La aguja sigue en el pajar

El azar nos convirtiò en una aguja en el pajar del ciberespacio. Expulsado o instado a abandonar  blogs y portales desde Suecia a Argentina, Chile, Canadà, España, nacimos en Curanipe, zona del epicentro del terremoto del sur de Chile, ese que volviò a correr el eje de la tierra. Nuestra incursiòn surgiò como algo màs modesto que estremecer la tierra por casi tres minutos, sòlo escribir unos cuantos poemas, tomar el pulso a la poesìa, a la època, a los acontecimientos mundiales, al  cambio climàtico, medio ambiente, a la prosa, el Arte en todas sus dimensiones, a la vida en una palabra. Ser un cronista de su tiempo. Testimoniar. Registrar desde nuestra òptica, punto de vista. Despuès de todo 41 años de experiencia  como periodista en Amèrica latina y màs como escritor, ameritan seguir haciendo el trabajo. La evoluciòn, incertidumbre, interrogantes, apariciòn de innumerables herramientas tècnicas, los cambios en los gustos, las mùltiples maneras de los que creen hacer periodismo, obligan a seguir tirando la carreta de bueyes.
 El periodismo no deja de ser un acontecimiento interminable, uno tras otros los hechos, su encadenamiento, enfoques, un circuito infinito, una madeja de muchas hebras sin fin. La verdad es lo único que puede salvar a esta profesiòn, por màs análisis que hagan los expertos, los dueños de los grandes consorcios. Que los blogueros, la gente que porta un celular, aquel que tenga una càmara y pareciera que  les importara un par de ojos para hacer periodismo y diseminarlo como un virus por Internet.
Desde luego la Red aguanta todo. Novelas, obras de teatro, perfomances, pinturas en las paredes, todos los signos que  lleven algùn signo llamado Arte, aunque este brille por su ausencia. No està mal que la gente se exprese y com ol oestime conveniente. Es un principio de Libertad. ¿Las puertas de Internet se abrieron para que todo el mundo cuente su vida, sea artista de alguna manera, relate, se exprese, comunique, diga, critique,  monte su propio divàn, y tambièn para ser controlados? Son  màs las interrogantes que las respuestas. Este blog no tiene pretensiòn alguna de cambiar el mundo y aùn asì permanece bloqueado. No aspira  màs que a fusilar  a unos cuantos lectores con algunos poemas, como dijera  el poeta Enrique Lihn. Y es màs que suficiente hasta para ser demandado, quizàs.
Un periodismo donde los hechos son un subproducto de la realidad. La fuente como engaño dirigido a una gran campaña  global de intimidaciòn, amenzas, intervenciones, como si fuera la fiesta de cumpleaños del Señor de la Verdad. ¿El periodismo està cambiando en realidad? ¿Una buena historia es cosa del pasado? ¿La realidad no forma parte del periodismo? ¿Los hechos son Hansel y Grettel perdidos en el  bosque? Truman Capote cambiò el periodismo en su momento con la invenciòn del reportaje en A sangre Frìa.
Palabras de una historia escalofrìante, Capote, una araña en su propio telar, mozaiqueando los hechos desde adentro de la escena, coon la impactante tecnologìa de ser casi aprte del delito. La literatura nos lleva tambièn a biografiar la realidad. Ese lado oscuro, no visible, donde hay que  entrar con escafandra, detenerse en uno mismo suspendido frente al mòvil, me apasiona en esta rama del periodismo.
Lo que desconocen quienes buscamos la aguja en el pajar de la informaciòn, buceamos dìa y noche en un mar, a veces oscuro, denso, de aguas turbias, profundas, gélidas,  para empujar con  suavidad el cuerpo hasta la orilla. Es decir, salir a flote, aùn, en medio de la tempestad.
Un autor que deben leer los que quieren ser periodistas es el norteamericano Hunter S. Thompson, quien creo el llamado periodismo gonzo, donde el autor forma parte del relato, lo vive. Fue un personaje extremo, se suicidó mientras hablaba con su esposa, trataba el tema de una columna  semanal que quedó inconclusa. No necesitó más del oficio. Periodistas de excepción hay muchos más y notables. Por ejemplo, el escritor polaco Ryszard Kapuscinski, a pesar de los desmentidos que se han hecho  de su manejo periodístico. Sigue siendo una fuente insuperable de realidad y presencia ante grandes acontecimientos del siglo XX y XXI.  Josè Martì en su tiempo escribiò para todos los tiempos, independientemente del color del cristal con que se mire. Fue excepcional.
