A Vallejo le sigue saliendo espuma,
por todos nosotros, no se corre y muere en París con aguacero
Que lo vayan a ver sus viudas inconfesables de la poesía
y si ha muerto como él lo reconoció antes de morir,
no nos hemos dado por enterado a 120 años de su nacimiento
¿Para què se nace, Cèsar, sino es para morir?
Siempre quedaràn restos a que recurrir,
el verbo y la palara,
el verbo y la palara,
un verso atascado en la guadaña,
arriba chiquito en la nube haciendo señas
Por eso nos vamos desde la tierra a lo alto a sembrar
antes que el viento lo barra todo.
Rolando Gabrielli©2012
3 comentarios:
Morirè en Parìs con aguacero un dìa del cuàl ya tengo el recuerdo.....
Creo que un Ser que escribe esto ya cumpliò con su tarea en la vida, un excelente poeta con mayùsculas.
Bien, muy bien! por ir al rescate de Vallejo a travès de tu poema, el cuàl me gusta , especialmente el cierre, buena imagen
La poesìa es la primera que entra en esa inmensa luminosidad de la cuàl el sistema planetario irà transitando hacia un cambio sutil de frecuencia.
Permanecer en el centro es la cuestiòn. Lo que no corresponda a esa altura serà descartado, en eso va la gente que hace ruido en vez de uitilizar la palabra en su verdadera esencia o el silencio.
Gran frase la de los amigos, son estudiosos de estos temas.
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