domingo, septiembre 09, 2012

11 del nueve del 73




Dejen, dejen respirar al muerto,
vivir  al vivo su aire envenenado,
la muerte del muerto està en sus manos
(no me desvìo, es la historia)
Rostros plomizos, dibujados en la cenizas
de una bocanada,
los santuarios asmáticos de la ciudad
Con sàbanas blancas taparàn todo
el aire, dejen respirar la voz  sin  lengua,
vagar  la memoria,  el cuerpo
del  vivo que duerme en  sus laureles.

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