El periodismo siempre ha sido una tècnica y se usa para dar a conocer la verdad. Ahora la tècnica supera a la noticia, a la simple informaciòn, y se utilizan satèlites, sofisticados equipos impensados hace unas dècadas, o el simple celular, que a veces, suele ser el màs inocente y objetivo de todos. ¿Llegaremos a la idea o al punto que cada cual deberà registrar su propia noticia?
Se anuncia el fin del periodismo, de la profesiòn, como el de la historia. Algunos màs listos, dicen que lo que està cambiando es la forma. ¿Una novedad? El periodismo siempre se renueva con talento, imaginaciòn, anàlisis, reporteo, bùsqueda irrenunciable a la verdad. Una noticia  verdadera brilla, una falsa, engañosa, se ve opaca, oscura, cogea y termina por abortar  màs temprano que tarde.
Hay un truco nuevo, que parece viejo, pero se renueva asì mismo. Un "gran medio" lanza una informaciòn y esta circula como reguero de pòlvora. Nadie màs la piensa. Se repite, ite, ite, ite. El lector, televidente, internauta, la vuelve a repetir como un eco còsmico y ya es verdad. La hizo suya en un abrir y cerrar de ojos.
(¿Què es la libertad de expresiòn? No sè, me olvidè. Mi memoria caduca en un minuto. Vamos a jugar? Pàsame la L...No la veo. ¿No  existe?)
Una de las grandes frases de la historia la lanzò George Busch en plena euforia de su mandato post Torres Gemelas: "Un mundo mejor". Ya nadie pareciera recordarla, se repitiò hasta el cansancio, y vino este enorme crash sin fin del sistema capitalista  y la palabra es correcta por su potente, seco impacto, ruidoso dirìa, y despuès arrastra la demoliciòn de todo lo que està pudrido como si fuera una sombra oxidada que anidò en nuestra garganta por siglos. El mundo ya no necesita presentaciòn, la gente vive en su automòvil, si aùn el banco no se lo ha quitado. Los albergues atestados, son un lujo del sistema. Un suicidio diario en Italia. Es lo que deja ver el espinazo de  la crisis, que pareciera tomar impulso para lanzarse barranco abajo. Los sueños no colapsan porque son una defensa de nuestro maravilloso cerebro, pero ya hay millones de jòvenes que se llaman la Generaciòn Perdida. Suena a una pelìcula post segunda Guerra Mundial, pero es una patètica realidad del siglo XXI, que recièn comienza a constatarse. Ven a sus padres sentados frente a sus casas: For Sale o Se vende.
¿Los Medios nos dejan ver la punta del iceberg de la noticia o de los grandes acontecimientos? ¿La verdad puede cargarla una Laptop o un misil? ¿Aviones no identificados rastrean màs informaciòn que miles de periodistas? No hagamos ficciòn, es inùtil aproximarse a la realidad.
La màquina vencerà al hombre en cualquier profesiòn, mèdico, periodista. cuando el cerebro humano sea una ciruela arrugada. El dìa que la banalidad se escriba con v de Verdad, serà el fin del final. Basta con leer algunos chat en Internet, respuestas en grandes medios, para conocer el tamaño de la ignorancia, el desorden verbal  del sujeto que se sube a una PC como si fuera un tractor.
El tema  central para los empresarios de la informaciòn es la evoluciòn del negocio a travès de la tecnología. Ese es el quid del asunto. Para dónde vamos en materia de sobreviviencia econòmica y cuál es el futuro de este nuevo mercado que se modifica a travès de la revoluciòn tecnològica. Què y còmo se cobrará en Internet, por ejemplo. De alguna manera lo estàn diciendo hace algunos años y experimentando por esa vìa. Ya se cobran centavos por noticias que se consideran un privilegio para el  internauta que las lee. Ese es un cambio del lado de la oferta. ¿Es la letra menuda del mercado?
El periodista y el lector parecieran ser meros accidentes  en un tràmite que ya està en marcha.
