Amiga, amigo internauta, donde quiera te encuentres, bajo el sol o la nieve, en el mar, dirección Norte-Sur, Este-Oeste, -los puntos cardinales son un mero pretexto de la geografía, pero no de las distancias,- cualquiera sea tu raza, lengua, credo, si alguna de mis palabras tocó tu corazón o te hizo reflexionar en el hombre, la vida y la muerte, el amor, la naturaleza, el tiempo, la poesía, soñar o si todo lo escrito te pareció en vano, palabras sólo palabras en el desierto de las palabras, aún así quiero agradecer tu tiempo, interés, presencia. Damos mucho o poco, damos lo que tenemos.
Este seguirá siendo tu espacio, nuestro diálogo, comunión, un monólogo abierto y compartido, la expresión de una época, el minuto del oficio de la palabra real, donde la poesía es una campanada de silencio cuando el camino es más solitario y el tiempo deja de ser absoluto. No hay obra sin lector, ni palabra sin escritor. Las palabras nunca tuvieron dueño y si alguien quiso esclavizarlas con algún rótulo de prohibidas, censuradas, proscritas, hubo muchos màs que escribieron Libertad.
Carecemos de tiempo real, vivimos tiempos excepcionales. Sin embargo, nos ilumina un mismo sol, rayos más o menos. La información parece a veces un saco roto donde se escapan todos los conejos posibles y vuelan las palomas inalcanzables. Palabras más o menos, ninguna idea verdadera muere antes de tocar algún corazón.
Seguiremos siendo una gota en el mar de la información. Una página no va a encender el mundo con sus palabras. Ni un eclipse apagar el sol. Un chasquido de nuestros dedos es un acto solitario, casi silencioso. Un aplauso es más ruidoso y también es una invitación a que otras manos imiten ese gesto. Las palabras pueden llegar a tener esa multiplicación de un mismo verbo. Ser ola de una ola mayor. Señal, como en el poema.
Este seguirá siendo tu espacio, nuestro diálogo, comunión, un monólogo abierto y compartido, la expresión de una época, el minuto del oficio de la palabra real, donde la poesía es una campanada de silencio cuando el camino es más solitario y el tiempo deja de ser absoluto. No hay obra sin lector, ni palabra sin escritor. Las palabras nunca tuvieron dueño y si alguien quiso esclavizarlas con algún rótulo de prohibidas, censuradas, proscritas, hubo muchos màs que escribieron Libertad.
Carecemos de tiempo real, vivimos tiempos excepcionales. Sin embargo, nos ilumina un mismo sol, rayos más o menos. La información parece a veces un saco roto donde se escapan todos los conejos posibles y vuelan las palomas inalcanzables. Palabras más o menos, ninguna idea verdadera muere antes de tocar algún corazón.
Seguiremos siendo una gota en el mar de la información. Una página no va a encender el mundo con sus palabras. Ni un eclipse apagar el sol. Un chasquido de nuestros dedos es un acto solitario, casi silencioso. Un aplauso es más ruidoso y también es una invitación a que otras manos imiten ese gesto. Las palabras pueden llegar a tener esa multiplicación de un mismo verbo. Ser ola de una ola mayor. Señal, como en el poema.
2 comentarios:
Rolando :
Agradecida por este maravilloso espacio poético... elevado...En tí La Palabra, siempre la palabra...
¡Felicidades poeta !!!!
Un abrazo,
haydée
Rolando Gabrielli:
Al amigo del Alma.
Gracias por decir como lo dices, por escribir como lo haces,
por compartir tu talento y disciplina, calidad y humanidad!
Gracias al poeta-amigo
que un día Dios me puso en su camino
FELICIDADES POETA!!!
Rocío.
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