciudad capital, traducido como abundancia de peces, nosotros somos tres cuartos de agua, un Canal que sobrevive por el agua, lluvias torrenciales durante buena parte del año , de ninguna manera podemos prescindir del lìquido que permite la vida. Sin duda, el Museo tendrà otros componentes que la madre natura otorgò a esta parte del mundo tropical.
Seguimos la ruta bajo un de un sol respetable, calcinante y vamos dejando la silueta de la ciudad como reflejada en un espejo distante. Alex Ruane vino por unos dìas y esta en su dìa libre. No tiene prisa, como el viento que no llega. Me cuenta que està casado, su esposa Diana en hawuaiano, vive en Nueva York y està embarazada, pero al mismo tiempo terminando un doctorado en Relaciones Internacionales. El mundo no da para muchos comentarios, pienso, o tal vez para excesivas opiniones, en todo caso, es un paisaje que se ve de una manera distinta desde las Naciones Unidas. Pasamos esta materia sin mayor tràmite. EL Cause Way es un lugar apasible, surgiò del material de relleno extraido en las excavaciones del Canal y que los panameños disfrutan a plenitud desde que esas tierras y la propia vìa interoceànica pasò a sus manos a fines del siglo XX, producto de la suscripciòn de los Tratados Torrijos Carter en 1977. La historia no deja de estar presente, aunque la desconozcamos.
En mi pròximo viaje al Sur, quiero ir a conocer Macchu Pichu, me comenta, llevarè a mi esposa y a mis dos hijos. Le hablo de Neruda que escribiò un poema monumental sobre Macchu Pichu, las ruinas màs importantes de Amèrica. Ese no es su campo, en cambio me cita a Isabel Allende, y yo le replico con Roberto Bolaño y Susan Sontag, pero hablamos otro idioma indudablemente. No son los tiempos en que Marilyn Monroe leìa el Ulysses de James Joyce y se casaba con Arthur Muller y bailaba con el lenguaraz Truman Capote. El cambio climàtico està llegando y tal vez los libros sean letra muerta, un invento que Gutemberg podrìa arrepentirse.
El Cause Way tiene unos 3.5 kilòmetros hasta la ùltima isla que se divisa y que està sobre los restaurantes màs elegantes pròximos a los grandes yates, allì donde llegan los cruceros. Nos detenemos a ver la ciudad de otra manera, a una distancia diferente, con un clima distinto porque el tiempo va pasando y las nubes llegan de alguna manera. El calor no pasa. La humedad del tròpico es la piel natural de su atmòsfera. Uno de los turistas o personal de apoyo del crucero nos saca una instantànea. Alex quiere que se vea la ciudad. La primera sale oscura. El sol, pienso, nos juega una mala pasada. Con la segunda versiòn quedamos conformes. Le pregunto como se llama a su hija. Me dice Kiana. Le pregunto com ose podrìa traducir en español. La existencia me dice. Me quedo sin palabras. Un nombre que camina del pasado hacia el futuro, pero que es presente. ¿Y su segundo nombre?, interrogo por las dudas. Lucy, que es luz, me comenta. Pero Kiana en persa significa algo como preciosa. En Verdad, me digo, la existencia es preciosa. Es un nombre de muchas puntas, nacimientos, geografìas promesas y permanencia. ¿Y còmo se va a llamar el hijo que viene? Aidan, es el fuego, alguien con fuego, me aclara, Alex.
AIDAN
El fuego antes que las palabras/abriò los ojos de la noche/superò el miedo y la oscuridad/
El hombre se reuniò frente al fuego/y comenzò a sobrevivir...
Rolando Gabrielli©2010
1 comentario:
Què lindo, relajado, la diversidad, un diàlogo liviano y profundo en un escenario como de veraneantes
Publicar un comentario