La informaciòn debe basarse en su credibilidad, presentaciòn profesional, creatividad en el enfoque, para su impacto en el lector, y sobre todo en el verdadero mar de fondo de este oficio: la verdad. Hechos mentirosos, no los salva ni la mejor tecnologìa del mundo. El desmentido siempre pierde credibilidad cuando en realidad no lo amerita o carece de la misma fuerza del falso mensaje.  Periodistas paràsitos de quienes investigan,  medios  repetidores, todo eso debiera analizarse y poner en la balanza. La mediocridad, al mneos, hizo el servicio militar obligatorio.
Los Blogs comenzaron por asustar a la gran prensa que falseaba los hechos y nacieron millones, se autoeliminaron otros millones, pero la mayorìa no son noticieros, ni manejados por especialistas de la informaciòn, sino son  diarios de vida, espejitos de su  corazoncito, juegos de  vanidades, aunque sin duda hay muchos muy profesionales, literarios y màs. Los diarios tienen sus blogs y desde ahí animan a su público, le captan y le dejan opinar, aunque la censura cada día es más creciente. Se suelen ver los  mensajes borrados, queda un hueco como un silencio sin alma. ¿La Libertad no da para tanto.? ¿No es elástica? ¿Se mide con un metro o cuenta a gotas?

Algunos van tan lejos como pueden. Hablan de supervivencia del periodismo. La comunicaciòn como la conocemos està en vìas de extinciòn, parecen decirnos. ¿Nos enchufaremos a los video juegos y escogeremos por azar un menù de nuestro amigo o enemigo noticioso? ¡A quién le importa lo que sucede al otro lado del cuarto, si ya estamos sordos en nuestras propias casas? Conversar, para muchos jóvenes, ya es aburrido, es un acto de viejos, de seres superados por las emociones más fuertes y solitarias.
Sin personas pensantes, periodistas formados, cultos, analìticos, que amen la profesión, se respeten asì mismo, no crean en el dios mercado, seguirà primando el periodismo  farandulero, encubridor, sobornado de mil maneras, chapucero, detrás de la puerta, en el resquicio de la verdad. El periodista es una persona que tiene que estudiar toda su vida, leer, ver, conocer, viajar, respirar la historia, el presente, entender el pasado, ser valiente, discreto, saber escuchar, leer entre lìneas  y conocer las tecnologìas bàsicas, si quiere desarrrolalr este oficio complejo, maravilloso, eterno, porque mientras exista  el hombre en la tierra habrà que comunicarse. Cada nota, crónica, entrevista, información es como si fuera la última. Hay mucha urgencia en este oficio.
Hay periodistas de raza, con olfato, que superan la tècnica, osados, ilustrados, con experiencia, intuiciòn, que no se creen las medias ni enteras mentiras o verdades  de a pedacito. A Gabriel Garcìa Màrquez le bastò una Remington. ¿Eso no les dice nada?
He vivido la época de las vacas locas, gordas y flacas, ejercí todo el pentagrama profesional por unos miserables dólares. Prácticamente acorralado por "el hombre y sus circunstancias y unos metros más al fondo a  mano derecha". Yo mismo encontré mi profesión, la alargué unas cuantas pulgadas dependiendo de las situaciones, épocas, momentos: Consultor, Creativo (marketing), Escritor, periodista, freelancer fantasma de mi mismo. El mercado es el mercado: ser o no ser. Miles de miles de pàginas escritas y decenas de miles leìdas a la sombra de la luz de esos escritos. El misterio d elo nuevo como una ensalada rusa, pero descifrando la sopa de letras. Es cierto, muchas veces prefiero mi desordenado jardìn, que una página escrita. La vida
No pocos de los verdaderos periodistas, que reùnen estas cualidades, aquellos insobornables, que son los mejores, siguen pagando con sus vidas. La lista es larga y triste como la pobreza humana. Amèrica latina tiene un registro alto: Mèxico, Honduras, Colombia. ¿Se ejerce contra la muerte? No se conocen  casos que el pariente de un paciente  mate a un doctor a la salida del quiròfano despuès de una operaciòn fallida.
