Santiago,
el humo es memoria,
se me sube la cordillera a la cabeza,
con sus nieves eternas.
Ciudad, en este paisaje sobras,
como si los miedos imborrables
nos volvieran ciegos a la muerte
que aquì encontrò camino.
Santiago,
sin olvidarnos estuvimos ausentes.
Ahora, dime,
cuàndo y dònde nos vemos.
Rolando Gabrielli©2013
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