Los periodistas que estàn en la acciòn, los que se dedican a la polìtica, inclusive a la economìa, se exponen màs que aquellos que comentan las noticias policiales. Las balas no vienen de la morgue. El que siempre correrà un riesgo adicional es aquel que cuente  y diga la verdad. ¿El periodismo es una profesiòn de supervivencia? Sin duda. Muchas veces se cotiza a un periodista a precio de subasta. Se le remunera mal y exige ser un Hemingway. Este no parece ser un tema para los dueños de los consorcios. ¿Periodista mal remunerado= periodista dòcil? Es una de las profesiones que tiene que exhibir su esqueleto con tanta facilidad, las vìsceras, como si pasara permanentemente como terrorista  en un aeropuerto frente a los rayos X.  Por eso, surgen periodistas como callampas, hongos, siemprevivas, nomeolvides y el estatus  ya no existe, el rigor o nivel, el respeto a la y por la  profesiòn. Desmantelan el bolsillo, luego la psiquis y despuès cualquier humillaciòn viene por añadidura.
¿Lo que hemos visto en estos tiempos es que los grandes medios se han quedado detràs de la historia, de los acontecimientos en la llamada primavera àrabe? ¿O han sido las tecnologìas azuzadas para encender el caldero? En el infierno siempre habrà calor y llamas, al menos el que nos describen los conocedores del tema. Parecen taquígrafos del espanto.
¿Despuès de la muerte o de una invasiòn, viene la noticia o antes? ¿Tecnologìa para informar o espiar? ¿Tecnologìa para difundir màs ràpido o inducir la informaciòn? ¿Tecnologìa para informar o desinformar? Desde ese punto de vista, quizàs no se necesiten periodistas. De hecho, algunos expertos ejercen sin haber estudiado la profesiòn propiamente tal y se manejan en otros universos màs complejos donde se utilizan todos los recursos posibles para alcanzar el objetivo.
Para mì, el mayor recurso es la vocaciòn, el talento junto con la formaciòn profesional, el trabajo diario, la investigaciòn per se, es, en buenas cuentas el periodista como un detective de la noticia y acontecimientos, no para juzgarlos o someterlos a su verdad, sino interpretarlos, darlos a conocer  urbi et orbi, sin añadiduras de ninguna especie, solo contar, relatar con un lenguaje  transparente, inteligente, que haga que el lector porque el ojo al papel u ordenador, la oreja a la radio, los ojos a la TV. El gran recurso, la receta, es tomar la noticia, el hecho, el tema, como si fueras a diseccionar un animal. Eso recomendaba Ezra Pound al poeta, que fuera como un biòlogo y viera todas las partes del especimen, el poema, en este caso la noticia, el reportaje, nada debe quedar por fuera y menos la verdad. Y las viejas enseñanzas  de Hemingway: un escritor, y es vàlido para un periodista porque el lo fue y de excepciòn, es tener un buen detector de mierda. Asì lo tuvieron los  hèroes de Watergate.
Esta es una de las èpocas con màs noticiosas quizàs de todos los tiempos, no sòlo por el tamaño de la poblaciòn, 7 mil millones de almas  distribuidos en grandes, medianos, pequeños paìses, islas, regiones aisladas, selvas, glaciares, zonas inhòspitas, desiertos, fronteras, subterràneos, callejones,  poblaciones de miseria, casas de lata y cartòn rodeando quebradas, rìos, precipicios, automòviles, casas rodantes, bosques, calles, aceras,  sino porque el mundo es  un universo  afectado por todas las contradicciones y conflictos posibles. Es una madeja de situaciones inmanejables.
Hay tantas preguntas en un tintero ya inexistente, màs bien simbólico, aquel donde se untaba la pluma para escribir  las cartas, un gènero en verdadero naufragio, por no decir extinciòn. ¿El mundo està cambiando o lo estamos manipulando? ¿Algùn fantasma  recorre el mundo, Carlos, o el mundo ya es un fantasma?
¿Todo cambia, como en un principio, un nuevo verbo?
Vivimos un època en que las noticias importantes parten de un centro de poder a la velocidad del rayo, casi invisibles y se propagan como una epidemia pegajosa, que se adhiere a la mente. ¿La tecnologìa va por delante de las ideas, de los hechos? Mucha màs informaciòn que en cualquier època de la humanidad, infinita manipulaciòn, un menù para satisfacer a un sibarita suicida.
Charles Chaplin, el màs mudo de los actores de Hollywood, hablarìa  de esta zona cero de silencio fantasmal en que se ha transformado el mundo de la comunicaciòn: ¿un callejòn con tantas salidas o nionguna?